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Tiene el encanto de aquella calle Larios en blanco y negro que asoma en las fotos de comienzos del XX. Pero con el hipnotismo añadido de las imágenes en movimiento que rescatan una bulliciosa ciudad que se tira a la calle en domingo. Lo sabemos porque era día de corrida, argumento principal de la película, y porque, camino de la plaza, la comitiva pasa por la céntrica vía malagueña que atrapó la atención del operador. Tanto como para dedicarle más planos de la cuenta al escenario. Además del valor taurino con la presencia del mítico Ignacio Sánchez Mejías y Chicuelo, estas imágenes pioneras de cine mudo atesoran los fotogramas más antiguos que se conservan de la principal arteria comercial y social de la capital malagueña y muestran el caos de tráfico que ya se montaba en esta populosa calle hace ahora un siglo. El filme se titula 'Alternativa de Joseíto en Málaga' (1920) y ha vuelto a ver la luz tras la restauración del nitrato original por parte de la Filmoteca de Andalucía y de Zaragoza. Ahora buscan fecha para reestrenar la película en Málaga coincidiendo con la nueva temporada taurina.
Aunque ya existía la norma básica de conducir por la derecha de la calzada, los fotogramas de la calle Larios rodados en el soleado otoño malagueño de 1920 muestran que el emblemático escenario de la capital era más bien un decorado del salvaje oeste, en el que abundantes coches ya convivían con los carruajes de caballos y peatones sin mucho respeto entre ellos. Cada uno a lo suyo. Así, la escena dominical incluye el golpe de un caballo contra un coche que se cruza por delante sin inmutarse o un vehículo que tiene que frenar en seco a la entrada de la calle para evitar empotrarse contra una calesa en dirección contraria. No son los únicos detalles que asoman en las imágenes, en la que también se observa la Ferretería Guerrero que operó en las primeras décadas del siglo pasado, el hotel Londres en la esquina con Alarcón Luján o la actuación en Málaga en aquellas fechas de la mismísima Pastora Imperio.
Esta película formaba parte de un fondo de títulos del cine mudo depositados en la Filmoteca de Zaragoza y que, finalmente, se ha recuperado con la intervención de la Filmoteca de Andalucía y la colaboración de la Española. «El negativo original es de nitrato cuya conservación es muy limitada por lo que, cuando dispusimos de financiación, le metimos mano y hemos realizado un duplicado de preservación en 35mm, además de una copia digital en la que se observa la excelente calidad de las imágenes un siglo después», explica Ramón Benítez, responsable del departamento técnico de la Filmoteca de Andalucía, sobre los 15 minutos recuperados, que carecen de títulos de crédito, por lo que se desconoce su autoría y compañía productora.
De lo que no hay duda es del contenido taurino del filme, un género que hacía furor entre el público español en la etapa muda, y de la fecha de rodaje, el 17 de octubre de 1920, alternativa del protagonista, José Gómez Roca, conocido a partir de ese día como 'Joseíto de Málaga', después de que despuntara rápidamente como novillero con el sobrenombre de 'Manteca'.
Aunque vinculada a una actualidad, la película no se reduce a la habitual grabación de la corrida y arranca con el diestro vistiéndose con el traje de luces en su casa para después despedirse de toda su familia. Tras el paso del cortejo taurino por Larios, los fotogramas dedican buena parte del metraje a grabar panorámicas de los tendidos repletos de aficionados en los que el público se identifica a la perfección. Tras el paseíllo, el maestro Ignacio Sánchez Mejías cede su primer toro al debutante, al que entrega los trastos de matar. Llama la atención como los caballos de los picadores no llevan todavía peto de protección, por lo que varios equinos son empitonados por el toro ante la gran pantalla, «aunque el operador no se recrea en estas escenas como en otras películas de la época», apunta el especialista Ramón Benítez.
No faltan tampoco el volteo de Joseíto por el toro al entrar a matar y al lorquiano Sánchez Mejías poniendo un par al cambio en la barrera. Según la prensa, el debutante malagueño hizo una gran faena al sexto y, aunque no le concedieron orejas, el respetable lo sacó a hombros, aunque nada de esto se ve en el documental, que se cierra al día siguiente con imágenes de los numerosos amigos que celebra con el torero su éxito, mientras leen la crónica de 'La Unión Mercantil' y dan la enhorabuena a Joseíto, un diestro que, desafortunadamente, tuvo un ascenso tan espectacular en el escalafón como un vertiginoso descenso en los años siguientes.
En la cartelera de Málaga no pasó desapercibido su estreno que llegó un mes después del rodaje, finales de noviembre, con el título 'Corrida de toros en Málaga con la alternativa de Manteca' en la sala más antigua de la ciudad, el Pascualini. Está documentado que este cine ya encargó en 1914 la película 'Un día por Málaga', que mezclaba lo taurino con imágenes de numerosos malagueños posando ante la cámara, dos elementos que se repiten en este documental de 1920 con extensos planos de los tendidos y de cientos de espectadores saludando o plantados ante la cámara como si estuvieran sacándose una foto. Unos fotogramas que revelan que esta cinta fue probablemente encargada por el propio cine de la actual calle Córdoba para atraer no solo a los aficionados a los toros, sino a los cientos de retratados y sus familias dispuestos a pasar por taquilla para verse y verlos en la gran pantalla.
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