Carlos Álvarez se toma un descanso para recuperarse de las secuelas del covid

El barítono malagueño se contagió el pasado mes de junio de coronavirus pero, tras un tiempo de convalecencia, retomó su agenda con normalidad. De hecho, hasta hace solo dos semanas, ha sido 'Amonasro', el padre de 'Aída', en la ópera del mismo nombre que se ha representado en el Teatro Real. «Pero las secuelas del contagio siguen dándome quehacer e impiden el correcto uso de mi voz. Tanto Londres en septiembre como Madrid en octubre y noviembre, han sido periodos de gran exigencia para mí y ahora necesito un 'ratito' de recuperación», declara el artista. Lo que para cualquier persona sería una pequeña afección sin consecuencias profesionales, en su caso afecta a su herramienta principal de trabajo.

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De momento, Carlos Álvarez abrirá un paréntesis en su carrera durante noviembre y diciembre. Una determinación que le ha obligado a cancelar una ópera en Viena y dos conciertos en España. Estos días debería estar, como suele ser habitual en su temporada, en la Ópera de Viena representando 'Andrea Chénier' junto al tenor Jonas Kaufmann.

El malagueño ha tenido que renunciar también al concierto previsto el 20 de diciembre en el Teatro Real junto al tenor Gregory Kunde, en el que hubiera sido la unión de dos de las grandes voces de la escena lírica internacional. El barítono tampoco estará finalmente en el Concierto de Navidad del Teatro de la Zarzuela, el 30 de diciembre, junto a la soprano Rocío Ignacio y al maestro Guillermo García Calvo. En su lugar cantará el barítono Juan Jesús Rodríguez.