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El Salón Novedades, una de las salas cinematográficas de Málaga que se llenaba cada noche en 1910. archivo municipal
Cuando Hollywood quiso conquistar la cartelera malagueña

Cuando Hollywood quiso conquistar la cartelera malagueña

El lleno diario de los cines Pascualini, Ideal y Novedades captó en 1910 la atención de los estudios estadounidenses que quisieron disputar su dominio a las francesas Gaumont y Pathé

Viernes, 1 de enero 2021, 15:12

Solo hace falta echarle un vistazo a la cartelera de este fin de semana para comprobar que el cine de Hollywood es el preferido de los cines malagueños. Tanto que, incluso en este tiempo de pandemia, la recuperación de espectadores en las salas se ha vinculado al regreso de títulos como 'Wonder Woman 1984'. No obstante, hubo un tiempo en el que las películas norteamericanas eran solo un producto de consumo autóctono en su propio país, ya que Europa era la gran potencia del cine mudo a comienzos del siglo XX. Las estrellas de Francia e Italia servían de gran reclamo de las salas malagueñas, unos espacios que alcanzaron tal popularidad que incluso la prensa estadounidense se hizo eco de la oportunidad que suponía estrenar películas en la capital como puerta de entrada al resto de Andalucía.

Década y media después del nacimiento del cinematógrafo, la producción de películas se había convertido en un asunto de estado en EE UU hasta el punto de que la diplomacia yanqui señalaba a la industria fílmica de su país, entonces con sede en Nueva York -Hollywood empezaba a despuntar-, la relevancia de conquistar la pantallas malagueñas. «El cónsul adjunto Albert S. Troughton afirma que durante los últimos cuatro años el cinematógrafo se ha vuelto muy popular en Málaga, España, y sus cuatro teatros se llenan todas las noches», afirmaba la revista 'Moving Picture World', el BOE cinéfilo de la época que en su edición del 19 de noviembre de 1910 incluía el artículo 'El cine en España' dedicado exclusivamente a la situación de la exhibición en la capital de la Costa del Sol.

Esta noticia de hace algo más de un siglo ha reaparecido durante una investigación de la escritora y realizadora Alison McMahan sobre el cine mudo de las primeras décadas tras la popularización del invento de los Lumiere. De esta forma, el delegado consular norteamericano demostraba tener un conocimiento detallado de los cines malagueños ya que aludía al desarrollo de pantallas en los últimos cuatro años, en referencia a la transformación de los antiguos pabellones itinerantes por la ciudad en salas de proyecciones estables.

Recortes de la prensa malagueña en 1910 que informa de los estrenos franceses y europeos en los cines de la capital. ARCHIVO DÍAZ DE ESCOVAR

De esta forma, la cartelera de los periódicos malagueños 'La Unión Mercantil' y 'El Popular' anunciaban en 1910 películas en el cine Ideal, que según el cronista Narciso Diaz de Escovar se estableció en 1906 en la Plaza de los Moros -actual calle Sancha de Lara-; en el Pascualini, la sala más antigua de Málaga y que en 1907 se ubicó definitivamente en la Avenida de Carlos Häes -actual Calle Córdoba, cerca del actual Teatro del Soho CaixaBank-; y el Salón Novedades, que se inauguró a finales de 1908 en el paseo de Heredia, al lado del Teatro Vital Aza. La cuarta sala a la que el cónsul Troughton se refiere es probablemente el Teatro Lara, un local de varietés de finales del XIX, pero que desde el nacimiento del cine coqueteó con la exhibición de películas como anunciaba la cartelera a finales de 1910.

Entradas a 1,5 céntimos

En su radiografía del cine malagueño, el diplomático norteamericano explicaba que el precio de las entradas era «cuatro céntimos y medio por los asientos de primera clase y un céntimo y medio por los de segunda clase», a la vez que advertía que «se utilizan exclusivamente películas francesas e italianas», Lo que se traducía en que «todavía no se ha mostrado nada del estilo de vida o las industrias estadounidenses», según recogía la revista 'Moving Picture World'. Curioso comentario que se haría realidad poco después cuando Hollywood conquistó el mundo y globalizó la cultura norteamericana a través de sus películas.

Efectivamente, un vistazo a la cartelera malagueña al final de la primera década del siglo XX muestra como el cine Pascualini anunciaba películas de Toribio, nombre español con el que se conocía al cómico francés André Deed, precedente de Charlot y Buster Keaton, mientras que el Ideal publicitaba también su relación con las «casas de películas» galas con la adquisición de un nuevo proyector Gaumont, el estreno de 'blockbusters' de la época como la serie 'Fantomas' y su contrato exclusivo con Pathé para estrenar todo su catálogo y noticiarios.

Nada se dice de las producciones españolas en la noticia de la revista, ya que entonces la industria nacional era muy raquítica y su principal éxito era la filmación de documentales taurinos. De esta forma, el cine francés dominaba en los cines malagueños, aunque aquella colonización gala tenía, no obstante, los días contados. «Uno o dos de los teatros locales están conectados con cines similares en todo el sur de España, y las películas estadounidenses, una vez presentadas, serían ampliamente vistas», animaba la revista que señalaba el camino a los estudios norteamericanos que, en aquel 1910, afrontaron un cambio radical con la inauguración de las primeras productoras de Hollywood, que hicieron realidad la conquista del Pascualini, Ideal, Novedades y compañía. Y del resto de pantallas de todo el mundo.

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