Llevaba varios años rondado el Goya. Había sido nominada por 'La llamada' y 'Kiki, el amor se hace' y se había hecho fuerte en la comedia, pero la actriz Belén Cuesta sorprendió dándole la réplica a su paisano Antonio de la Torre en el drama sobre la posguerra española 'La trinchera infinita'. La intérprete le puso carne, fuerza y fragilidad a Rosa, la mujer del topo que permanece escondido entre las paredes de su casa durante tres décadas, mientras ella sufre el desprecio y el maltrato del pueblo y el franquismo. Un personaje que le valió al fin el premio de la Academia a la mejor actriz, que además lo recibió a finales del pasado enero en Málaga, protagonizando un doblete ganador inédito con otro actor imprescindible de la tierra, Antonio Banderas ('Dolor y gloria'). La actriz, que este año también ha estrenado 'Sentimental' y ha rodado la nueva entrega de 'La casa de papel', mira además al Oscar, ya que 'La trinchera' es la candidata española a los premios de Hollywood.
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