La Casa Natal reivindica al Picasso más malagueño en el 50 aniversario de su muerte

«Esta exposición no es tanto un homenaje a Picasso, sino a Pablo, el niño de la Plaza de la Merced», ha declarado en la presentación el comisario de la muestra, Mario Virgilio Montañez, que, junto al equipo de la fundación municipal del artista, ha estado dos años trabajando en este montaje, que no ha dudado en calificar como «el mayor esfuerzo expositivo de la Casa Natal desde que nacimos en el año 88». Y para retratar esa relación mutua en las edades más tempranas, la exhición ha traído cinco obras originales fechadas en Málaga «que no solo muestran las habilidades de un niño con el lápiz, sino también con el óleo», como se puede ver en los paisajes rurales. Comenzando con una pequeñísima y fascinante tablilla, 'Puesta de sol y rebaño de ovejas' (1896), que habría ganado un premio de micropintura hoy en día, frente al contundente lienzo del mismo año 'Montañas de Málaga'.

«Es un óleo importante porque no solo supone ir a los Montes con un caballete bajo el sol y ponerse a pintar bajo el sonido de las chicharras, sino que con 14 años ya supera a su padre enfrentándose, homenajeando o incluso superando al maestro Muñoz Degrain con su misma pincelada», explica el comisario, que también destaca la presencia en este comienzo del recorrido de 'Cabeza de hombre barbudo' (1896-9), un trabajo académico en la que el joven Picasso ya exhibe que «está a otro nivel».

Junto a estas piezas está presente un oscuro dibujo, 'El naufragio de la fragata Gneisenau en el puerto de Málaga' (1899-1900), en el que el artista retrata los restos del desastre que se encontró al viajar a Málaga junto a su amigo Casagemas pocos días después de la tragedia. «Picasso llega a una ciudad impactada y retrata el barco hundido introduciendo más dramatismo como estos tablones y el barril flotando en el agua para decir que él lo vio y estuvo allí», ha subrayado Montañez, sobre esta obra que se ve por primera vez en Málaga.

«La quisimos traer otras veces pero es una pieza de conservación muy delicada. Por fortuna el programa 'Celebracion Picasso' ha abierto la cueva de los tesoros», se ha felicitado el comisario que ha contado para esta primera parte de la exposición con la colaboración del Museo Picasso de Barcelona, donde se encuentran la mayor parte de las obras de juventud del malagueño ya que estaban en la casa de la madre del artista en la ciudad condal hasta su fallecimiento, cuando pasaron al Ayuntamiento de la capital catalana.

El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, y el director de la Casa Natal, José María Luna, han presentado este viernes 'Las edades de Pablo' junto al comisionado de 'Celebración Picasso 1973-2023', Carlos Alberdi', que ha felicitado a la «Casa Natal por este exposición a través de las diversas metamorfosis de la obra de Picasso, ya que dentro del aniversario es la única que se atreve a mostrar este recorrido». En este sentido, el comisario Mario Virgilio Montañez ha señalado que con los siete apartados en los que se divide la exhibición, desde los 'Años de formación' con las obras de Málaga a la última etapa del artista junto a Jacqueline Roque, «hemos querido que tanto el visitante que conoce a Picasso como el que no lo conoce pueda llegar a enamorarse del artista a través de cada una de las etapas de su obra».

Así, 76 años de creación ininterrumpida están atrapados en esta exposición multiformato patrocinada por la Fundación La Caixa y Telefónica que, además de lienzos, exhibe dibujos, obra gráfica, fotografía, escultura y cerámica con préstamos del Centro de Arte Reina Sofía, el Museo Picasso de Barcelona, la Fundación Palau, la Fundación Mapfre, Colecciones Ico y la Familia Arias, que ha prestado la icónica 'Sueño y mentira de Franco' para mostrar los años de la guerra en la obra picassiana. La época azul y rosa están presente con las obras que el artista dedica al circo o a la gente de la calle en la que fue su etapa más social y comprometida para evolucionar luego hacia la revolución del cubismo con el cuaderno preparatorio de 'Las señoritas de Avignon' de 1907 -uno de los fondos más valiosos de la Casa Natal- o la obra original 'Arlequín y polichinela' (1924).

El clasicismo y el surrealismo tampoco faltan en este repaso hasta llegar a los 'Tiempos de guerra' con el emblemático lienzo 'Retrato de Dora Maar' (1939), concluído apenas cinco días antes del fin de la guerra civil y que sirvió de portada a la exposición internacional 'Picasso y la modernidad española' (2014), comisariada por el catedrático de la UMA Eugenio Carmona en el Palazzo Strozzi de Florencia. La oscuridad da paso a 'La alegría de vivir' de los años 50 protagonizados por el artista junto a Francois Gilot -recientemente fallecida- y otra obra muy representativa, 'Dos figuras y una paloma' (1956), para finalizar el recorrido con las fotos de Juan Gyenes a Picasso y Jacqueline Roque y un singular autorretrato de Picasso, 'Pintor trabajando' (1964), una de las piezas más grandes de la exhibición y que cierra el recorrido.

«Somos una Casa Natal pequeña pero muy grande como muestra esta exposición de 58 obras en la que se refleja muy bien el recorrido vital y artístico de Picasso que surgió en esta plaza de la Merced, en esta luz y en este mar Mediterraneo que le conectó con la cultura clásica, en los toros de la Malagueta que lo conectaron con el minotauro y en las palomas de esta plaza de las que hizo un icono mundial», ha abrochado el director del centro cultural, José María Luna. Una vuelta de Picasso a los orígenes desde la que observar el resto de su vida, su inmortal legado artístico y la íntima influencia de su ciudad natal.