'El barbero de Sevilla' en el Cervantes: la ópera para las primeras veces

«Esta es la gran oportunidad para la gente joven de poder acercarse a la ópera, una de las mejores para que quien nunca haya estado tenga aquí su primera vez», resaltó Vázquez, que se reencuentra aquí con el Coro de Ópera de Málaga, que dirigió durante un tiempo (ahora con María del Mar Muñoz Varo al frente), y la Orquesta Filarmónica. «Es la mejor para introducirse en el mundo mágico de ópera, del teatro y de la magia de la comedia. Mi hijo que tiene 7 años estuvo en el ensayo y no paraba de reír», añadió la mezzosoprano Clara Mouriz. Y es así porque 'El barbero de Sevilla', de Rossini, representa el momento álgido de la ópera bufa, una comedia de enredos que desde el minuto uno provoca la sonrisa del espectador.

Todo envuelto, en esta ocasión, de la estética del teatro ambulante en los albores de la Revolución Francesa, con referencias a la 'commedia dell'arte'. La puesta en escena rinde así homenaje a los comediantes que iban con sus trastos de plaza en plaza para divulgar su oficio y entretener a los espectadores, un guiño al teatro cómico italiano del que Rossini se impregna mientras escribe esta obra maestra del repertorio lírico. «Es un 'Barbero de Sevilla' Barbero de una gran pureza y una gran humanidad que, dentro de cierta simplicidad, busca el gesto y el origen de la 'commedia dell'arte'», apuntó la mezzosoprano que da vida a 'Rosina'.

Esa escenografía, con maletas sobre las tablas y un fondo que recuerda al Teatro Olímpico de Vicenza, estuvo ya totalmente montada en el Cervantes en abril de 2021, pero la repentina instrucción del Gobierno andaluz de aplicar un metro y medio de separación entre espectadores por un repunte de covid obligó a aplazarla. Hasta hoy, cuando se recupera para la 34 Temporada Lírica, un ciclo que patrocinan Unicaja Banco y Fundación Unicaja. La producción escénica corresponde a los Amigos Canarios de la Ópera de Las Palmas de Gran Canaria, mientras que el Teatro Cervantes asume la parte musical.

En las voces, junto a Clara Mouriz, la obra cuenta con un elenco hispanoamericano encabezado por el barítono Javier Franco, el tenor colombiano Pablo Martínez en el rol del 'Conde Almaviva' y el bajo chileno Ricardo Seguel en las carnes del 'Doctor Bartolo'. Un grupo de personas que, como dijo el maestro Vázquez, se ha convertido en una «familia» durante estos días en Málaga. «Y lo estamos pasando verdaderamente bien», añadió el director musical, que se llevó muchos elogios de los cantantes. «Es refrescante ver una persona tan segura en su liderazgo pero tan abierta a reconocer que la ópera es un ejercicio colaborativo donde somos múltiples voces en escena y entre todos tiramos hacia adelante», le aplaudió Pablo Martínez, para quien este papel le está dando la oportunidad de «jugar y explorar los límites» de su personaje. Como dijo Javier Franco, el elenco disfruta y esa pasión se transmite también al público. «Fígaro no es un papel fácil, pero gracias al equipazo que tenemos vamos a conseguir hacer un Fígaro de alto nivel», pronosticó.