Acaba de salir de la piel del Doctor Portuondo, un psicoanalista con marcado acento cubano, lleno de historias y vivencias, que lidia también con las ... de sus pacientes, neuróticos y con conductas compulsivas. La nueva historia hecha serie de Carlo Padial, la primera original de la plataforma Filmin, acaba de estrenarse con el rostro visible y el talento madurado de Jorge Perugorría (1965, Cuba), acompañado en la escena también de otros profesionales del panorama nacional como Nacho Sánchez, Berto Romero, Arturo Valls u Olivia Delcán, entre otros. Ahora, el actor cubano, conocido por su papel en la icónica 'Fresas y Chocolate' (1993), llega a Málaga para recibir el premio 'Niña de Benalmádena', que otorga el Festival Internacional de Cortometrajes y Cine Alternativo de Benalmádena (FICCAB) a experimentados actores por su trayectoria en una profesión muy vocacional.
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-¿Cuál cree que es la enfermedad del siglo XXI?
-Los hábitos de vida del ser humano, que están consumiendo el planeta. Para mí eso es lo más terrible y terrorífico para las futuras generaciones, es lo peor que le ha pasado a este siglo.
-Por su parte, ¿lleva a cabo alguna acción para reducir su huella en el mundo?
-Ahora justo estoy pensando en crear un festival de cine y medioambiente en Cuba para ayudar a esta causa, luchar contra el cambio climático. El año que viene empezamos a trabajar ya en el diseño del festival y hemos pensado inaugurarlo en 2022 o en 2023. Será el Festival Internacional de Cine y Medioambiente de la Isla de la Juventud, al lado de Cuba. La idea es darle visibilidad al tema del cambio climático, sobre todo en las islas del Caribe. Aunque, de hecho, Cuba es un país bloqueado, los niveles de consumo son menores en otro país en términos de energía y de explotación de los recursos.
-Hablando de Cuba, su tierra natal, ¿cuál cree que es la imagen que tienen los españoles de su territorio y su gente?
-La relación de España con Cuba es histórica y siempre han estado muy cerca ambos países, ha habido momentos en el que los gobiernos han estado más unidos o han tenido relaciones más distantes. Pero culturalmente y afectivamente los españoles tienen un rollo con Cuba muy bonito; está en el imaginario español como una especie de paraíso de la época cuando los españoles iban allá y volvían con dinero, por eso de la expresión 'más se perdió en Cuba' (risas). Yo creo que los tiempos y los gobiernos han cambiado y lo más normal es ver más cubanos por acá que españoles yendo a vivir a Cuba. Sin embargo, los lazos afectivos se mantienen, siempre lo he sentido, todo el mundo tiene una historia con Cuba.
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-En cuanto a la actuación, ¿cree que salvó su vida en algún momento?
-Encontré una profesión que era mi vocación. Comencé mi carrera como aficionado, estuve cinco años de mi vida estudiando y haciendo teatro gratis, porque lo hacía por pasión. Después me convertí en profesional y me pagaban por hacer lo que antes hacía gratis, imagínate, me realicé totalmente. Soy una persona realizada porque encontré en la actuación la manera de vivir de lo que disfruto. Eso es importante en la vida, cuando uno encuentra su vocación el trabajo se lleva mucho mejor.
-Ahora que se remonta a su juventud, si le llegan a decir entonces que llegaría hasta este punto, a recibir el premio del FICCAB 'Niña de Benalmádena' por ejemplo, a miles de kilómetros de su tierra natal, ¿se lo habría creído?
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-No pasó por mi cabeza, ni en mi mayor sueño estaba todo lo que me ha sucedido. Era un actor cubano y mi mayor aspiración era hacer una película con Tomás Gutiérrez Alea, y después con el fenómeno de 'Fresas y Chocolate' se me abrió el mundo a otra filmografía y me vi trabajando en todo el mundo y es una fortuna. Hay tan pocos actores y tan pocas oportunidades como esa la verdad es que es un privilegio que he disfrutado mucho, también en lo personal.
-¿Cómo recuerda aquellos momentos del rodaje de 'Fresas y Chocolate' y todo lo que llegó después?
-Imagínate que la rodamos en el año 1993, estábamos en pleno de un periodo especial, cuando había caído el Muro de Berlín y la relación de Cuba era con el campo socialista de la Europa del Este y la Unión Soviética; de un día para otro, cuando en los 80 se rodaban 12 o 13 películas al año y muchísimos documentales, por la misma crisis que estaba en el país ese año se hizo sólo una película, y fue 'Fresas y Chocolate'. Éramos conscientes de que estábamos haciendo una película necesaria, que estábamos hablando de temas de los que era importante hablar en un país como el nuestro. Lo más bonito fue como se estrenó, inaugurando el Festival de Cine Latinoamericano de la Habana en ese 1993 y la gente hizo una especie de catarsis en el cine; ahí me di cuenta del alcance que puede llegar a tener el cine.
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-¿Cómo ve el cine ahora, el de las grandes pantallas? ¿Está en decadencia por las grandes plataformas?
-Creo que ahora mismo si hacemos un análisis, viendo la industria de Hollywood, cada vez es peor. Todos son películas fantásticas, pero siempre ha habido un espacio para el cine de autor, el independiente americano o el europeo, y siempre se va a mantener así. Lo que ocurre con las grandes plataformas es que mucho talento de aquellos que hacían cine más tradicional se van ahora a esas plataformas y a veces encuentras cosas más interesantes, como historias, actuaciones o realizaciones, en las series a un nivel cinematográfico. Pero el cine de autor existirá siempre, no está en riesgo por las plataformas ni por cualquier otra cosa que venga novedosa.
-Ahora que hace historia con la nueva serie de Filmin, 'Doctor Portuondo', la primera de la plataforma, ¿cuáles son sus impresiones?
-Esta plataforma tiene un catálogo de cine de autor impresionante, y que yo esté presente en el primer proyecto que ellos producen , sin duda es un gran honor. Disfruté mucho de ese personaje, es una especie de inspector del subconsciente, un psicoanalista cubano que vivió en Cataluña, un personaje muy folclórico y divertido, lo disfruté mucho.
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-¿Tiene el Doctor Portuondo alguna similitud en su carácter con usted?
-No (risas), no nos parecemos mucho porque el Doctor Portuondo está parado en el tiempo, es casi del siglo pasado, aunque bueno, yo también soy más del siglo pasado que de este, pero igual es un personaje que tiene una nostalgia por Cuba muy grande, y la diferencia es que yo sigo viviendo allí. Estamos muy contentos con el resultado de la serie, espero que la gente la disfrute mucho por Filmin.
-Acaba de llegar a Málaga, ¿cómo le ha acogido la ciudad?
-Estoy muy agradecido, sobre todo el FICCAB, por darme un premio a mi trayectoria, teniendo en cuenta las grandes figuras del cine que han recibido este premio en este festival; eso es para mí un orgullo tremendo.
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