Rosada en Girona y pueblos del Baix Empordà.

Dani Rovira, de vasco a catalán

Primeras imágenes de la secuela de 'Ocho apellidos vascos' que encumbró al actor malagueño, que en la nueva cinta se hace ‘casteller

Mónica bergós

Viernes, 29 de mayo 2015, 23:45

La esperadísima secuela de Ocho apellidos vascos se rueda estos días en distintas localizaciones de Girona y pueblos del Baix Empordà, donde el equipo hizo un alto en el rodaje para revelar a la prensa algunos detalles de la cinta, que cuenta con incorporaciones estelares. A la familia de la primera entrega, conformada por Dani Rovira, Clara Lago, Karra Elejalde y Carmen Machi, se suma el mediático Berto Romero, la diva Rosa María Sardà, y la televisiva Belén Cuesta.

Publicidad

La acción empieza donde acabó la primera película. La pareja protagonista disfruta de su mágico idilio en Sevilla, pero las cosas se torcerán para el andaluz. Tras las peripecias de la conquista de su esquiva amada, tendrá que enfrentarse al reto de reconquistar su corazón, porque la joven pierde la cabeza por un catalán, interpretado por Berto Romero. El padre de la chica, Karra Elejalde, y Rovira viajarán hasta Cataluña, para intentar que la joven entre en razón y vuelva a los brazos de su enamorado.

Si en la primera entrega vimos al andaluz Dani Rovira convertirse, por amor, en un radical abertzale, aquí lo veremos hacer de casteller, comer pà amb tomàquet, bailar sardanas y adentrarse de nuevo en un territorio desconocido para él: la Cataluña más profunda, poblada de nacionalistas e independentistas. De nuevo se ahondará en los tópicos relacionados con el carácter de las distintas regiones, y es de esperar que aparezcan catalanes apegados al dinero y orgullosos de su tierra.

Según los guionistas Borja Cobeaga y Diego San José, la nueva producción de Telecinco Cinema ofrecerá la visión que los vascos y otras regiones tienen del pueblo catalán, pero que nadie se ponga a la defensiva, porque la intención «no es ofender a nadie» sino simplemente pasar un buen rato. «Para Euskadi, Ocho apellidos vascos fue una película terapéutica, cicatrizante. Era necesario reírse de determinados temas. Esperamos que en Cataluña tenga el mismo efecto. Queremos tender puentes, no crear abismos», expresó Karra Elejalde, quien conoce muy bien a los catalanes, porque desde hace años reside en Molins de Rei (Barcelona) y tiene una hija «que habla y sueña en catalán».

Asegura que en esta tierra «siempre me han tratado muy bien». «Yo creo que los catalanes a los vascos nos quieren más que al resto. Los que son nacionalistas nos tienen cierto sentimiento de envidia», valoró el actor, cuyas palabras fueron secundadas por el productor y consejero delegado de Mediaset en España, Paolo Vasile, quien destacó que la secuela de Ocho apellidos vascos, quiere mantener el mismo espíritu que la primera, y pretende ser «un gesto conciliador con lo catalán en un momento de fuertes tensiones territoriales». «Queremos a toda España, separada o unida, porque nos gustan todos sus habitantes y culturas, sin excepción. La película va dirigida a los catalanes inteligentes, que son todos, que sabemos que sabrán reírse de sí mismos, igual que lo hicieron los vascos con la primera entrega».

Publicidad

«En realidad la gente es mucho más inteligente y tiene menos prejuicios de lo que muchos medios de comunicación y políticos presuponen», añadió Emilio Martínez Lázaro, que repite como director, y que reconoció sentirse presionado tras el éxito de la primera entrega, que ha sido la película española más taquillera de la historia. «Sabemos que es muy difícil que se vuelva a producir el mismo fenómeno, porque ahora ya no existirá el factor sorpresa, pero lo vamos a intentar».

La secuela de Ocho apellidos vascos aún no tiene título. Se baraja Nueve apellidos catalanes, o Nueve apellidos vascos, pero los creadores aún no se han decidido por un nombre que aúne las características que buscan: mostrar al público que esta segunda entrega es la continuación de la taquillera comedia, pero que incorpora nuevos elementos como el componente catalán.

Publicidad

El rodaje se alargará hasta principios de julio y la cinta podría estrenarse a finales de este año o principios del que viene. «Vamos a alargar el estreno lo máximo posible, porque queremos que el producto final sea bueno. Aspiramos a que esta película sea mejor que la primera, pues tendrá más presupuesto y mayor elaboración», señaló Vasile, quien no tuvo reparos en reconocer que, si no fuera por la ley que obliga a las televisiones a invertir parte de sus ganancias en cine, no se habría metido en este negocio. Un mundo que conoce bien porque su padre, Turi Vasile, ya produjo películas italianas, entre ellas la mítica Roma de Fellini, que le dejó en números rojos. «Estamos obligados por una ley injusta a hacer cine, pero ya que nos obligan intentamos hacerlo bien».

El cine sigue dando menos ingresos a Mediaset que las cadenas televisivas, a pesar de que el fenómeno de Ocho apellidos vascos consiguió recaudar 56 millones de euros y llevar a las salas a más de nueve millones de espectadores.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad