«Lo que han conseguido es alargarnos la vejez, no la vida». Imagino a La Millones con un cardado recién salido de un capítulo de ' ... Dinastía', camisa blanca con cuello azul –o también viceversa– y un collar de perlas a juego con los pendientes. La Millones, a la que llevaron a la Residencia de Señoritas Peña Hincada con dos maletas con su ropa dentro. «Doblada con mimo –supones– por tus nueras, tan amables, tan serviciales, tan dispuestas e hijas de puta». Lo dice La Millones antes de repetir, como un mantra, 'Cría cuervos'.

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Y eso que a La Millones se le supone la más fina, con su silla de ruedas y sin apellido compuesto. Forma pandilla, manteniendo las distancias de la alcurnia, con la desmemoriada Socorro; La Enterradora y sus bichos; La Académica como una Penélope esperando a su comercial de enciclopedias; La Ciempiés y sus ofertas de último minuto; La Aparición, como la que no quiere la cosa… Todas en la Residencia Peña Hincada, porque justo hasta ahí han llegado.

Y hasta aquí ha llegado, por ahora, la prosa de Antonio Fontana, cocinero antes que fraile de la palabra. Tres décadas en el suplemento cultural de 'Abc', 19 años supervisando con mano firme y cintura ágil las páginas de libros y autor de cinco novelas. Con 'El perdón de los pecados' fue finalista del Premio Café Gijón en 2003 y 17 años después apura ese premio, ese café literario, con 'Hasta aquí hemos llegado' (Siruela), una novela de viejas arrumbadas por diferentes familiares y motivos en una residencia en el fin del mundo, que está en este. Y si el lector vive por aquí, quizá vislumbre por dónde puede andar Peña Hincada.

Porque Antonio hinca el pico y la pala del teclado cada día. Dice que escribir le cuesta horrores, aunque estas páginas parezcan recién salidas de cualquier conversación con nuestras madres y abuelas. El cansancio y la retranca, la belleza y el desengaño, la memoria y cierta melancolía al recordar que hasta aquí llegaron y lo que queda es a beneficio de inventario. Lo cantaba Dylan: «Cuando no tienes nada, no tienes nada que perder». Ni el pudor ni la vergüenza, porque estas señoritas de más de 80 son libres y anárquicas, fieras y deslenguadas.

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Siente Antonio que esta novela está unida con 'SoL poniente', Premio Málaga en 2017 y sobre ese asunto hablamos este miércoles, en una tarde ganada a la siesta y la pandemia. Una reunión en torno a un grupo de mujeres de vuelta de todo que esperan no se sabe bien qué, pero esperan, en un 'Decamerón' contemporáneo donde la paciencia no es la madre de ninguna ciencia. Como ellas, las señoritas de Peña Hincada, han dejado de ser madres, suegras y estorbos. Y así, como en un truco de magia, La Millones comprueba en su primer día allí que toda su ropa está ya bien doblada en los cajones de su nuevo armario. «Las rebequitas, el abrigo de marta cibelina, las bragas, los sujetadores, las fajas, los jerséis. La vida entera».

Cría cuervos.

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