Llevaba tanto tiempo respondiendo al nombre de Paula que ya ni se volvía cuando la llamaban por su nombre de verdad, Carmen. María del Carmen Pérez Ochoa (San Sebastián, 1945-Marbella 2024) rezaba en su DNI, aunque todo el mundo le decía Paula. Los títulos de crédito la anunciaban como Paula Martel cuando se ponía ante las cámaras y o se subía a los escenarios. Despuntó muy pronto en clásicos de cine español como 'La gran familia' o 'Atraco a las tres' (1962), aunque lo suyo eran los escenarios y, particularmente, darle la réplica como protagonista a Arturo Fernández. Lo dejó todo, se fue a vivir a Marbella -donde fue directora de Hermes Puerto Banús- y solo volvió a las tablas cuando su amigo Arturo se lo pidió. La actriz y ejecutiva ha fallecido este lunes en Marbella.
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De una familia de artistas -su hermana Pilar Pérez Ochoa fue una pintora impresionista con obra en museos de todo el mundo-, María del Carmen Pérez Ochoa destacó de joven en el baloncesto, aunque la interpretación se cruzó en su camino. Con apenas 14 años ya se mudó a Madrid para dedicarse a la interpretación y no tardó en debutar en los escenarios, en enero de 1960, con 'La boda de la chica', a las órdenes de Alfonso Paso y sobre las tablas del María Guerrero.
El teatro fue su principal actividad, donde realizó su papel más emblemático, 'Ninette y un señor de Murcia' (1964), siendo la primera actriz en encarnar este personaje de Miguel Mihura, repitiendo después con 'Ninette, modas de París' (1966). No obstante, el cine no tardó en llamar a su puerta con 'La venganza de Don Mendo' (1961), dirigida por Fernando Fernán Gómez, a la que siguieron títulos taquilleros como 'Margarita se llama mi amor', 'Tres de la Cruz Roja',' Vuelve San Valentín' y 'La gran familia', en la que daba vida a la Maestra, la novia de José Luis López Vázquez. También participó en otros clásicos como 'Atraco a las tres' (1962), de José María Forqué; 'Tú y yo somos tres' (1964), de Rafael Gil, y 'No desearás la mujer de tu prójimo' (1968), de Pedro Lazaga.
Se casó en 1965 con un actor, José María Mompín, siguió su imparable carrera teatral y eludió el cine del destape. No obstante, el fallecimiento de su pareja en 1979 la hundió en una gran crisis personal de la que la recuperó Arturo Fernández, al que decía que quería «como a un hermano». El actor y promotor teatral le ofreció compartir escenario en 'Juego de noche' y fue el principio de una larga carrera juntos. Tanto, que fue la actriz que en más ocasiones trabajó con el mítico galán. Así, en los años ochenta participó en montajes como 'Homenaje', 'La chica del asiento de atrás', 'La segunda oportunidad' y 'Pato a la naranja'.
Aunque no le faltaban ofertas, en 1987 se apartó del teatro, el cine y la televisión para trabajar en el mundo de la moda en Christian Lacroix y después en Hermés España, una marca que seguiría gestionando en Puerto Banús cuando se fue a vivir a Marbella. Un refugio malagueño que solamente abandonó para volver a los escenarios cuando su inseparable amigo Arturo Fernández -que también tenía casa en Guadalpín- le pidió que lo acompañara en la comedia 'Esmoquin' (2002) y su secuela (2003-2006).
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