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«¡No me he traído los rotuladores!», exclama Noemí Ruiz como aquel niño del anuncio que se olvidaba los donuts cuando iba al cole. La comparación no va descaminada porque, de hecho, la actriz también vuelve a la escuela ya que en el decorado ... que le rodea hay una pizarra, sillas que parecen pupitres y una gran mesa sobre la que descansa numerosos ejemplares de un libro de texto que en realidad es un guion que lleva el rótulo en mayúsculas de 'La mancha negra'. Los compañeros de clase no tardan en arrimarle unos cuantos marcadores de colores chillones para que Ruiz subraye las intervenciones de su personaje. Aunque si esta película tuviera un color como imagen de marca ese sería el del título: el negro. Porque todos los personajes tienen algo oscuro que guardan y esconden. Como Pablo Puyol que encarna al protagonista de esta cinta y que ayer se vio por primera vez con todo el elenco principal en los ensayos de este «thriller rural», como lo denomina su director, Enrique García, que ha reunido a lo «mejor» de varias generaciones de actores malagueños y andaluces para esta cinta que, «con todos los respetos», rescata la esencia lorquiana de 'La casa de Bernarda Alba' para pasarla por la ética y la estética de Tarantino.
La Bernarda de esta película responde al nombre de Doña Matilde y está encarnada por toda una institución del teatro andaluz, la sevillana María Alfonsa Rosso. La actriz luce gafas de sol porque se ha operado de «algo típico de mi juventud, las cataratas», bromea antes de sentarse al lado del director en la 'mesa italiana' para la lectura colectiva del guion. «Ella, como Cuca Escribano, Juanma Lara, Virginia DeMorata, Virginia Muñoz y Anibal Soto ya estaban en el primer guion que escribimos –se refiere a la coguionista Isa Sánchez– hace más de diez años», explica Enrique García que, con todos los actores a su alrededor, toma la palabra y confiesa que son su «elenco soñado». Un reparto que ha tardado más de una década en unir, pero al que el tiempo ha ido añadiendo nombres a lo largo de los años, como Joaquín Núñez, Miguel Guardiola, Noemí Ruiz, Natalia Roig, Ignacio Nacho y Pablo Puyol, que encarnará finalmente el papel para el que se había barajado a Antonio de la Torre.
«Me llegó el guion a finales del año pasado pasado y, en cuanto lo leí, le dije a Enrique que quería estar dentro del proyecto», reconoce el actor Pablo Puyol, que hace ya un par de temporadas que se volvió a Málaga a residir, «aunque estoy todo el día en el AVE». El último empleo se lo ha buscado cerca de casa ya que a partir del 1 de julio rodará 'La mancha negra' en Antequera, Mollina y Fuente de Piedra, donde se encuentra el escenario principal de esta película negra, negrísima, sobre una familia influyente de un pequeño pueblo y algunas cuentas por saldar. Empezando por la matriarca Doña Matilde que en la primera escena se lleva un secreto a la tumba. «Pero su personaje no se va... sino que está latente toda la película», avisa Puyol.
El malagueño se mantiene callado en la primera escena, en la que se plantea no solo el misterio, sino también ese tono asfixiante del drama que va a desencadenar el 'thriller'. Puyol entra en escena tras los títulos de crédito de 'La mancha negra' y el rótulo que nos sitúa en el pueblo imaginario de Aljarria en la España tradofranquista de 1971. Conduce un Mercedes para encontrarse con su familia en el entierro de su madre. Vuelve el hijo pródigo, aunque su única intención es coger lo que es suyo e irse. Pasar allí unas pocas horas. Que son las mismas en las que transcurre esta película que conforme avanza la lectura se va calentando. Aunque tal vez no tanto como lo que será el propio rodaje. «En julio y en Antequera vamos a pasar una mijita de calor», apunta Puyol, que destaca que la trama es «muy coral» y todos tienen su momento.
Reunidos en la oficina de la productora de Dylan Moreno, Marila Films, la mesa italiana deja claro lo que avanza el actor malagueño, porque todos han ido colocando sus frases en el momento justo y apropiándose de las escenas. En poco más de hora y media se han ventilado el guión de corrido hasta que la voz ronca de Juanma Lara ha dicho la última palabra. Que no se puede repetir sin hacer 'spoiler'. Aunque no traiciono a nadie si digo que ese final es negro como una mancha que nunca sale.
Pablo Puyol sonrie. «Es que esta película es una unión de actores de Málaga de toda la vida y se está notando en los ensayos», confiesa el actor, que espera unir en breve su protagonismo en 'La mancha negra' a su selección final para el reparto del musical con el que Antonio Banderas inaugurará el Teatro del Soho, 'A Chorus Line'. «En Málaga todo suma y este teatro va a poner la ciudad en un sitio muy especial», sostiene Puyol que no esconde su ilusión por formar parte de este proyecto. Antes de ponserse a rodar el 1 de julio, el malagueño tiene además una agenda completa: este sábado actual en el Teatro Cervantes con 'Muerte en el Nilo' y el día 27 se pasará por La Cochera Cabaret con el 'show' musical 'Venidos a menos'.
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