El rodaje sonoro también se hace ya en Málaga

«Málaga es una lugar para rodar y se le está dando mucha promoción, pero para la postproducción cada vez hay más servicios y, en el caso de diseño y montaje sonoro para la gran pantalla, somos los primeros», cuenta el especialista en efectos sala y editor Luis Jiménez que, tras casi dos décadas trabajando en los rodajes, ha creado con Antonio Sánchez y Daniel Muñoz el estudio Malaka Sound. Tras dejar su huella sonora en 'Siempre fuerte. La historia de Pablo Ráez' y 'La mancha negra', han asumido su mayor reto profesional con la película 'Contando ovejas', en la que llevan trabajando desde octubre en el diseño y los efectos de sonido de cada fotograma. Desde una sirena a los ladridos de los perros, pasando por la lluvia que cae sobre la casa en la que se centra la trama del filme.

«Ha sido lo más difícil porque en esta película llueve mucho y tuvimos que crear diferentes sonidos para cuando el agua golpeaba en una ventana, en una pared, en el techo, en otra habitación diferente a la que se encuentran los personajes o cuando desciende por los bajantes...», enumera Luis Jiménez, que le cede el mérito en este húmedo apartado a su colega y diseñador de sonido Antonio Sánchez que aprovechó que en Málaga tronó en abundancia entre octubre y noviembre para dedicarse a grabar la lluvia caer sobre múltiples superficies para después llevarla a la película. «Es increíble como de algo tan básico han hecho un trabajo tan increíble y diferente», apunta el propio director José Corral.

'Contando ovejas' está protagonizada por dos ganadores del Goya, Eneko Sagardoy y Natalia de Molina, aunque el cineasta explica que la casa es un «personaje más» y los que han hecho que el edificio hable en la película son precisamente los creadores de Malaka Sound. La película narra la historia de un joven que no puede dormir porque en el piso de arriba vive un traficante de drogas que solo hace organizar fiestas. Al insomnio del protagonista se unirán tres personajes que le «ayudarán de aquella manera», resume la sinopsis el propio Corral que, junto al productor Pedro Hernández encontró en Madrid esta casa en la que se ambienta el filme la tarde antes de decretarse el confinamiento del año pasado.

Con todo preparado, José Corral se lanzó a rodar en la desescalada veraniega de 2020, al contar con la coproducción de Aquí y Allí Films, la compañía andaluza Lanube y la argentina Wanka. Una filmación a la que, para su sorpresa, se apuntó Natalia de Molina. «Le mandamos el guion a su representante Ruth Franco y nos dijo que sí. ¡La cara que se nos quedó!», cuenta el realizador, al que le hubiera gustado llegar a tiempo para el próximo Festival de Málaga. «Gané la Biznaga de Plata al corto de animación con 'Dawn by Love' y me hacía ilusión volver, pero la cinta no estará lista hasta finales de año», se lamenta.

A punto de concluir todo el diseño de audio, la coordinación del doblaje y los efectos sonoros, Jiménez recuerda el día que acabó sangrando cuando grababa unas pisadas de animal. «Estaba usando unas conchas y comenzaron a partirse y a hacerme heridas en las manos, pero estaba tan metido que no quería parar pese a que estaba todo perdido de sangre», relata el técnico que considera que este encargo ha sido una «película caramelo ya que es con la que más hemos exprimido el mundo sonoro». El director les da la razón. «En 'Contando ovejas', además de lo que el espectador ve en pantalla, ocurren cosas al mismo tiempo en el resto del edificio y eso nos lo cuentan ellos con el sonido», corrobora José Corral, al que esta película le suena muy bien.