'Live is life': Otra historia de chavales en bici

No es una fórmula agotada, eso está claro. No hay más que ver que 'Stranger Things' ha vuelto a romper el medidor de audiencias de Netflix, lo que demuestra que este concepto ochentero de niños inadaptados con bicicleta pasa de generación en generación sin despeinarse, ya sea para contar historias de superación, de amor, de piratas o de terror, aunque siempre con la amistad como telón de fondo. ¿Quién puede ser cruel cuando se presenta una historia como estas?

Lo mejor que tiene este filme es la factura técnica. Los planos y la forma de rodar son interesantes; se nota que tiene un elevado presupuesto bastante bien aprovechado. Luego tienen varios problemas, como el excesivo uso de la música, una banda sonora que constantemente está subrayando lo que ocurre en la pantalla, hasta el punto de que en algunos momentos parece más la batalla del Abismo de Helm de 'El señor de los anillos' que una película de adolescentes.

Lo de las influencias no solo es algo que se aprecie a simple vista. Daniel de la Torre fue muy tajante sobre las referencias que había manejado a la hora de rodar esta cinta: «He tenido en cuenta 'Los Goonies' ya que soy muy fan de todo aquel cine de los 80, de Spielberg. Y he querido rendirle homenaje con esta historia. Igual gusta más los padres que los hijos», señaló.

Además, el guión es nada menos que de Albert Espinosa, ingeniero industrial de formación, guionista, autor teatral, escritor, actor y director de cine, capaz siempre de marcar un estilo muy especial, en ocasiones demasiado emocional.

Es verdad que 'Live is life' tiene buenas intenciones. Es entretenida y al que le guste este subgénero puede disfrutar en el cine. Pero es cierto también que la historia de fondo carece de sentido. Por supuesto cuenta con un final sentimentaloide acorde al resto del metraje. No se puede decir que sea una mala película, pero desde luego que no descubre la pólvora.

Hace unos días que Movistar+ subió a su plataforma 'El pacto', una película danesa dirigida por Bille August, uno de los directores vivos más importantes de nuestro tiempo, autor de obras tan grandiosas como 'Pelle, el conquistador' y sobre todo 'Las mejores intenciones', con guión de Ingmar Bergman y ganadora de la Palma de Oro de Cannes en 1992.

Estrenada en este mismo festival en 2021, 'El pacto' es una película que está muy lejos de estas otras. Demasiado lejos. La historia cuenta la biografía de Karen Blixen, la autora de 'Memorias de África'. Pero si alguien espera ver el mismo personaje interpretado por Meryl Streep, esta no es una opción para un viernes por la noche.

El guión es un auténtico desastre; una idea sin sentido que pretende mostrarnos a Blixen como una chalada obsesiva que manipula a su entorno gracias a una serie de sucesos que siempre le cuadran a la protagonista. Tiene incluso un tufillo machista en la definición de los personajes femeninos, lo que hace de ella una incomprensible película impropia de su responsable. Hay una parte de la crítica que sí parece haber disfrutado con 'El pacto', pero yo –si tuviera opción– volvería a ver 'Las mejores intenciones' y dejaría a Karen Blixen en ese lugar de las plataformas al que van las propuestas menos interesantes.