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«Me toca estudiar mucho», concluye Carlos Álvarez cuando repasa mentalmente los compromisos que le esperan esta temporada. Tras más de 30 años en los escenarios, para el barítono malagueño siguen existiendo 'primeras veces' en su agenda: en los próximos cuatro meses sumará cuatro obras ... nuevas a su repertorio. «Es fantástico. Estas cosas me mantienen vivo y atento», dice, resistiéndose a «dejarse vencer por la monotonía».
El primero de los estrenos le trae de vuelta a casa. El 23 de octubre, el malagueño pondrá voz a un nuevo oratorio de Marco Frisina en la Catedral de Málaga. 'Las Siete Palabras de Jesucristo en la Cruz', organizado por la Agrupación de Cofradías como parte de su centenario, reunirá al barítono con la Orquesta Filarmónica de Málaga y la Escolanía Pueri Cantores. El propio Frisina, maestro de capilla de la Catedral de Roma, tomará la batuta reforzando así su vínculo con Málaga.
Al día siguiente pondrá rumbo a Milán donde, del 9 al 23 de noviembre, pondrá en escena 'L'elisir d'amore' debutando en el rol de Dulcamara. Ese mismo mes viajará de nuevo a Londres para grabar en disco la ópera 'Zingari' de Ruggero Leoncavallo, que nunca antes ha interpretado. El cuarto estreno personal lo tendrá en enero en el Teatro de la Zarzuela con la obra de Pablo Sorozábal 'Entre Sevilla y Triana'.
En este mismo teatro Álvarez recibirá este sábado –de forma virtual– el Premio Ópera XXI al mejor cantante por su interpretación del papel de Rodrigo de la ópera 'Don Carlo', de Verdi, en el Colón de A Coruña. Un escenario al que regresará este 14 de octubre con un concierto junto a María José Moreno. El año lo despedirá el malagueño en Berlín con 'Un ballo in maschera'.
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