Los primeros segundos de la obertura musical de Maurice Jarre ya avisan de que el espectador va a ver algo grandioso. 'Lawrence de Arabia' (1962) empieza como lo han hecho toda la vida las producciones 'bigger than life', con una banda sonora ... acorde al espectáculo; y eso que probablemente este filme fue uno de los últimos de una lista de proyectos que ya entrados los años 60 empezaban a ser poco viables en términos económicos y financieros. Pero este no fue el caso de la gran obra maestra de David Lean, una epopeya descomunal de cerca de tres horas y media rodada en cuatro países en la que –entre otras cosas– se explotaba un tren al completo.
Publicidad
En total, los estudios de Sam Spiegel se gastaron quince millones de dólares, aunque el premio fue aún mayor. Entonces, esta segunda gran producción de Lean llegó a recaudar más de setenta millones, consolidando a su director no solo como un genio técnico de la cinematografía, sino como alguien que sabía cómo atraer al público a las salas.
Cuando se planteó el rodaje de 'Lawrence de Arabia' ya se sabía que los costes iban a dispararse, aunque la experiencia anterior había sido tan cara como exitosa. 'El puente sobre el río Kwai' (1957) le otorgó su primer gran reconocimiento como realizador al ganar siete premios Oscar, incluyendo la mejor dirección. Aquella no había sido la primera vez que le nominaban. En 1945 los académicos ya habían reconocido su trabajo de dirección en 'Breve encuentro', una joya intimista poco conocida de su carrera, tan alejada de sus futuros proyectos mastodónticos, pero tan buena como cualquiera de ellos.
Director: David Lean
Reparto : Peter O'Toole, Omar Sharif, Alec Guinness, Jack Hawkins, Anthony Quinn
Premios : 7 Oscar, incluyendo mejor película, director, fotografía y música. 10 nominaciones. 6 Globos de Oro incluyendo mejor drama y director.
Dónde verla: Movistar y Filmin
Lean escogió para esta ocasión la autobiografía de un militar británico de la Primera Guerra Mundial, Thomas Edward Lawrence, que relató sus hazañas en la península arábiga en el libro 'Los siete pilares de la sabiduría'. La película, llena de planos generales y de secuencias largas y complejas, aprovecha el brutal despliegue de medios para contar el cambio vital de un hombre que es capaz de matar a sangre fría a un 'amigo' para alcanzar una gesta, al tiempo que demuestra más valentía, audacia e incluso sarcasmo que cualquiera de los personajes que aparecen en la película, desde los árabes hasta sus compatriotas británicos.
Publicidad
Aunque Lean intentó ser muy fiel al relato de E. T. Lawrence, las dos partes del largometraje dejan muy claro el ascenso y la caída no tanto de un imperio o de un personaje, sino de un concepto. Todas las gestas de las primeras dos horas quedan ensombrecidas por la deriva de sus protagonistas (menos Lawrence), que sucumben ante la corrupción moral y material.
Thomas Edward Lawrence (Lawrence de Arabia) : Todos los hombres sueñan pero no de igual manera, los que sueñan de noche se despiertan al día siguiente y se dan cuenta que todo fue vanidad, pero los que sueñan de día son hombres peligrosos porque pueden actuar en sus sueños con los ojos abiertos para hacerlo realidad.
Los años 50 y 60 fueron muy prolíficos para España a la hora de acoger rodajes, aunque ninguno de ellos llegó a la envergadura de 'Lawrence de Arabia'. Aunque también visitaron Marruecos y Jordania, la mayor parte de la producción tuvo lugar entre Sevilla y Almería, en las que trabajaron cerca de tres meses y medio.
Publicidad
En la capital andaluza hubo varios escenarios concretos, desde la utilización de la plaza de España para recrear el cuartel general británico en Egipto, hasta la Casa de Pilatos para situar la conversación entre el protagonista y uno de los generales. Además, se aprecian otros lugares reconocibles como el Hotel Alfonso XIII (el club de oficiales) o la plaza de las Américas. En cuanto a Almería, su principal atractivo fue la utilización de la playa del Algarrobico para construir la supuesta ciudad de Aqaba, clave en el relato.
'Lawrence de Arabia' fue, quizá, la penúltima película 'bigger than life' de toda la historia; y como todas ellas, sufrió el tijeretazo de al menos veinte minutos en su versión final. Y eso a pesar de que el mismísimo David O. Selznick –productor de 'Lo que el viento se llevó'– fue muy claro con Lean: «No corte nada ni permita que lo hagan». Y es que él, más que nadie, sabía lo que era triunfar con un metraje tan extenso como la belleza de cada uno de sus planos.
Publicidad
Noticia Relacionada
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.