Málaga se abanica con arte: el MIMMA acoge el gran cierre de Aceleradora Mans

El abanico, convertido en símbolo de la historia y la comunicación artística, fue el hilo conductor de la jornada. Los participantes recibieron al término de sus intervenciones una lección de campiología, es decir, el uso y los significados de los movimientos de abanico, por parte del malagueño Guillermo Vergara, vicepresidente de la Fundación Paideia Galiza. Salomé Limón, productora, compositora y una de las protagonistas, se llevó el primer abanico al grito de un deseo claro: «Que todo lo que se nos devuelva sea de manera justa».

El evento, diseñado para fortalecer el ecosistema musical, ha contado con la participación financiera tanto del Plan Recuperación, los fondos Next Generation europeos y el Grupo Mahou. A él acudieron Lucía Sánchez y Casilda Sánchez, hijas de Paco de Lucía y figuras claves en la Fundación Paco de Lucía (Casilda es la presidenta y Lucía, patrona), una organización que ha colaborado previamente con el proyecto de Aceleradora Mans al organizar residencias para artistas emergentes en la antigua casa del maestro flamenco en Toledo. De hecho, Casilda anunció una nueva residencia en este hogar durante el próximo mes de mayo.

En el transcurso del evento, la coach vocal Patricia Ferro destacó la importancia de la autenticidad en la música. Artistas como Mala Rodríguez o C. Tangana le enviaban discos de los conciertos grabados para mejorar y poder conseguir esa esencia vocal propia. Por otra parte, Paco Loco, productor musical de Enrique Bunbury, Lori Meyers o el propio Sarria, compartió su visión sobre cómo sacar el máximo provecho a la hora de producir discos. Para el gaditano, lo mejor es «trabajar con gente a la que le guste la música, y no piensen en cosas como el algoritmo».

La jornada alcanzó uno de sus momentos más emotivos con la actuación en directo de Sarria, desde el MIMMA, y de Antía Muíño desde A Coruña. Ambos reafirmaron la conexión entre el talento emergente y las raíces. El abanico entregado a Muíño, con un gesto sencillo -apartarse el flequillo-, encarnaba una palabra tan andaluza y ahora parte de las tierras gallegas: 'Chuminá'. Por su parte, el cantante malagueño se mostró más que orgulloso de su localidad natal, Rincón de la Victoria, al reafirmar su condición de rinconero y compartir un sentimiento: «Cuánto más lejos voy, más andaluz me pongo».

Aceleradora Mans concluyó así su andadura, con un pequeño vídeo recopilatorio de toda la trayectoria del proyecto y como un espacio donde las historias, las canciones y los símbolos del abanico han tejido una red de creatividad y comunidad que perdurará más allá del último acorde.