Paco Arango, al más puro estilo Santiago Segura, promociona su nueva comedia familiar, 'Mi otro Jon'. Marilú Báez

Paco Arango: «Mi próxima película será con Paco León, aunque él todavía no lo sabe»

El cineasta y filántropo preestrena en Málaga 'Mi otro Jon', su nueva comedia familiar y benéfica. Sus películas ya han recaudado 10 millones para niños con cáncer

Sábado, 7 de octubre 2023, 00:05

Será por su pasado como músico, pero Paco Arango (México, 1966) es el hombre orquesta del cine. Director, productor, guionista, compositor, actor y primer publicista de sus películas al estilo Santiago Segura, con el que además comparte ese género poco común en nuestro cine de ... la comedia familiar. Lo que hace único a este cineasta es que sus películas son benéficas y la recaudación se entrega a la Fundación Aladina que lucha contra el cáncer infantil y de la que el propio realizador es presidente. Algo que lleva muy a pecho como se ve en la camiseta que lleva puesta para la entrevista. Hijo del fundador de la cadena VIPS y presidente de la Fundación Princesa de Asturias, Plácido Arango, Paco dice que tiene su «ego domado» y que atrás quedaron sus tiempos de famoseo y 'rock star'. Ahora se reivindica como director con una filmografía de tres películas que han generado diez millones de euros con fines solidarios y que espera aumentar con la comedia 'Mi otro Jon', que ayer preestrenó en el Albéniz con la colaboración de Malas Madres. El próximo 20 de octubre la cinta se estrena en toda España.

Publicidad

–¿Cómo calificamos la película? ¿Comedia solidaria?

–Hay un término americano que es la dramedia, una comedia con un toque de drama, pero yo digo que es una comedia que te roba el corazón, porque te ríes, pero también te roba el corazón.

–Se lo preguntaba porque todo su cine tiene un fin benéfico.

–Intento que la gente salga del cine con ganas de recomendar la película porque le ha emocionado. El cine es la última sesión de hipnosis que tenemos y, si la película es buena, tú estás en silencio y cautivo. Intento brindar al público lo que he aprendido y la caridad es lo más bonito que podemos hacer. Con mis películas, la gente sabe que yendo al cine está ayudando a un niño y la disfruta el doble.

El director destaca que sus películas han generado unos beneficios de 10 millones de euros que se han invertido contra el cáncer infantil. Marilú Báez

–Esa solidaridad también se expresa en la película con los habitantes de La Palma.

Publicidad

–Tenía que ir a rodar al mar y escogí La Palma porque el volcán se ha apagado, pero lamentablemente la gente sigue igual de fastidiada y hay miles de personas sin hogar. Fuimos a rodar allí y la última canción de la película, 'Vamos a La Palma', está compuesta e interpretada por mí. He vuelto a cantar después de muchísimos años por arropar la isla.

–En nuestra última entrevista me dijo que hay que ser «imbécil profundo» para dedicarse al cine, pero aquí sigue.

-Ja, ja. Sigo igual de imbécil y de profundo. Y además soy el rey de los imbéciles, porque soy el único loco del mundo que decide que todos los beneficios van para niños con cáncer. Y eso quiere decir que no recupero la inversión de la película. Es a fondo perdido. Pero tiene que haber más imbéciles, porque he recaudado ya más de 10 millones de euros por todo el mundo con mis películas que no solo generan dinero, sino también conciencia que es muy importante.

Publicidad

Fundación Aladina

«He perdido a demasiados niños con cáncer, pero he visto milagros en los hospitales»

–¿Y cómo finanza sus películas?

–Pues con otro imbécil que se llama Paco Arango. Les va a sonar muy cursi, pero no te puedes imaginar lo que recibo a cambio por hacer esta locura. He recibido bendiciones increíbles. Tras la inversión, lo paso muy mal hasta que no ocurre la bendición. Ahora mismo lo estoy pasando fatal. Pero luego siempre ocurre algo. Mira, por ejemplo, mi Fundación Aladina, con 18 años de existencia, vive de las aportaciones de sus afiliados y ya estamos en 25.000 socios y subiendo, que son muchos. Pero cada vez que hago una película los socios se disparan. Fíjate que maravilla que no es solo el dinero de la taquilla, sino también la Fundación y que la gente la conozca. Con Aladina estamos en 20 hospitales públicos, hemos hecho UCIs, centros de trasplantes, traído niños de Ucrania… somos el mayor enemigo que tiene el cáncer infantil en España. Al menos, uno de ellos.

–¿Lo benéfico y lo artístico conviven bien?

–Hemos donado más de 10 millones de euros gracias a las películas. La segunda –'Lo que de verdad importa'–, que fue la que más recaudó, se puso incluso el número uno de EE UU y reventó la taquilla en seis países. Y eso es una gran alegría para mí, porque en el fondo soy cineasta. Es muy gracioso porque cuando dices que es benéfico la gente piensa que es mala o no es de verdad. Cuando me preguntan si los actores trabajan gratis, explico que no y que esto es cine. Lo que pasa es que extraordinariamente esta película genera dinero para niños. Nadie me lo reconoce y cuando yo no esté en este mundo me darán crédito. No pasa nada.

Publicidad

–Su cine practica el género de la comedia familiar y amable. Va con su camiseta de Aladina y recuerda a Santiago Segura al que tampoco le reconocen su cine.

–Qué se me pegue, qué se me pegue el éxito de Santiago, que es un gran amigo y un gran colaborador de Aladina. Es un crack y tenemos que aprender de su márketing. Yo lo hago por los niños.

Público

«Si la gente sabe que con mis películas puede ayudar a un niño con cáncer, la disfruta el doble»

–¿Por qué no se hacen más películas para todos los públicos en nuestro país?

–No es tan fácil como parece. Las películas de acción o de miedo tienen más taquilla normalmente. Santiago Segura ha encontrado una fórmula y yo me reía con él porque le decía que está haciendo tantas películas de padre que pronto va a tener que hacer de abuelo. En mi caso, es un cine que intenta cuidar las formas para que mi mensaje llegue a todo el mundo.

Publicidad

–¿Lo suyo es cine de autor?

–Sí y más en esta película que está inspirada por mi madre. En 2021, con 87 años, me dijo: 'Mira Paco, me duele tanto el cuerpo que le pido a Dios que me lleve'. Me lo decía todo el tiempo y un día, pinflado de vino, quise hacerla reír y le dije: 'Mira mamá, hay un lugar donde te alquilan cuerpos y durante tres días no te duele nada, pero lamentablemente estás en lista de espera porque he llamado y solo le quedan camioneros vascos'. Ella nació en Santurce y su carcajada fue tal que esa historia fue creciendo hasta la película. Recuperé a la Carmen Maura traviesa que todos conocemos y me rodeé de un elenco maravilloso. Mi madre falleció tres meses antes del rodaje y por eso en la película hay un avatar que lleva su nombre, Maite. Así que absolutamente es cine de autor.

–Estamos en época de nominaciones a los Goya. ¿Alguna vez piensa en los premios?

–Me nominaron a tres Goyas por mi primera película, pero no gané. Los Goya son un caramelo y sería todo un honor ser nominado. El ego lo tengo domado, pero si lo gano lo sacaría a bailar. ¿Quién no quiere un Goya?

Noticia Patrocinada

–Usted tuvo una época de famoseo y revistas del corazón. ¿Ese es el ego que ya tiene domado?

–Se vive mucho mejor detrás de la cortina. Ahora estoy haciendo cosas útiles. Por ejemplo, también he sacado un vino que se llama 'Maktub', como mi primera película, y es el primer vino que existe que es benéfico. Todo lo generado por esa botella va a los niños con cáncer. Habrá muchos vinos y mejores que el mío, pero con el karma que este tiene, imposible.

–¿Dejar la música es su vocación frustrada?

–No, publiqué cinco discos y tuve una carrera exitosa, pero esa fue una época de mi vida. Sigo componiendo y, para la canción de la película, intenté convencer a Aitana de que cantase. A la tercera persona que me dijo que no, me lancé yo a cantarla. Pero yo soy cineasta y la música se queda en segundo plano.

Publicidad

El inquieto Paco Arango también ha lanzado un vino que tiene igualmente un destino benéfico. Marilú Báez

–En la película tiene un cameo Mariano Rajoy, que no es precisamente un hombre fotogénico. ¿Cómo lo convenció?

–El personaje de María José Alfonso cuenta que una vez soñó que tenía una casa en Hollywood, pero en lugar de estar casada con un pibón lo estaba con Mariano Rajoy. Entonces me pregunté si haría un cameo por el bien de los niños y, como conocía a un buen amigo suyo, le pedí ayuda. Y dijo que sí. He dirigido a muchos actores, pero nunca a un expresidente de España. Con Rajoy ha sido una experiencia única. Fue simpatiquísimo y le estoy muy agradecido.

Publicidad

–¿Y con Ana García Obregón?

–Ana y yo nos conocemos de toda la vida. Cuando yo era cantante incluso hizo un videoclip mío. Ana rompió su luto por la película ,porque ella perdió un niño con cáncer. Si alguien sabe lo que es esto, es Ana y hace un tándem precioso con Macarena Gómez. Ha sido una gran alegría verla sonreír otra vez.

Los premios

«El ego lo tengo domado, pero si gano un Goya lo sacaría a bailar»

–Usted tampoco se ha resistido a salir en la película.

–Soy actor y en este caso lo hice por mi madre. Nací en México, donde nos reímos de la muerte. Por eso interpreto al dueño de una funeraria vip que se llama Si te Mueres, Hazlo Bien.

Publicidad

–'Mi otro Jon' trata la muerte, pero siempre en positivo.

–La película te dice que la vida hay que comérsela con patatas y que lamentablemente todos nos vamos a morir, así que vamos a disfrutarla. Todos tenemos penas, pero también alegrías y eso hay que resaltarlo.

–El filme habla de reencarnación y vida eterna. ¿Hay un fondo cristiano?

–Yo tengo fe, una fe tremenda. Tuve el don de la fe porque vengo de cero educación religiosa.

–Su padre era ateo.

–Así es. He perdido demasiado niños con cáncer y ahí podría cargar la mano contra un dios, pero también te digo que he visto milagros en los hospitales. Intento brindar esa esperanza en mis películas para que la gente que no crea deje la puerta abierta, porque yo no sólo creo, sino que sé que hay algo después.

–¿Y que será lo siguiente?

–Estoy escribiendo una película para el año que viene. Es preciosa y la protagoniza Paco León, pero él todavía no lo sabe. Así que le voy a convencer. Y también tengo una serie de televisión.

–¿Y nunca piensa que todo ese dinero que invierte en el cine sería más rentable en otra industria con menos riesgo?

–Yo voy al 100% de pérdidas, pero al final el que gana no soy yo, sino los niños. La locura y el miedo se convierten en un salto sin paracaídas, pero luego algo ocurre que siempre llego sano y salvo a tierra y me doy cuenta del bien que he hecho. Si lo pensara, no lo haría. Pero te repito, tiene que haber más locos como yo.

Publicidad

–¿Y alguna vez haría cine a secas?

– No. Yo sólo hago cine para los niños con cáncer. Ese es mi compromiso y eso no va a cambiar.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad