Cultura: reinventarse en medio de la adversidad

«Hay que verlo todo con cierta luz. Nos iremos reinventando en medio de la adversidad». Lo reivindicaba, frente al optimista Banderas, el «pesimista» Antonio Soler. Y la reflexión del escritor malagueño destila la esencia de las reflexiones compartidas este jueves en el encuentro virtual titulado '¿Cuáles serán los nuevos desafíos del arte y la cultura?', organizado por la Universidad de Málaga (UMA) con la colaboración de SUR y que ha reunido al actor y productor Antonio Banderas, al barítono Carlos Álvarez, al director artístico del Museo Picasso Málaga (MPM) José Lebrero y al escritor Antonio Soler ante una audiencia telemática de más de 600 personas.

La cita virtual venía enmarcada en la iniciativa de la UMA titulada #noscambiaronlosproblemas, que además de proponer debates en distintos ámbitos ha promovido un concurso (abierto hasta el 31 de mayo) para recabar iniciativas que ayuden a enfrentar la salida de la crisis traída por la pandemia. Además, el programa ofrece quince becas financiadas por la Fundación La Caixa para cursar el Máster Universitario en Liderazgo, Innovación y Emprendimiento de la UMA el próximo curso académico, tal y como recordaba en los compases iniciales de la cita el vicerrector de Innovación Social y Emprendimiento de la UMA, Rafael Ventura.

Hechas las presentaciones y moderados por la redactora jefe de Cultura en SUR María Eugenia Merelo, el director artístico del MPM abría las intervenciones con una primera reflexión sobre «cómo combinar el derecho de la soledad con la necesidad de la sociabilidad». En ese sentido, Lebrero ha defendido que la pandemia también «puede servirnos para comprender mejor que la creación cultural (…) precisa de la soledad».

La primera idea de Lebrero servía a Banderas para acotar que la crisis actual afecta de muy diferente manera a las industrias culturales, según las propuestas de cada una. Por ejemplo, no es lo mismo la creación literaria emprendida en soledad que la oferta de un teatro o un cine, volcada en una experiencia compartida. «Es todo muy confuso y estamos buscando soluciones de todo tipo», lanzó el promotor del Teatro del Soho Caixabank.

La idea de Banderas era secundada por Soler. «No es lo mismo a la producción de una película o los trabajos que se realizan en grupo que al trabajo de un escritor. Si mido mi vida cotidiana, salvando los viajes que ahora no puedo hacer, es muy parecida a la que llevo habitualmente y el factor creativo no se resiente», compartía el autor de novelas como 'Sur', 'Una historia violenta' o 'Las bailarinas muertas'. Eso sí, Soler apuntó hacia un elemento más vinculado a la intimidad de ese proceso creativo y solitario: «La concentración se ha resentido, porque estás en tu ámbito cotidiano y parece que todo sigue igual, pero percibes que fuera está pasando algo muy extraño y hay una especie de interferencia que no te deja trabajar con normalidad».

Una «sensación de que alguien está arañando el cristal» que llevaba a Soler a plantear: «La gran cuestión es cuánto va a durar y de eso va a depender el calado de la crisis». Una crisis que ha golpeado con especial virulencia a los espectáculos en directo, como recordaba el barítono Carlos Álvarez, que apostillaba: «La sociedad se ha dado cuenta de que la cultura es imprescindible. Pero cuando aparecen los problemas económicos nos damos cuenta de que no es fácil de resolver situaciones que en otros colectivos sí lo son».

Así, reclamaba Álvarez la necesidad de «la inversión pública» para reconstruir el tejido cultural ante la crisis actual. Una reconstrucción, o al menos un regreso, que ya se ha producido con las debidas restricciones en el ámbito museístico. Y desde allí, Lebrero lanzaba un mensaje de ánimo y optimismo. «Hace un mes nos parecía imposible volver a abrir y ayer estuvieron en el museo más de 500 personas y funciona. Hoy lo veo posible. Sé que se puede abordar y si un museo puede hacerlo, también podrá hacerlo un teatro», compartía el director artístico del MPM, que desde el martes tiene de nuevo abiertas sus puertas después de más de dos meses clausurado por la alerta sanitaria.

«Ha sido muy emocionante comprobar lo importante que es la cultura», ofrecía Lebrero sobre la reapertura del museo antes de abrochar: «La clave económica va a ser duradera, pero la empatía es ahora muy importante». Y justo ahí, en lo comunitario, en lo mental incluso, ponía el acento Banderas. «Esto no es una guerra, es una pandemia y no es estructural, es sistémica. El problema más grande al que nos vamos a enfrentar (…) va a ser psicológico. La gente tosía, estornudaba... y eso puede molestar desde el escenario, pero ahora tenemos un trabajo enorme que hacer entre todos en ese sentido», sostenía el actor antes de recordar que aún no existe una normativa clara sobre el regreso de la actividad a los teatros.

«No podemos ignorar de dónde venimos: de una durísima crisis que ha vapuleado al sector cultural», hilaba Soler sobre los antecedentes que la industria cultural arrastra desde la debacle de 2008. Y, pese a todo, los cuatro participantes han mostrado su convencimiento en una salida a la crisis actual. «Nos tendremos que ir acoplando», lanzaba Banderas. «El público que asiste a actos culturales es muy responsable. La gente hace mucho esfuerzo por saber dónde va y no nos vamos a encontrar con tantas dificultades», esperaba Álvarez. «Es muy importante que desde la cultura se reaccione», ofrecía Lebrero, mientras que Soler recordó el desafío «redoblado» que el escenario actual plantea para los jóvenes.

Y a modo de cierre, Banderas y su optimismo «patológico»: «Tengo un mensaje de esperanza. Vamos a salir de esta».