Celebra el Orgullo en plataformas

'Desconocidos', de Andrew Haigh (Disney+).

Basada en la novela 'Strangers', de Taichi Yamada, esta película es un disparo que va directo al corazón, una de esas historias que, cuando te atrapa, ya sabes que no te va a soltar nunca. Es un romance fantástico que habla de la muerte, la familia y la pérdida, de la vida en los rascacielos, del alcohol y del amor. Andrew Scott y Paul Mescal están descomunales, Haigh está ya consolidado como director y hay música de Pet Shop Boys, pero no hay que confundirse: intenta no ver esta película solo.

'Una perra andaluza', de Pablo Tocino (Filmin).

Originalmente ideada como serie para la web, esta producción hecha con cuatro duros (y ya sobran tres) está causando sensación en el ambiente. Hay mucha verdad, muy poca vergüenza, un desfile de traseros que parece no acabar nunca y una banda sonora perfecta en esta comedia 'dramarracha' dirigida por el onubense Pablo Tocino. La serie, que hay que ver con subtítulos (no hay elección: están ya impresos), va mejorando con cada capítulo y convierte lo cutre en un rasgo de estilo.

'Mamántula', de Ion de Sosa (Filmin).

Esta auténtica gamberrada, de producción española, a ratos pornográfica, cuenta la historia de una especie de hombre araña en la comunidad gay que succiona todo lo que hay dentro de un cuerpo a través del sexo oral. Dura solo 45 minutos y hay sexo explícito. No se puede ver con padres delante.

'Fuego fatuo', de João Pedro Rodrigues (Filmin).

Todas las películas de este director portugués son interesantísimas, desde la hermosa y compleja 'El ornitólogo' (2016) hasta el extraordinario documental 'La última vez que vi Macao' (2012). Su sexta película, 'Fuego fatuo', es un musical extraño, teatral, ecologista, visualmente hipnotizante y sexy sobre un príncipe que sueña con ser bombero. Los números musicales ya merecen el visionado.

'Rojo, blanco y sangre azul', de Matthew Lopez (Prime Video).

Por si a alguien se le escapó el año pasado, esta comedia cuenta la historia del príncipe de la corona británica que vive una historia que empieza con odio y se traduce en amor con el hijo de la presidenta de Estados Unidos. Todo muy loco. Está llena de clichés, no es demasiado inteligente, pero, poco a poco, acabas pasando por el aro y se convierte en un divino divertimento, como una nube de azúcar en la feria. Por si no hubiéramos tenido suficiente, ya se está preparando la secuela.