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No es habitual que una película española abra el festival internacional más importante de nuestro país -él último fue Amenábar en 2015 con su 'hispanollywood' 'Regresión'-. Por ello, estaban todas las expectativas en alto con la inauguración de esta redonda 70 edición de San Sebastián ... a cargo del respetado Alberto Rodríguez y su 'Modelo 77', que ha respondido a lo que se esperaba. Un drama carcelario fusionado con 'thriller' político con el trasfondo de la Transición española y la situación en las prisiones españolas a finales de los setenta que ha vuelto a unir en un mismo metraje un sólido cine de género y la marca personal de autor del director sevillano. El cine andaluz para abrir de par en par la puerta del festival de Donosti. Un relato de un mundo entre barrotes retratado en contadas ocasiones por nuestro cine y que cobra especial interés por su vigoroso argumento y su doble lectura como metáfora de un país que luchaba por derribar sus propias celdas heredadas de la dictadura franquista. Dentro y fuera de chirona. Un juego parecido al que el cineasta propuso con el relato de esta misma época en la Andalucía agraria y congelada en el tiempo de 'La isla mínima'.
«Lo que nos parecía importante en la película era el contexto de la historia porque este país podía aspirar a lo que quisiera en pleno paso de la dictadura a la democracia y por eso contamos este relato desde el interior de una prisión», ha asegurado este viernes el cineasta Alberto Rodríguez en la presentación a la prensa de esta contundente película que tiene en sus interpretaciones una de sus grandes bazas. Que Javier Gutiérrez esté convincente y creíble no es nada extraño con su papel de preso del colectivo Copel que promovía la amnistía para los presos comunes en el nuevo contexto político que, paradójicamente, no había llegado a las cárceles ya que seguía anclado en los métodos del régimen. El reto en esta película lo tenía el malagueño Miguel Herrán ('La casa de papel') que afronta un personaje omnipresente y sale triunfante de su duelo con el barbudo preso Gutiérrez.
El joven de este dúo protagonista encarna así a un contable encerrado a la espera de juicio por desfalco, que ingresa en la Modelo de Barcelona -convertida en auténtico personaje de esta trama ya que pudieron rodar en la misma prisión-, donde su compañero de barrotes, Pino, lo acompaña en la construcción de copel y en una reivindicaciones que harán tambalearse al sistema penitenciario español. Partiendo de sucesos reales, Alberto Rodríguez traduce a fotogramas un guion atractivo -firmado junto a su inseparable tándem Rafael Cobos- que tiene como frontis la frase «el derecho de todo preso es fugarse». Un argumento clásico del género carcelario, un cine que «toca» al espectador, a juicio del propio director, que ha confesado con gracia que «siempre empatiza con la gente que está prisionera y a los cinco minutos estoy deseando que se escapen o los declaren inocentes».
Más dramático es este pasaje que cuenta 'Modelo 77', una vigorosa película sobre la unidad y la fuerza colectiva despertada entre la comunidad reclusa por la Coordinadora de Presos en Lucha (Copel), que conecta el filme con variados antecedentes que van de 'Brubaker' a 'En el nombre del padre', pasando por 'Celda 2011' o 'La gran evasión'. «La cárcel es un sitio en el que te borran la identidad y por eso llama la atención esa unión que provocó que 200 personas se cortaran las venas para llamar la atención», ha comentado Rodríguez sobre una de las escenas más impactantes de la esta trama que considera ante todo una «historia humana» de un grupo de personas que seguían una utopía.
Un final imposible que en la película se muestra bajo las claves de la justicia poética y que Javier Gutiérrez ha calificado como un relato «emocionante». «La pandemia nos ha dejado un mundo más individual y por eso este grupo de presos me provoca mucha envidia, porque teniéndolo todo en contra consiguió lo que consiguió», ha afirmado el actor que añadió un dato casi geopolítica de la época: la Modelo se encontraba en el corazón de Barcelona, lo que fue fundamental para conocer la reivindicación de los presos.
Por su parte, el popularísimo actor malagueño Miguel Herrán confirma las aspiraciones comerciales de un filme que promete ser una de las grandes apuestas del cine español para la taquilla. Pero más allá, el niño bonito madura en pantalla -algo parecido a lo que hizo el propio Rodríguez con Mario Casas al ponerlo al frente de 'Grupo 7'- al darle carne y personalidad a una historia que lo condena a estar en pantalla de principio a fin. Lo que resuelve con naturalidad.
A pesar de tratarse de una película muy vinculada a la España de la Transición, el director sevillano ha defendido que se trata de una historia universal que puede funcionar también a nivel internacional, aunque ha confesado que no conoce el secreto del triunfo. «Hicimos 'La isla mínima' sobre dos policías en la Transición y ambientada en las marismas del Guadalquivir que vendió 300.000 entradas en Francia y ganó el premio del público del cine europeo aquel año, pero también he hecho otras películas con más vocación comercial -no la mencionó pero todo el mundo en la salba pensaba en 'El hombre de las mil caras'- y no fue a ninguna parte», se ha sincerado el director que estrena 'Modelo 77' el próximo viernes 23 de septiembre, con el apoyo de una gran distribuidora como Disney.
Por último, Alberto Rodríguez también se refirió al indispensable número 7 que acompaña a la mayor parte de sus películas. «Rafael (Cobos) es supersticioso y, cuando hicimos '7 vírgenes', la película funcionó muy bien, así que cuando teníamos que buscar un número para la siguiente dijo que lo repitiéramos y así surgió el título 'Grupo 7'», ha afirmado Rodríguez, que dobla esa cifra fetiche en 'Modelo 77' y que se ambienta en ese año de finales de los 70 «que significó mucho para este país».
Si en la pantalla el interés estaba puesto en lo nuevo de Rodríguez y Cía, la atención mediática la ha puesto la llegada de la actriz Penélope Cruz, que también presenta esta edición fuera de concurso 'En los márgenes', debut en la dirección de Juan Diego Botto. La actriz española más internacional comparte protagonismo con Luis Tosar y con la malagueña Adelfa Calvo que vuelve precisamente al festival que la encumbró como actriz de cine con 'El autor'. Cruz será además la gran protagonista de este sábado al recibir un merecidísimo Premio Nacional de Cinematografía.
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