Violeta Salama, la última 'Alegría' del cine en Málaga

Salama vive en Málaga desde los 13 años y hoy día reside entre Chilches y Benajarafe. Aunque es una chica de mundo. Nació en Granada en 1982 y con dos años se fue con su familia a Melilla. Además ha vivido en Madrid, Barcelona y Vancouver (Canadá). Un periplo en el que ha ido escalando en la película de la industria del cine. «Cuando volví a España, tuve que volver a empezar como meritoria llevando los cafés en 'Amar en tiempos revueltos'», cuenta la cineasta que, con la meta puesta en la dirección, pasó por auxiliar de producción, script, ayudante de realización... A los 30 años se propuso dar el paso y dirigir su propio proyecto, pero pensó que ya era demasiado tarde para empezar por el corto –independientemente de su duración, levantar un filme suele llevar años de preparativos antes del rodaje–, por lo que se lanzó directamente al largometraje con una historia que le quedaba cerca. «Melilla era la parte exótica que yo podía contar, por lo que recogí mis historias familiares y las convertí en ficción», explica Violeta Salama, con la que quedamos para las fotos ante el indudable símbolo en Málaga de la ciudad que protagoniza su película: el Melillero.

Desde que comenzó con 'Alegría' han pasado ya ocho años. Y le ha dado tiempo a (casi) todo. «Hubo momentos en los que pensé hacer un proyecto más pequeñito, pero ésta era mi historia y al final ha salido por cabezota», sostiene Violeta Salama que en este proceso ha cambiado cuatro veces de productor, regresó a Málaga hace seis años y ha tenido dos hijos. El parto de la película está siendo más largo para ya lo tiene todo para ser el tercero.

La película narra la historia de Alegría, una mujer atea de origen judío que vuelve a la casa familiar de Melilla, donde se recuentra con amigas musulmanas y cristianas. Venía buscando tranquilidad pero de pronto le invade la familia de su hermano que también regresa de Israel para casar a su hija. «En esta película está representando el Al-Andalus que todos llevamos dentro y que se ve particularmente en Melilla ya que en apenas 12 kilómetros cuadrados conviven tres culturas que son capaces de celebrar de manera oficial Jánuca, Ramadán y Navidad», afirma la directora, que considera que la etiqueta del feminismo no es la adecuada para su comedia del subgénero de bodas.

«Las protagonistas son mujeres con sus contradicciones que quieren salir del camino que se les ha marcado, pero más que feminista es una película femenina porque vivimos con ellas sus intereses, lo que sienten, lo que traman y cómo se defienden», apunta Violeta Salama que no se olvida de citar a su coguionista, la malagueña Isa Sánchez, que «entendió desde el primer momento la película que estaba en mi cabeza».

Más combativa se muestra Salama cuando habla en primera persona de su experiencia en el cine. «Ser mujer no importa salvo cuando eres madre. Noté un cambio bestial como si pensaran que de pronto mi prioridad no iba a ser la película y dejaron de llamarme para currar», explica la cineasta que sostiene que «ser mujer y madre te perjudica porque ya no te ven como una profesional». Por ello, siempre le estará agradecida al director Manuel Martín Cuenca que, pese al embarazo, la contrató para rodar en Sevilla 'El autor'.

Sobre el reparto de 'Alegría', la directora no suelta prenda. De hecho llama sobre la marcha al productor, Olmo Figueredo (La Claqueta), para consultarle si ya puede anunciar el reparto, pero todavía no hay luz verde. Lo que sí tiene claro Salama es que el rodaje en Andalucía tiene que ser en Málaga. «Cuando trabajé en la serie 'Malaka' me hice un master en localizaciones y voy a rodar aquí con mi equipo», anuncia la directora, que añade que su productor prefería filmar en Sevilla. «Pero ya tengo convencido a Olmo que me ha dicho que sí para no pelear más conmigo», cuenta con una sonrisa burlona, mientras un pitido portuario parece darle la razón, a la vez que pone el punto final a la charla. Es el Melillero que zarpa puntual a la hora de comer.