![¿Qué malagueños han ganado el Goya?](https://s2.ppllstatics.com/diariosur/www/multimedia/201902/02/media/cortadas/premios-goya-kXeB-U70494917659spC-624x385@Diario%20Sur.jpg)
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«¡Tengo un pellizco!», acertó a decir con desparpajo María Barranco con el Goya en una mano y la otra en el estómago cuando subió a recoger el galardón en la tercera gala de los premios de la Academia de Cine en 1989. Su cara de nervios en los momentos previos a escuchar su nombre era un poema y el símbolo de lo que ya suponían entonces estos cabezones para la profesión. Su inolvidable e inocentona Candela de 'Mujeres al borde de un ataque de nervios' tuvo recompensa para aquella actriz que empezaba en el cine y que Almodóvar encumbró con papeles que explotaban su talento para la comedia. Barranco fue la primera malagueña en ganar esta distinción, aunque no la pionera en llevar el premio ya que el año antes el Goya de Honor fue para otra inolvidable cómica, la marbellí Rafaela Aparicio.
Tanto Barranco como Aparicio pueden presumir de ser las malagueñas con más premios de la Academia, dos en cada caso, aunque hoy Antonio de la Torre se podría unir a ellas si gana suma su segundo Goya por 'El Reino' o por 'La noche de 12 años'. Pero echando la vista atrás, lo indudable es que el camino de estos galardones para los malagueños de cine tiene nombre de mujer y particularmente de actrices, ya que tuvieron que pasar casi dos décadas para que el primer intérprete masculino se subiera al escenario a recoger un galardón. Aquí están esos Goya que hicieron historia:
1988 y 1990
La Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España no tardó en acordarse de esta actriz imprescindible de la comedia española. Rafaela Aparicio recogió en la segunda gala, celebrada en 1988, el Goya de Honor a su carrera que recibió de manos del cineasta Luis García Berlanga y con el auditorio puesto en pie. Emocionada, la actriz marbellí tiraba de ingenio y comenzaba diciendo: «Esto es mucho para una mujer tan chica». Pero Aparicio era enorme y con una filmografía de decenas de películas que la convirtieron en la primera malagueña en recibir el premio que además no fue el único ya que un par de años más tarde se llevaba con todas las de la ley su segundo Goya, esta vez a la mejor actriz protagonista por 'El mar y el tiempo', de Fernando Fernán-Gómez. Tenía 83 años, pero decía que se sentía «joven» porque no paraba de trabajar.
1989 y 1991
Con un pelo rubio platino, María Barranco se hizo con su primer Goya a la mejor actriz de reparto por la almodovariana 'Mujeres al borde de un ataque de nervios', arrebatándole el galardón a una de sus 'nerviosas' compañeras de reparto, Julieta Serrano. Premiada con solo 27 años –sigue siendo la más joven en ganar en esta categoría–, dos años más tarde la malagueña volvía a llevarse el galardón en este mismo apartado por su papel de transexual en la película de Bigas Lunas 'Las edades de Lulú'.
1989
Enamoró a millones de espectadores, hizo derramar lágrimas a varias generaciones con sus dramones, divirtió con su presencia pizpireta y canciones y hasta Hitler quiso cenar con ella cuando rodó en Alemania. Al año siguiente de Rafaela Aparicio, otra malagueña, Imperio Argentina, recibía el Goya de Honor a su trayectoria y, pese a la pulmonía que traía de Málaga, se venía arriba y se emocionaba por el homenaje de la Academia que reconocía sus inolvidables intervenciones en clásicos de nuestro cine, como 'Morena Clara', 'La hermana San Sulpicio', 'Ama Rosa' y 'Tata mía'.
1992
La antequerana Kiti Mánver tampoco tuvo que esperar mucho para recibir su primer Goya. Mientras España se preparaba para celebrar la Expo de Sevilla y las Olimpiadas de Barcelona, la Academia premiaba a la actriz por su papel de reparto en 'Todo por la pasta', un trepidante 'thriller' de Enrique Urbizu. Entre las nominadas también estaba esa edición María Barranco ('El rey pasmado'), pero aquel año le tocaba a Kiti.
1996
Aunque madrileña de nacimiento, Victoria Abril presume de malagueña ya que creció y vivió en Benajarafe, donde sigue manteniendo su refugio. Ocho veces candidatas al Goya, esta actriz aguerrida, atrevida y contestataria se llevó el premio a la mejor protagonista por su desesperada Gloria Duque de 'Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto', pero no apareció a recogerlo. Al escenario subió el director, Agustín Díaz Yanes, que tampoco traía mensaje de la ganadora y se limitó a dar un «muchas gracias». Genio y figura.
2007
A una década sin premios malagueños puso fin un todavía desconocido Antonio de la Torre, que se llevó el Goya con su primera nominación a actor de reparto por 'AzulOscuroCasiNegro', que le abrió definitivamente las puertas de la gran pantalla. Su talento ha sido recompensado desde entonces con doce nominaciones más –cuatro de ellas dobles a actor protagonista y secundario–, aunque con poca fortuna. Una racha que parece puede romper este año ya que figura como claro favorito como intérprete principal de 'El reino', aunque también aspira al doblete por el personaje de reparto del drama carcelario 'La noche de 12 años'.
2013
Las puertas del cine también se abrieron de par en par para el veterano actor malagueño Joaquín Núñez cuando en 2013 se llevó el Goya al actor revelación por 'Grupo 7'. Le daba la réplica a Mario Casas y a Antonio de la Torre con su papel de policía bonachón y corrupto que limpiaba las calles de Sevilla antes de la Expo 92. Un papel dramático que descubrió a un versátil actor dotado también para la comedia y que no se olvidó de dedicar su premio a su «parroquia de Málaga».
2015
Presentador de la gala de entrega de los Goya de 2015, Dani Rovira reventó la taquilla con 'Ocho apellidos vascos' y salió doblemente triunfante de la ceremonia de la Academia con sus divertidas intervenciones y el premio al actor revelación por la popular película de Emilio Martínez Lázaro. Para el recuerdo dejó su mención a las albóndigas del bar Hermanos Rodríguez del barrio de la Paz, adonde acudió el entonces ministro de Cultura, Íñigo Méndez de Vigo, a probarlas. Rovira volvió a conducir la gala los dos siguientes años.
2015
Pese a ser nominado en cuatro ocasiones, nuestro actor más internacional, Antonio Banderas, jamás recibió el Goya. Entre otras cosas, porque desde comienzos de los 90 su carrera transcurrió en Hollywood. La Academia quiso poner fin a esa cuenta pendiente con su estatuilla de honor que el actor recibió con un aplaudidísimo discurso en el que anunciaba una nueva etapa en su vida en la que volvía al cine español sin dejar las producciones internacionales. El próximo 22 de marzo estrenará 'Dolor y gloria', su feliz reencuentro con Pedro Almódovar.
2015
La edición de 2015 fue sin duda la edición más malagueña porque, junto a Rovira y Banderas, el guionista Cristóbal Ruiz se llevó el Goya al guión adaptado por 'Mortadelo y Filemón contra Jimmy el Cachondo', de Javier Fesser. El escritor dedicó su galardón a sus vecinos de «la Cala de Mijas y del barrio de Lavapiés», además de acordarse de su tío Alonso que le regaló su primer 'SuperHumor' «en la mejor primera comunión que he tenido en mi vida».
2016
Natural de Fuengirola y afincado en Madrid, el joven Miguel Herrán andaba por la calle cuando se topó con el actor Daniel Guzmán que lo convenció para que se presentara al casting de su debut en la dirección, 'A cambio de nada'. Se ganó el papel protagonista, triunfó en su estreno en el Festival de Málaga y se llevó el premio al mejor actor revelación en los Goya. Desde entonces su carrera sólo ha hecho despuntar con series como 'La casa de papel' y 'Élite'.
2016
El cine no tardó en reclamar al músico malagueño Pablo Alborán. Junto al compositor Lucas Vidal, escribió e interpretó el tema central de 'Palmeras en la nieve' que se llevó el premio Goya a la mejor canción original. Alborán no se olvidó de sus fans, de su hermano Salvador y de su familia e hizo una defensa del cine español para el que pidió que «nunca le corten las alas».
2018
Nuestro último Goya volvió a ser para una mujer, la veterana actriz Adelfa Calvo, toda una institución en el teatro malagueño que se lució con su arriesgado y entrañable papel de la portera Doña Lola en 'El autor', de Manuel Martín Cuenca. Con tropezón incluído al subir al escenario, la intérprete derrochó ilusión, reclamó más papeles para las actrices y, con el cabezón en la mano, aseguró: «Ya es mi niño y me parece precioso». Y se despidió haciendo patria y exclamando: «¡Me lo llevo para Málaga!».
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