Los trabajadores de Galaxy's Edge, junto al 'Halcón Milenario'. R. C.

Así es el parque temático sobre 'Star Wars' inaugurado en Disney

La principal atracción es volar en el 'Halcón Milenario'

Sábado, 1 de junio 2019, 00:38

Si alguna vez alguien ha soñado con ir por la calle y cruzarse con Chewie, esto ya es posible y debe preparar con urgencia un viaje a California. Luego habrá que ver el trato que quiere darle cada uno. Si quiere llamarle Chewbacca, hijo de ... Attichitcuk o, sencillamente, en plan informal, bola de pelo.

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Esto es real gracias a una inversión multimillonaria de Disney. La compañía compró Lucasfilm en 2012 por más de 4.000 millones de dólares y está claro que su idea es multiplicar ese dinero hasta el infinito. Este pasado viernes fue el día elegido para inaugurar en el parque de Disneyland en Anaheim (California) Star Wars: Galaxy's Edge, el flamante y despampanente parque temático dedicado a la Guerra de las Galaxias. En un par de meses, en agosto, abrirá un segundo parque en sus instalaciones de Orlando (Florida).

Pero no vayamos a la velocidad de la luz, primero California. Allí Disney ha levantado un lugar al que ha llamado, para no confundir a sus fanáticos más puristas, Batuu, un planeta remoto, en la frontera del espacio salvaje, la región inexplorada más allá de todos los sistemas solares.

La joya de la corona es una reproducción del 'Halcón Milenario', una experiencia de casi media hora en la que uno podrá creerse Han Solo, el propio Chewbacca, un artillero o un ingeniero que tiene que estar pendiente de cualquier contingencia. Porque la idea de este parque construido sobre cinco hectáreas de terreno es que el cliente, después de pagar más de cien dólares por una entrada, pueda participar en una aventura en primera persona. O lo que es lo mismo, sentir que durante unas horas está dentro de una de estas películas de culto.

Aunque si alguien desea realmente formar parte de este novedoso entretenimiento, debe armarse con la paciencia de un jedi porque hasta al 23 de junio es necesario llegar con una reserva hecha. Y, por descontado, ya no queda ninguna disponible.

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El visitante podrá tener la sensación de volar a la velocidad de la luz. : REUTERS

Así que los 'mortales' deberán esperar para visitar la ciudad de Black Spire Outpost, un nido de contrabandistas, delincuentes, cazarrecompensas y viajeros. Porque allí, el visitante no habla con empleados sino con personajes, habitantes de Batuu, a los que se encuentra recorriendo las calles de una urbe inspirada en los zocos de Estambul o Marrakech, dos ciudades que visitó el equipo creativo para conocer su distribución, su cultura y su arquitectura.

No tardará en toparse con una zona comercial supervisada por un toydariano, uno de esos seres alados con un gran hocico y pies de pato. Lugares donde encontrar una colección infinita de productos de 'merchandising', bienvenidos a Norteamericana, de 'Star Wars'.

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La leche azul de Skywalker

Aunque hay formas más lúdicas de 'sangrar' a los visitantes, como la Cantina de Oga, donde el DJ es el droide RX-24. Por allí andan algunos de los personajes con peor reputación de la galaxia. Un lugar destinado a probar exóticos brebajes. Porque en Galaxy's Edge uno puede degustar hasta la leche azul que bebe Luke Skywalker, un guiño para especialistas que recuerden, por ejemplo, que el piloto y futuro jedi –entonces granjero– ya la tomó en la primera entrega, en la película que se estrenó en 1977.

El amante de las aventuras de ciencia ficción también podrá ir, cuando se estrene a finales de año, al 'Rise of the Resistance', que ofrecerá la oportunidad de desplazarse en una lanzadera a la batalla entre la Primera Orden y la Resistencia, con un enfrentamiento con Kylo Ren, y recorrer un Destructor Espacial. Está será, junto al 'Halcón Milenario', una de las grandes atracciones de este parque que Bob Iger, presidente y director ejecutivo de Disney, anunció en 2015, el día que aprovechó para tranquilizar a los devotos. «Nada quedará fuera de lugar o se desviará de la mitología», matizó. La obra comenzó a construirse el 14 de abril de 2016.

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Disney no descuida, como es tradición, a su público infantil. Los niños pueden entrar a un taller donde fabricar una espada láser o crear un androide ensamblando piezas en una tienda clandestina.

La visita está amenizada por la música que ha creado su compositor de cabecera, el reputado John Williams, y que ha grabado la Orquesta Sinfónica de Londres en los estudios de Abbey Road. Todo pensado para que el cliente se vaya satisfecho, aunque deba ir con cuidado si no quiere tropezar por el camino con BB-8.

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