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Hay un lugar donde la temperatura no la marca el Gobierno sino Joaquín Sorolla, Pablo Picasso, Julio Romero de Torres y hasta Andy Warhol. Los protocolos de conservación de las obras de arte obligan a mantener las salas de exposición con unas condiciones muy específicas: ... en torno a 20 y 24 grados de temperatura, 50 y 55 grados de humedad en el aire. Cualquier alteración brusca en los niveles podría provocar daños en piezas de un valor incalculable. Los 27 grados que establece el plan de ahorro energético de la administración central son inviables en estas instituciones, como tampoco se puede apagar la climatización cuando se marcha el último espectador. Unas circunstancias excepcionales que tienen una consecuencia directa: el repunte del gasto eléctrico que, en algunos casos, llega a superar el 200% respecto a 2021.
La crisis energética pasa factura también a los museos de Málaga y amenaza el equilibrio de sus cuentas. Su margen de actuación para reducir los costes es extremadamente limitado: no se trata solo de garantizar un entorno adecuado para las pinturas mientras el museo está abierto, es que esos parámetros deben permanecer invariables día y noche, con público o sin público, sea verano o invierno. Siempre.
Las opciones de ahorro energético se reducen así a los espacios sin obras de arte, a los dedicados a oficinas, tienda o auditorio, donde los museos sí se ciñen a las exigencias legales y aplican medidas de eficiencia energética (27 grados, luces leds, apagado del sistema…). Pero esas zonas no expositivas representan muy pocos metros cuadrados en el conjunto de una pinacoteca, del todo insuficientes para recortar una factura disparada desde hace meses y sin garantías de que vaya a volver pronto a los precios de 2020, antes de que comenzara esta escalada.
Los datos son reveladores. Un 268% se ha encarecido la electricidad en el Museo Carmen Thyssen Málaga en agosto: de pagar 16.000 euros en 2021 ha pasado a los 59.000 euros en este 2022. En el caso del CAC Málaga, la subida media es de un 204% de septiembre de 2021 al mismo mes de 2022. El Centro de Arte Contemporáneo ha llegado a abonar más de 30.000 euros en algunos meses, el triple de lo que suponía ese capítulo en condiciones normales. En febrero y agosto se alcanzaron los picos de gasto con un 256% de subida respecto a 2021.
En el Museo de Málaga, en el Palacio de la Aduana, la nueva climatización instalada hace solo tres años ha amortiguado en buena medida el alza. En 2019, se sustituyó el sistema anterior por cuatro máquinas que permiten sectorizar la utilización de las instalaciones hasta conseguir los parámetros térmicos necesarios. Aún así, solo en el mes de febrero se pagó 25.953 euros de luz, un 61% más que el mismo mes de 2021.
La excepción son los museos que gestiona la agencia municipal: Museo Casa Natal de Picasso, el Centre Pompidou y la Colección Museo Ruso. Los tres espacios se han librado, de momento, del aumento de las facturas al tener en vigor un contrato a precio fijo con la distribuidora desde febrero de 2021. El acuerdo finaliza el 31 de enero de 2023, en algo más de dos meses, y entonces se verá si prorrogan o si se renegocian las condiciones. Todos los museos aportaron los datos a petición de este periódico, salvo el Museo Picasso Málaga que declinó responder a esta cuestión.
Aunque ahora bajaran los precios -como sucedió el mes pasado-, son muchos los máximos históricos acumulados en lo que va de año. Ningún presupuesto de ninguna institución había contemplado que la energía se encareciera hasta ese punto, lo que se traduce en un descuadre en las cuentas a menos de dos meses del final del ejercicio. «Estábamos cumpliendo los objetivos del presupuesto, generando más financiación privada que en años anteriores, manteniendo estable la aportación municipal. Hemos funcionado muy bien en taquilla, en patrocinios y en eventos, pero pese a todo eso no tenemos capacidad para cubrir el incremento», admite Javier Ferrer, gerente del Thyssen.
Para evitar un resultado negativo en diciembre, el Ayuntamiento aprobó el pasado octubre en junta de gobierno local una aportación extra a la Fundación Palacio Villalón, responsable del mantenimiento del Carmen Thyssen, de 218.916,58 euros para contrarrestar el gasto energético y hacer también frente al impacto del alza del salario mínimo interprofesional en el cuerpo de auxiliares de sala. En el caso del CAC, esperarán a finales de año para valorar en profundidad el golpe en las cuentas del centro y estudiar medidas para paliarlo.
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