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Si algo ha dejado la pandemia en el mundo contemporáneo es que el universo digital no tiene los límites de lo presencial en tiempos de crisis. La tecnología virtual también tiene su espacio en tiempos de normalidad, ya sea para romper las fronteras tradicionales de ... los museos, llegar a nuevos públicos o mejorar las visitas de los asistentes. «Salir de la burbuja artística» ha sido el principal eje del segundo bloque del simposio de CM Málaga, que se celebra este lunes y martes en el Palacio de Ferias y Congresos, y en el que el Museo del Prado ha tenido un gran protagonismo. Porque este templo de la pintura y principal pinacoteca de nuestro país, dispone una de las webs más innovadoras del ámbito expositivo, pero sigue conquistando nuevos espacios para dar a conocer su colección: también se ha apuntado a la red social TikTok y al mundo de los videojuegos con 'Animal Crossing', el título de simulación social de Nintendo.
«Toda esta información y trabajo del museo es importante divulgarlo en la web o en la última red social con la que estamos trabajando, TikTok», ha comentando el gaditano Javier Pantoja, jefe del Área de Desarrollo Digital del Museo Nacional del Prado de Madrid, que ha señado que hay un interés por llegar a públicos de edades que no son los habituales del museo y que la tecnología se ha convertido en el aliado natural. No obstante, el responsable, que ha sido presentado por el gerente del Museo Carmen Thyssen, Javier Ferrer, ha destacado que Internet y las redes sociales son solo las herramientas para el auténtico objetivo: «Por mucha digitalización y tecnología que tengamos, el uso que le demos a los diferentes medios se supedita a la colección del Museo del Prado para dar a conocer sus obras».
En esta línea, Irini Mirena Papadimitriou, directora creativa de FutureEverythin de Manchester (Reino Unido), ha empleado el término de «burbuja artística» para definir el museo tradicional supeditado a las salas de exposiciones y ha abogado por pensar el papel de estos centros culturales para que se conviertan en dinamizadores de la participación ciudadana y en generadores de pensamiento crítico y sostenible. «No estamos pensando en la próxima generación y en el impacto que nuestras acciones van a tener en el futuro y cómo podríamos hacer las cosas de forma diferente para inspirar el cambio», ha asegurado con tono crítico la experta, que también ha puesto el acento uno de los detalles expuestos por Javier Pantoja al supeditar la tecnología al servicio de los museos y no al revés. «No podemos dejar el diseño de estas herramientas y de la digitalización solo a técnicos e ingenieros», ha dicho Papadimitriou.
Por su parte, la sostenibilidad ha sido la gran protagonista del debate de este bloque. Su relevancia es tal que incluso el Consejo Internacional de Museos se propone este año revisar la definición de estos centros artísticos y añadir como uno de sus objetivos el «fomento de la sostenibilidad y la diversidad», como ha señalado la secretaria y Vocal de ICOM España, Koré Escobar. En la línea de su colega de Manchester, la experta ha puesto el acento en el poder transformador de los museos, aunque ha destacado la incompatibilidad de dos conceptos: la conservación preventiva de las colecciones y el equilibrio sostenible. Por ello, ha señalado algunas medidas que ya se aplican en la busqueda de reducir la huella de carbono, como la eliminación de papel en las comunicaciones e invitaciones a las exposiciones, o la renuncia a los transportes de obras por avión en favor de traslados por carretera que además sea compartidos por diferentes museos con sus respectivas obras en una suerte de bla bla car del arte.
La aplicación del museo y la sostenibilidad a la España vacía ha llegado con el artista, comisario y agroecólogo Fernando García-Dory, que ha usado la tecnología de forma práctica en el simposio para conectarse desde Alemanía por videoconferencia para hablar del proyecto 'Campo adentro', que ha rehabilitado una aldea e «igual producimos libros que quesos». Tomando como referente la economía de las abejas, artistas y paisanos han creado construcciones basadas en las colmenas que son a la vez proyectos artísticos que pueden ser visitados y habitados. Una experiencia que también se ha convertido en una exposición que ha visitado Italia y España.
Por su parte, Jaime Solano, fundador de la empresa tecnológica GVAM, puso sobre la mesa otra faceta de la tecnología, las audioguías, que ya fueron una revolución en los museos en los años 70. “Después estuvieron tocadas de muerte, pero ahora tienen más importancia que nunca”, ha señalado el experto con la combinación de estos dispositivos con apps e inteligencia artificial. “Hoy en día llevamos móviles que casi utilizamos como audioguías”, ha resumido de forma gráfica.
Esta segunda sesión de la jornada se ha cerrado con los casos prácticos. Así, Ricardo Maturana, CEO de Gnoss, abogó por la tecnología que no vende sino que hace “feliz” a los que la usan y puso en el centro del desarrollo a las ciudades al considerarlas “los ecosistemas culturales primarios en la era de internet y la inteligencia artificial”. Por su parte, Elisa Bailey y Elena Zaccagnini Caton, de ACCIONA Cultura, expusieron proyectos desarrollados como el Pabellón de la Sostenibilidad de la Expo de Dubai en el que tuvieron como “prioridad absoluta” la experiencia del visitante. “Lo nuestro es trabajar para el bien de la sociedad a través de la cultura y alimentar al público con ideas en lugar de darle la información masticada”, subrayaron.
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