¿Qué es el K-Pop?: La moda surcoreana que revoluciona Fancine

El K-Pop, korean pop, o pop coreano, lleva años instalado en la provincia malagueña. Con la llegada de Fancine, año tras año, se reitera su presencia a través de una comunidad sólida de seguidores que permiten que se celebre tanto un concurso como una 'asian party' (que no es más que una fiesta asiática en términos de música y ambientación). Lo que congrega a tantos seguidores es la posibilidad de repetir sus coreografías sobre diversos escenarios y ganar premios económicos, como es el caso de Fancine en su 34ª edición, donde se repartirán hasta 450 euros.

El concurso de Fancine

40 participantes en total, después de una preselección, se han presentado en el Contenedor Cultural de la Universidad de Málaga. Jose Antonio Anastasio, miembro de la Asociación Misul, organizadores del evento, admite que no solo se dedican a promover la música surcoreana sino la asiática en general. Él describe el K-Pop como el «boom de los boom» del momento, y añade que en Málaga hay una comunidad muy bonita.

A lo largo de la mañana han ido subiendo al escenario tanto personas dispuestas a bailar en solitario como en grupo bajo nombres totalmente diversos como, por ejemplo, «la DGT no lo pone easy». Bajo este nombre han representado una canción movida, 'Easy' del grupo femenino Le Sserafim. Al igual que sus compañeros, han podido interpretarla con aplausos y un buen recibimiento del público. Un movimiento que recogía gritos de los espectadores al canto de «devoró», una forma popular en redes sociales de decir que la persona está haciéndolo muy bien.

Es Paola Portillo, una de las concursantes, quien aclara por qué es de tanta relevancia integrar esta cultura en Málaga: «El K-Pop es parte de mi vida cotidiana: es la música que escucho, es lo que bailo y, aparte, la comunidad es gigantesca. Todo mi círculo se ha unido gracias al K-Pop». Aun así, ella esclarece que al referirnos al K-Pop, tenemos que hacer esa referencia a la propia industria musical coreana, no solamente al producto final como canción. La magnitud de la comunidad en Málaga la resume en que empiezan desde los doce o trece años y continúa el rango de edad en los cuarenta, incluso. «Mueve a un montón de gente al punto de llenar eventos o auditorios solamente para ver concursos, gente desplazándose a las capitales para ver conciertos…», comenta la bailarina sin perder la vista del concurso.

No solo es algo musical

Grupos icónicos como BTS o Blackpink que sí que han ocupado la televisión de nuestro país se ven seguidos de nuevas generaciones de cantantes como ENHYPEN o P1Harmony. Madrid ha sido lugar de concentración para muchos de sus conciertos, cada vez con más repercusión a nivel internacional. Es un fenómeno tan amplio que permite que emerjan oportunidades de negocio que no se habrían considerado antes. Pig Rabbit Shop, en pleno centro de la capital malagueña, se trata de una tienda especializada en discos, pósters u otros artículos relacionados con los artistas. En el propio evento de Fancine se podían adquirir en estands pequeñas postales con fotos de los artistas más aclamados, conocidas como 'photocards' en el mundillo, entre otros productos.

Los cines han proyectado documentales y conciertos de BTS o Blackpink, que son grupos masculino y femenino de gran relevancia a nivel internacional. Una experiencia para las fans de los siete chicos que dan la vuelta al mundo, aunque alguno de ellos esté ahora mismo haciendo el servicio militar obligatorio de Corea del Sur. Por otro lado, en España ya se escucha la voz de algunas integrantes de Blackpink como Lisa, quien comparte con Rosalía la canción de 'New Woman'.

En respuesta a este amor y esta devoción hacia su cultura, van apareciendo cada vez más sitios de comida asiática y se incluyen programas de baile en las academias malagueñas. Campamentos de verano, e incluso locales que organizan repartos de fotos con sus cafés. Un impacto en la vida de la ciudad que solo hace crecer el movimiento en seguidores.

La traducción al español de sus obras audiovisuales más aclamadas como son 'Los juegos del calamar' o 'Parásitos' han abierto la puerta a normalizar el contenido. Fancine no se ha quedado nunca atrás en la oferta de películas japonesas, tailandesas o coreanas, véase en la 34ª edición el caso de 'Operation Undead'.

El K-pop ha llegado a Málaga para quedarse, formando una comunidad que no solo disfruta de la música, sino que también celebra y explora la cultura coreana en todas sus dimensiones. Con una pasión que continúa creciendo, es probable que veamos aún más eventos, actividades y encuentros que mantengan viva esta fiebre coreana en la ciudad.