Santiago Segura

«Prefiero alegrar la vida a la gente hoy que pasar a la posteridad»

–Quinto verano con una comedia familiar en cartelera. Esto empieza a ser un clásico.

–Es mi deseo. Si no me pasa nada malo, yo creo que podría estar así toda la vida. Me encanta tener una cita veraniega. Que alguien me diga «si no hay película tuya, no hay verano», como me dijo uno el otro día, es impresionante.

–¿No echa de menos el cine con adultos?

–No, para nada. Me hace tanta ilusión porque sale mi hija. Me lo paso muy bien. Además, me da tanta pena que crezca... Es como una especie de cápsula del tiempo. Yo ahora veo el primer 'Padre no hay más que uno' y pienso «madre mía, qué pequeñaja era».

–¿Sirena, su hija, ya le da consejos?

–Sí, sí, es bastante echada para adelante. A veces le digo «hija, deja que...»

–¡Qué el director soy yo!

–No, no. Me respeta más como director que como padre, lo cual me parece bastante triste. Pero me encanta (Coge el móvil de la mesa y hace 'scroll' por la pantalla). Estoy buscando una foto suya para que veas cómo ha cambiado.

–Y lo bonito de esto es que quedará registrado para siempre.

–Claro, claro. Yo miro las películas y para mí son como esas que se hacían cuando salieron los primeros Tomavistas y te ibas de vacaciones a Cabo de Palos. Esas películas familiares las hago yo pero a lo grande, y lo que me gusta es compartirlas con tanta gente.

–Con la primera película comentaba que a Sirena le llegaban propuestas para otros trabajos, pero usted lo rechazaba. ¿Sigue con la misma postura?

–Sí, ayer mismo me ofrecieron un anuncio para navidades y dije que no. Yo no quiero hacer negocio con la niña y no está en una edad en la que ella pueda decidir esto sí, esto no. Una película al año, donde pierde 10 o 12 días de clase, lo sigue viendo como un divertimento. Y le enseña cositas como la disciplina de aprenderse el guion y trabajar con sus compañeros.

–Imagino que usted como padre no tiene nada que ver con su personaje.

–Hombre, siempre hay cosillas. Igual que en Torrente, por ejemplo, no encontraba nada que me identificase con él, con Javier un poco sí, porque no somos perfectos. Hay muchas cosas que no logras hacer bien, como conciliar. Es difícil y me gustaría hacerlo mejor. Reflexionas un poco sobre eso, sobre los fallos que tienes.

–A las madres siempre se les ha exigido la perfección. A los padres quizás no tanto...

–Mi madre, cuando fuimos mayores, me dijo «perdón hijo si no lo he hecho bien, pero lo he hecho lo mejor que he sabido». Yo casi lloraba, ¡me dio una ternura! Le dije «mamá, lo has hecho impresionante». Lo recuerdo y me voy a poner a llorar. Y luego, cuando he sido padre, me he dado cuenta de que tienes siempre una sensación de que todo lo que hagas es poco. ¡Mira! (acaba de encontrar las fotos que buscaba en el móvil) ¿Tú crees que esta carita no es como para que sea siempre así? Ese muñeco ya no está, ahora es una niña cada vez más larguirucha. Ya son nueve años.

–Lo bueno de esto es que en la calle ya no será el de 'Torrente' sino el de las comedias de verano.

–Da un poco igual. Al final todo tiene mucha importancia en el momento y en cuanto pasa un día o dos... y no hablemos de cuando pasan años. Con las películas no pienso en pasar a la posteridad o perdurar, yo prefiero el divertimento, alegrar la vida a la gente hoy. Mañana no sé.

–¿No quiere dejar huella?

–A ver, una huella... Por ejemplo, a día de hoy sigo viendo 'La gran familia' y me da unos puñetazos en el pecho de recordar cómo vestían, cómo eran mis padres, cómo era España. Eso me emociona. Por eso a mí me gusta meter siempre un poquito de costumbrismo en las películas, cosas que ahora nos afectan. Sí pienso que, a lo mejor dentro de 20 años, los niños que vean 'Vacaciones de verano' la puedan volver a ver como yo 'Los Goonies' y todavía sonrío. Me haría ilusión que mis películas dejaran un buen recuerdo, una huella de algo agradable, no trascendente o que me ha marcado para toda la vida. Y que me recuerden como un tío que ha mejorado algo tu vida, que te ha hecho sonreír.

–Sus taquillazos han pasado ya a la historia del cine español.

–'Torrente' es la película más taquillera del siglo XX

–Eso ya no se lo va a quitar nadie. Está claro que tiene el aval del público. Pero también cuenta con una legión de 'haters'.

–Me lo decía un amigo famoso: «Si veo los tuits a las once de la noche en mi casa me creo que soy un tío odiado. Luego salgo a la calle y son todo fotos, abrazos, besos». Y a mí me pasa lo mismo. Yo en la calle no veo ningún odio, cero, pero es verdad que puedes llegar a obsesionarte con ese mal rollo. Yo he profundizado un poco en la imagen del 'hater' anónimo y de verdad que no siento animadversión. Me da incluso pena. Lo que sí me parece un poco raro son los 'haters' con cara y ojos, eso sí me da rabia. ¿Por qué esa inquina? ¿Hay algo más fácil de ignorar que una película?

–Tiene un 'hater' muy famoso, Guillermo Toledo. Le ha llamado codicioso tras la sentencia de Hacienda.

–Una vez le dije a Penélope Cruz «no conozco a nadie que sea tan ambiciosa como tú». Y se enfadó muchísimo, pero sin ambición no se llega a ningún sitio. Ambicionar cosas me parece bien. Ser codicioso es asqueroso. Que un procedimiento administrativo de 2016 se tergiverse así. ¿A qué viene esta noticia hoy en día?

–¿Qué ha pasado exactamente?

–Lo he explicado mil veces, estoy harto. Yo quiero promocionar mi película y estoy justificándome como si hubiera hecho algo. Pero te lo explicaré. En el 2011 y en el 2010, cuando la bonanza de 'Torrente', los asesores aplicaron una norma. Entonces, cuando en 2016 nos hicieron una inspección, Hacienda dijo «en está norma hay una ambigüedad, no se puede aplicar así. O sea que tenéis que pagar 826.000 euros». Nosotros no estábamos de acuerdo en eso. Entonces se provee el dinero y se pasa a un juicio en el Tribunal Económico. El Tribunal Económico dijo que no había lugar a multa porque no había sido con intención de defraudar, no había fraude fiscal. El siguiente paso era la Audiencia Nacional y después tienes el Tribunal Supremo.

–¿Va a recurrir?

–Por supuesto. ¿Tú sabes en 2020 cuánta gente tuvo contenciosos administrativo con Hacienda? 223.000. ¿Sabes cuántos casos ha ganado el contribuyente? La mitad.

–¿Le preocupa que esto afecta a su imagen?

–Sí. Hay amigos que me escriben diciéndome que lo sienten. Y yo les digo que no lo sientan, que no me ha pasado nada.

–¿Ve intencionalidad en que esto haya salido ahora?

–Ya me ha pasado ya dos o tres veces cuando voy a promocionar algo y voy a estar todo el día hablando con gente. Es un 'clickbait'. Pero hay tanta información, tanto ruido, que lo que necesito es ese pequeño recuerdo: comedia familiar, 'Vacaciones de verano', 6 de julio. Y ya la gente puede ir o no ir, pero que lo sepan. Esa información para mí es vital.