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Kirk Douglas, a la entrada del hotel Victoria Eugenia de Donosti, escoltado por Bud Ornstein (primero por la izquierda). Archivo festival de San Sebastián
El hombre del coche rojo que trajo Hollywood a España y se jubiló en la Costa del Sol
Cine

El hombre del coche rojo que trajo Hollywood a España y se jubiló en la Costa del Sol

El norteamericano George Herbert Ornstein, que convirtió España en un plató antes que Samuel Bronston, se codeó con las leyendas del séptimo arte y para su retiro cambió la luz de los focos por la de la Costa del Sol

Carlos Zamarriego

Domingo, 8 de diciembre 2024

Años 70. Un suntuoso Mercedes Benz 250 CE de color rojo burdeos asciende por la carretera que conecta Arroyo de la Miel con el pueblo de Benalmádena. En el asiento del copiloto se encuentra Gwynne Pickford, sobrina de la estrella de cine mudo Mary Pickford, 'la novia de América', e hija de Lottie Pickford, también actriz hasta su temprana muerte por alcoholismo en 1939 a los 43 años. Mucho antes, la joven Gwynne fue adoptada primero por su abuela Charlotte y luego por su famosa tía. Más o menos en el mismo periodo Mary Pickford fundó, junto con Douglas Fairbanks, Charlie Chaplin y el director D.W Griffith, la productora cinematográfica United Artist (UA). La infancia de Gwynne se desarrolló entre platós de cine y Pickfair, una fabulosa mansión de cuatro pisos y 25 habitaciones ubicada en 1143 Summit Drive de San Ysidro Canyon, en Beverly Hills, muy cerca de las imponentes villas de Chaplin, Harold Lloyd y Buster Keaton.

El Mercedes rojo de Bud Ornstein, aparcado ante su casa de Rancho Domingo en Benalmádena. Foto cedida por Lorenzo Valderrama

Mary Pickford se retiró del cine tras un Óscar y más de 200 películas en 1933. Ella seguía siendo una grande pero las películas se le habían hecho demasiado pequeñas. Se dedicó a los negocios de UA hasta que en 1965 se recluyó en su mansión, de la que saldría en contadas veces hasta su muerte. Uno de sus últimos viajes, en 1964, fue precisamente a la Costa del Sol junto a su tercer marido Charles 'Buddy' Rogers.

En esa misma Costa del Sol que ahora escucha el rugido del motor del Mercedes rojo. Para un vecino local, la escena podría recordar a una película de 007. La potencia de sus seis cilindros en línea propulsa este coupé con aire deportivo entre las curvas montañosas de una Benalmádena que comenzaba su idilio con el turismo. Al volante, George Herbert Ornstein, más conocido como Bud. Al igual que su esposa Gwynne, su vida sólo se entiende por el séptimo arte. En 1961, como responsable de UA en Europa, se encontraba en Londres con los productores Albert R. Broccoli y Harry Saltzman buscando al protagonista de una nueva película de espías. «Mientras observaban desde la ventana del primer piso cómo Connery cruzaba la calle con arrogancia, los productores y Ornstein estaban convencidos de que habían encontrado a su James Bond», cuenta Andre Yule, biógrafo de Connery . 'Agente 007 contra el Dr. No' fue un taquillazo inesperado y el inicio de una inagotable franquicia.

Rancho Domingo

El Mercedes Benz llega al puente de Arroyo Hondo y, en vez de seguir subiendo hasta el pueblo se introduce en una escondida urbanización llamada Rancho Domingo. «Antes, en la puerta, estaban los nombres de todos los residentes, en cerámica» cuenta Jesús Peinado. Tanto él como sus nueve hermanos vivían con sus padres en 'Viñas viejas', un cortijo que lindaba con esta urbanización levantada por Simón y Maurice Beriro (también responsables del hotel Tropicana de Torremolinos). Corría el año 1959. «Se llamó Rancho Domingo porque apareció Simón un domingo por la tarde, de visita, de paseo turístico con su mujer, en un deportivo blanco. Yo tendría 10 u 11 años, casualmente estaba guardando animales, me preguntó, le presenté a mi padre y él le llevó a los dueños. Compró el terreno por cinco millones de pesetas». Lo que era antes un campo «de toda la vida, con olivos y ganado» se convirtió en un conjunto residencial de lujo de 22 hectáreas con 27 viviendas unifamiliares proyectadas por el arquitecto Robert Mosher, discípulo de Frank L. Wright. «Simón nos ayudó, nos metió luz en el cortijo, agua, teléfono… se nos apareció la Virgen», afirma Peinado.

Ornstein y Carmen Sevilla, en una foto del reportaje 'Pionero del cine americano' publicado por SUR en 1968. SUR

No ha sido fácil hablar con alguien de la familia Ornstein Pickford para confirmar cómo acabaron en Rancho Domingo. Los menores, Mary y John, de 78 y 76 años respectivamente, viven en Estados Unidos. «La canción favorita de mi padre era 'Viva España'», afirma la mayor, Suzy Ornstein, a sus 80 años en conversación telefónica. Ella confirma la amistad de sus padres con la familia Beriro. Pero la relación con nuestro país comienza en 1953, cuando Bud, hasta entonces destinado en Italia, es nombrado delegado de UA en España y la familia se muda a Barcelona, donde se instalan en un lujoso piso en la Diagonal. «Recuerdo que siempre había guiones por el suelo», dice Suzy. «Mi madre era la mujer más dulce del mundo y la más hermosa. Mi padre era muy correcto y muy estricto», aunque profesionalmente le define como un innovador, «hizo muchas cosas que la gente decía que no podía hacer».

Ornstein fue fundamental para el homenaje a Mary Pickford en la Semana de Cine de Autor de Benalmádena en 1972

Al comienzo de los años 50, el régimen de Franco tenía bloqueados los beneficios en España de los grandes estudios de Hollywood, igual que del resto de empresas americanas. ¿Por qué? «España carece de dólares» explica el investigador del CSIC Pablo León Aguinaga, una realidad «muy similar a la de buena parte de Europa occidental tras la Segunda Guerra Mundial». A pesar de varios acercamientos, las 'majors', agrupadas en la Motion Picture Export Association of America Inc. (MPEA), deciden un bloqueo en 1955. «Se cierra el canal de cine. Durante dos años y medio no exportan ni una sola película a España», asegura Aguinaga, que convirtió su tesis doctoral en el libro 'Sospechosos habituales: el cine norteamericano, Estados Unidos y la España franquista, 1939-1960'. Es en ese contexto cuando Ornstein aprovecha la oportunidad. «United Artists empieza a producir cine en España a pesar del boicot», explica Aguinaga, utilizando «esos fondos bloqueados» de forma similar a lo que se estaba haciendo en países como Reino Unido o Italia. «Básicamente lo que están haciendo es utilizar los beneficios en pesetas para producir aquí», algo que, según el Aguinaga, no sólo se valió para «hacer películas mucho más baratas con profesionales de alta calidad y con escenarios distintos» sino para que en los años 50 aterrizaran en España un gran número de estrellas de Hollywood: «Vienen porque las empresas les dan facilidades para tener acceso a pesetas bloqueadas, y eso les permite hacerse grandes tours por España prácticamente a precios de risa». Años más tarde, el productor Samuel Broston repetiría la fórmula de Ornstein pero usando los fondos bloqueados del gigante de la petroquímica DuPont.

Román Peinado y Bud Ornstein, en el jardín de Villa San Ysidro. Archivo familia Peinado

Pero es Ornstein el primero en realizar una gran producción en suelo español. Se trata de 'Alejandro Magno', dirigida por Robert Rossen, con Richard Burton en el papel principal. La película se rodó en 1955 en las localidades madrileñas de El Vellón, El Molar, Rascafría y Manzanares el Real, pero también en la provincia de Málaga. El gobierno español, consciente de que está «explotando una división interna dentro de Hollywood», en palabras de Aguinaga, consintió que unidades de la Policía Nacional y el Ejército participaran de extras en las escenas más épicas. Una colaboración total, como demuestra una foto de EFE, fechada el 19 de febrero de 1955, en los madrileños Estudios Sevilla Film: junto a Ornstein aparece la hija del dictador, Carmen Franco, disfrutando de un coctel en pleno rodaje.

San Ysidro

En ese pequeño paraíso llamado Rancho Domingo se detiene el bólido rojo, justo a las puertas de una villa que se llamaba, y se llama, San Ysidro, igual que la garganta natural donde se levantaba la mansión Pickfair. El único vestigio de su pasado en un lugar donde Gwynne y Bud habían decidido retirarse, a los cincuenta y pocos años, alejándose definitivamente del brillo del celuloide. «Yo era su electricista», relata Peinado, que recuerda que «era una gente súper educada y súper amable. La mujer era un encanto. Te decía, 'ven, ven', y te daba un billetito de 500 pesetas, estaba todo el día regalando dinero. Y hablaba perfectamente español, tenía hijos que habían estudiado en España, pero él no habló nunca ni papa».

Cuando Jesús Peinado se casó en la Iglesia de San José Obrero, en la barriada de Carranque, los Ornstein Pickford no sólo estuvieron en su boda. «Me prestó su Mercedes con su hijo de chofer», relata agradecido. Varios años antes, en febrero de 1956, Bud había aparcado en el aeropuerto de Barajas dispuesto a recoger, y proteger de los 'flashes', a Sophia Loren, a la que trajo para rodar 'Orgullo y Pasión', del director Stanley Kramer, en Madrid, Galicia, Segovia y Ávila. Otra coproducción entre UA y la española CB Films con Cary Grant y Frank Sinatra en el reparto. Bud preparó para la actriz italiana una recepción en su mansión barcelonesa. «Vino a nuestro apartamento y ella estaba cansada», recuerda Suzy, «así que mi padre le dijo 'puedes tumbarte en la cama de mi hijo Johnny'. Y Johnny vino de la escuela y abrió la puerta de su habitación y se encontró Sophia durmiendo. Se enfadó mucho».

Ornstein también fue un gran anfitrión para Kirk Douglas. En julio de 1958 le acompañó a presentar 'Los vikingos', película de nuevo distribuida por UA y en España por C.B. Films, en el Festival de Cine de San Sebastián. Ese año, Bud comenzaría la producción en suelo español de 'Salomón y la reina de Saba', dirigida por King Vidor. Durante el rodaje tuvo que enfrentarse a la muerte repentina, por un infarto de miocardio, del protagonista Tyrone Power. Finalmente, Yul Brynner haría de Salomón.

En 1960 Bud es ascendido a dirigir toda la producción de UA en Inglaterra y en continente europeo. Antes de irse de España Franco le concede la encomienda de la Orden del Mérito Civil. Allí, mientras mientras su padre supervisa la producción de las dos primeras películas de los Beatles, 'A Hard Day's Night' (1964) y 'Help!' (1965), dirigidas por Richard Lester, Suzy se enamora de Neil Aspinall, amigo de la infancia de Paul McCartney y George Harrison y road manager de la banda. Se casarían en 1968. Para entonces Ornstein ya había dejado la UA para convertirse en vicepresidente de Paramount encargado de la producción europea.

Pickford y la SICAB

Una vez aparcado el Mercedes en la entrada de su chalet, Bud quizás dedicaba algunas horas al cuidado de su jardín con Román Peinado, el hermano de Jesús. «Román era su delirio, siempre estaban juntos. Le gustaba tener conversación con mi hermano, chapurreando un poco de español». Y Gwynne quizás escribiría una carta a Mary Pickford, ahora guardadas celosamente en el archivo de Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood. «Mi padre estaba muy involucrado en el jardín», admite Suzy, «no había mucho más que hacer». Y es que la Benalmádena de entonces no se parecía en nada a la de ahora. «Era una pequeña aldea 'really sweet', con una iglesia, un parque y un solo restaurante. No había nadie, nadie, nadie», explica Suzy, «Yo llegaba con mis hijos y lo primero era ir a Fuengirola para hacer un poco de compras. Y cocinaba para todos».

En 1972, la Semana de Cine de Autor de Benalmádena (SICAB), dirigida por Julio Diamante, homenajea a Mary Pickford con la proyección de siete de sus películas. Al evento acude 'Buddy' Rogers. La documentación de aquella edición nos descubre que fue fundamental, sino no imprescindible, la mediación de Bud Ornstein. En un memorándum fechado el 19 de octubre de ese año se establece que el productor sería uno de los representantes de la actriz en el tributo.

El vínculo de los Ornstein Pickford con esta ciudad de la Costa del Sol sigue con Gwenndy, hija de John Ornstein y de la española María Reyes Nieto. «Tenemos un apartamento en Benalmádena, es mi lugar favorito en el mundo», asegura. Sus padres se conocieron en la película 'Villa cabalga'. «Ella iba de figuración, tenían 16 o 17 años, mi padre estaba con mi abuelo». Rodada entre Colmenar Viejo (Madrid) y El Casar de Talamanca (Guadalajara) en 1967, y estrenada un año después, fue una coproducción de la Paramount dirigida por Buzz Kulik, guión de Sam Peckinpah y un reparto espectacular: Robert Mitchum, Yul Brynner y Charles Bronson. Como todos en la familia, Gwenndy fue siempre consciente del peso del apellido Pickford. «Yo he tenido el Óscar de Mary Pickford en mi mano. Cuando tenía 17 años me llevaron a la mansión Pickfair. Era una casa tela, ¿eh? Tenía hasta un sótano anti bombardeos y todo». Gwenndy asegura con orgullo que Mary Pickford dejó pagados los estudios privados de todos los nietos y bisnietos.

The end

Suzy cuenta que, a pesar de su retiro, a Bud le picaba el gusanillo del cine: «Solía volver a Inglaterra para ver si podía unirse a EON Productions [conocida por producir la franquicia oficial de James Bond], a filmar de nuevo. Pero eso no sucedió». En 1976 los Ornstein deciden volver a Estados Unidos. Aunque la vida en Europa le gustaba a Bud, afirma Suzy, «fue bueno para mi madre volver a Los Ángeles, donde tenía a sus amigos, a Mary Pickford, tenía toda su familia allí». Pero no todo se fue con ellos. El Dr. Lorenzo Valderrama ha sido médico en Arroyo de la Miel durante más de 50 años. «Les visité en su casa varias veces tanto a él como a su esposa, nunca por ningún problema realmente grave». Valderrama les compró el Mercedes rojo, que aún tuvo tiempo para dar unas cuentas vueltas por Benalmádena siete años más.

Poco después de volver, en 1978, 'Bud' Ornstein falleció en Los Ángeles a los 60 años tras complicarse una intervención relativamente banal. Un año después lo haría la matriarca, Mary Pickford, recluida en Pickfair, mientras que su Gwynne lo haría en 1984 a los 68. Con ellos, finalizaba una época irrepetible del cine y de la Costa del Sol. Como diría Gloria Desmond en el clásico de Billy Wilder 'El Crepúsculo de los dioses': «Ya lo ve, esta es mi vida. Siempre lo ha sido. No hay nada más. Solo nosotros, y las cámaras, y esa maravillosa gente ahí fuera, en la oscuridad».

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