Secciones
Servicios
Destacamos
EFE
VENECIA
Sábado, 1 de septiembre 2018, 15:42
Tras el esfuerzo físico y mental de interpretar a José Mujica en su periodo de 12 años en la cárcel, Antonio de la Torre reconoce que lo que busca es precisamente aprender, como le ha pasado en 'La noche de 12 años', en el que ... se ha empapado de la historia de Uruguay y de la figura del expresidente. Se estrena en Venecia.
«Me parece más interesante lo que yo aprendo que lo que puedo contar como actor, es más, estoy convencido de que es así, pero espero y deseo que lo que puedo hacer como actor sea lo suficientemente interesante para que algunos directores y productores me sigan contratando, poder seguir haciendo películas, comiendo y viajando», ha subrayado el actor malagueño en una entrevista a Efe.
De la Torre es Mujica en 'La noche de 12 años', del uruguayo Álvaro Brechner, que compite en la sección Horizontes de la Mostra de Venecia, la segunda en importancia del Festival.
En este caso no necesitó convencer a Brechner, que vio en él a la perfecta reencarnación del Mujica que pasó 12 años en prisión por pertenecer al Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros, que luchaba contra la dictadura militar. El actor se reunió con Brechner hace dos años y medio en una cafetería de Madrid y en 10 minutos le dijo que sí. No se paró a pensar en el reto, así que no tuvo «tiempo de que el terror» le paralizara. «Por suerte, si no me hubiera dado un patatús», afirma entre risas.
Se empapó a fondo de la historia de Mujica y de Uruguay, país al que viajó cuatro veces y pudo entrevistarse también con sus dos compañeros de prisión, Mauricio Rosencoff y Eluterio Fernández Huidobro -interpretados por el argentino Chino Darín y el uruguayo Alfonso Tort, respectivamente-.
Con Huidrobo se reunió cuando era ministro de Defensa, el 26 de julio. Y falleció el 2 de agosto, recuerda De la Torre. Tuvo mucha información de los protagonistas y vio muchos vídeos de Mujica, pero eran de los últimos años y no de la época en la se desarrollan los hechos, entre 1972 y 1985.
«Es el Pepe viejo y el Pepe que es muy consciente de que es una figura que todo el mundo va a escuchar, pero no le da mucha pelota al tema de su sufrimiento», relata el actor. «Me decía: '¿Qué voy a sentir muchacho?'», recuerda expresivo De la Torre, que justo en esa falta de pistas sobre su época carcelaria encontró la rendija para acercarse a su personaje. «Llegué a la conclusión de que era un hombre tan estoico que no se permitió ni se va a permitir expresar demasiado el dolor que sentía. Quizás en la soledad sí, pero no en la posibilidad de relatárselo a otro ser humano», reflexiona.
Algo que quedó demostrado cuando Mujica vio el filme y envió un cariñoso mensaje de agradecimiento a Brechner y De la Torre «en nombre de los compañeros anónimos que se habían quedado en el camino». Pero también aseguró que no quería volver a ver la película «porque le removía, lo cual obviamente es un piropo para nosotros», dice el actor.
Un personaje al que se acercó como hace siempre, buscando cosas «que sean reconocibles de él en ti, pero no alejarte mucho de ti, tratar de no hacer una caricatura, hacer un personaje creíble». Lo más importante, en su opinión, era «captar su manera de hablar, de moverse, (...) captar su alma».
Y, ¿cómo lo hace?: «Le ves, le observas, intentas entender cómo piensa, entender qué hay de ti en él. Porque la historia del ser humano está escrita en comunidad, tenemos un relato que traspasa las generaciones» Asegura que las películas más locales son al final las más universales, como «Los santos inocentes», que considera la mejor de la historia en España. Porque «en el fondo los seres humanos no somos tan diferentes unos de otros». Por eso, la idea de este filme no era tanto contar un relato político como «el sufrimiento entre seres humanos».
Un papel para el que perdió 16 kilos en un filme que espera que transmita algo a los que vivieron aquella época y a «todos los seres humanos del planeta». Y entre sus sueños como actor, interpretar a Juanito, el que fue jugador del Real Madrid porque era tierno más allá de su fama de camorrista y porque «en España que somos futboleros, creo que la película buena de fútbol está por hacerse».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.