El Festival de Málaga prepara un homenaje a Berlanga por su centenario

De hecho, el realizador valenciano estrenó en 2005 la sección Película de Oro con el clásico de los clásicos, 'El verdugo', a lo que el cineasta replicó con una de sus salidas irónicas, en la línea de Groucho Marx: «Me gustaba mucho el festival, pero veo que empieza a deteriorarse porque le dan premios a tipos como Berlanga».

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Francisco Griñán

Luis Alegre, autor de '¡Hasta siempre, Mister Berlanga!', destaca que uno de los rasgos de la personalidad del director era el «sentido de la lealtad» hacía sus amigos. Precisamente, eso fue lo que le impulsó a debutar con frase ante las cámaras cuando un par de debutantes, el realizador vasco Pedro Olea y el productor malagueño Luis Mamerto López-Tapia, le pusieron por delante un papel para 'Días de viejo color' (1968). Así, el autor de 'Plácido' se vino hasta Torremolinos para encarnar a un traficante de drogas extranjero –una forma de driblar la censura al evitar que fuera un delincuente patrio– con debilidad por los cómics y los polos Lacoste que intentaba embaucar a unos estudiantes de vacaciones para le hicieran de camellos de vuelta a Madrid. Con acento americano de pacotilla, su interpretación desprendía esa ironía y sainete de muchas de sus películas, además de un evidente guiño de Olea y López-Tapia al cine del maestro. Solo había que escuchar el nombre del personaje: Mr. Marshall.