Carlos Alba Bermúdez

A los catorce o quince años de edad se iniciaba como cantaor, alternando con otros que ya llevaban años como profesionales. Carlos dominó pronto un amplio repertorio de cantes y como fue siempre un hombre muy jovial, simpático y extrovertido, pronto entró de lleno a intervenir en festivales, dar recitales e incluso a realizar diversas grabaciones discográficas acompañado por las guitarras de Enrique Campos y El Chino.

Cantaor de buena voz, grabó un disco de larga duración en cuya contraportada, el cantaor de los Alcores, Antonio Mairena, escribió, entre otras cosas lo siguiente: «La afición malagueña cuenta hoy con un Carlos Alba que necesita del estímulo de sus paisanos para hacer cotizable su personalidad y enriquecer el ámbito malagueño». En los años setenta y ochenta, Carlos intervino en muchos festivales, la mayoría de ellos acompañado por el también malagueño Carlos Pastor y dio diversos recitales en varias universidades francesas, así como en distintas ciudades de Marruecos.

Carlos actuó también en muchas ocasiones en festivales flamencos con los cantaores malagueños Pepe de la Isla, Antonio de Canillas, Niño de Bonela, María la Faraona, Enrique Castillo, Juan Casillas, El Bolo, Manolo Cabrera, Niño de la Alegría, etc., así como con otros de distintas provincias andaluzas.

Fue también un buen aficionado a la guitarra, llegando incluso a impartir clases de este instrumento a jóvenes aficionados. En 1988, la perchelera Peña Los Cabales, de la calle Jovellanos, abrió un rincón flamenco al que bautizó como Rincón de Carlos Alba, en el que asistimos a más de una sesión de cante flamenco a cargo del titular. Aparte de sus actividades flamencas, Carlos fue conductor de camiones de gran tonelaje, propietario de un bar en la Alameda de Colón y visitador médico de un laboratorio. En sus últimos años fue también humorista con el nombre artístico de Mauricio. Carlos Alba Bermúdez falleció en Málaga el 13 de enero del año 2003.

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