El alma del bailaor Rafael Ramírez toma forma para un debut especial

En 'Entorno' se baila flamenco, pero el lenguaje va más allá del propio baile. «Nos cuenta cómo nos moldea la sociedad, esas capas y corazas que el ser humano se pone según dónde y con quién esté. Aunque la sociedad haya avanzado, al final siempre está el qué dirán y el ser de una manera según quién haya delante», introduce Rafael Ramírez al hablar de la inspiración de su espectáculo. Cuando tiene que relacionar ese 'molde' con él mismo, el bailaor concreta cómo su interior ha ido tomando forma: «Siempre he sido muy tímido, y mi entorno –sobre todo el profesional– me ha ido moldeando bastante. Pienso que me ha beneficiado en el sentido de ser más abierto, más extrovertido, tener menos vergüenza a la hora de hablar... Me he moldeado bien, la timidez me la he quitado. En el espectáculo tocamos esa parte que es la cara buena, pero también la mala que hayan podido vivir otras personas», aclara el bailaor. «Pero no está centrado en la pena, aunque el lenguaje principal sea el flamenco y sin querer al ser tan profundo lo llevemos a un punto dramático. Pero hay de todo, hay un equilibrio porque no todo lo que se cuenta es tristeza; al contrario, en mi propia experiencia no es algo malo», añade.

La coreografía es propia de Rafael Ramírez, pero en la dirección escénica está David Coria, con quien ha trabajado y aprendido durante su recorrido profesional. Por eso, parte de las influencias externas que también tiene 'Entorno' y que beben de este bailaor sevillano. «Indiscutiblemente en este espectáculo se respira mucho de David Coria, al igual que de Rafaela Carrasco, a quien siempre he admirado y además hemos trabajado juntos. Hay fusión de lo clásico y lo contemporáneo, aunque el lenguaje por excelencia es el flamenco», matiza Ramírez. En el resto del elenco que subirá a las tablas del Cervantes este próximo lunes están al cante Miguel Ortega y Jesús Corbacho; a la guitarra Juan Campallo y Daniel Suárez con la percusión y batería. «Un montaje de gran sencillez escenográfica pero de gran carga emocional donde el lenguaje por excelencia es el flamenco», resume el bailaor.

El impulso necesario

La idea se venía gestando desde la pandemia, porque «nos pararon los pies, nunca mejor dicho, pero la cabeza siguió funcionando». Fue ahí cuando comenzó a nacer 'Entorno', pero no sería hasta el pasado mes de diciembre cuando se puso manos a la obra con este proyecto, que tomó el impulso que necesitaba cuando Rafael Ramírez se hizo con el premio Desplante del Festival Internacional del Cante de las Minas de La Unión. «El premio es el despegue, te da un respaldo que no te lo da cualquier cosa. 'Entorno' viene de antes del premio, pero con él me dio seguridad y medios para poder llevarlo a cabo», reconoce el artista esteponero. En una entrevista concedida a este mismo periódico tras alzarse con el galardón, Rafael Ramírez lo adelantaba: en diciembre empezaría a montarlo y la idea estaba en estrenarlo en el primer trimestre de 2022.

Y así va a ser, justo al terminar el primer trimestre, el bailaor pisa el escenario del Teatro Cervantes para estrenar su primera producción en ese lugar tan especial, a pesar de ya haber producido otros cuantos espectáculos. «Pero a nivel de repercusión y despliegue de trabajo esta es la primera gran producción», insiste Ramírez. Ya ha estado en otras ocasiones en el Cervantes, pero nunca con algo propio de él mismo: «Tengo especial ilusión por estrenarlo allí. Para los malagueños es el templo del arte, del flamenco y de la cultura por excelencia».

Como decía al principio de esta conversación telefónica el mismo Rafael Ramírez, tiene los días contados. Los últimos ensayos para dar los toques finales de 'Entorno' están viviéndolos en Sevilla, «porque allí está gran parte del equipo». Mientras, el bailaor malagueño está sin parar: «No me da mucho tiempo a pensar en el día del estreno, pero creo que es mejor mantenerme en este bucle de trabajo. Es una producción muy grande con una gran responsabilidad, aunque confío en el trabajo de mi equipo y en el mío. Pero como piense solo en ese día me podría controlar muy poquito los nervios», confiesa entre risas nerviosas el artista.

Comenzó con los tres añitos a dar sus primeros bailes y con once ya taconeaba en algunos hoteles de la Costa del Sol. Luego se formó de la mano de maestros de la talla de La Lupi, Óscar de los Reyes o Rafael Campallo. Ahora, a sus 28 años está a punto de vivir un estreno absoluto en su ciudad, como él mismo dice, «juego en casa». El domingo llega de Sevilla a tierras malagueñas dispuesto a descansar en casa para poder darlo todo el lunes a las ocho de la tarde en el Cervantes: «El lunes estaré al 100%, la verdad es que esto es algo que no se vive todos los días», concluye.