El Ayuntamiento de Málaga prevé un centro cultural de cuatro plantas en la parcela del Astoria

El Consistorio reactiva una de sus propuestas estrella en la recta final de esta legislatura. El documento que elabore la empresa que resulte adjudicataria deberá ajustarse al proyecto diseñado por Málaga Procultura para estas tres parcelas de la plaza de la Merced, el denominado 'Astoria, centro cultural'. La licitación se inicia con un presupuesto de 290.626 euros (IVA incluido) y un plazo de ejecución de 6 meses. Un anteproyecto que deberá incluir un avance del presupuesto global así como la memoria justificativa de las soluciones adoptadas y los planos de plantas, alzados y secciones a escala.

No obstante, el Ayuntamiento recuerda que la aprobación final depende de un informe favorable de la Consejería de Cultura de la Junta, que podría modificar las alineaciones y las alturas previstas por el enclave sensible en el que se ubica el solar, en pleno centro histórico. En ningún momento se mencionan en la nota de prensa los restos arqueológicos que sacaron a la luz las excavaciones, unos hallazgos que el Gobierno andaluz obliga a conservar 'in situ', una cuestión que deberá ser tenida en cuenta en el diseño arquitectónico del edificio.

El anuncio provocó la inmediata reacción de Noelia Losada, portavoz de Ciudadanos y concejala de Cultura, que reiteró las dos exigencias de su partido: “Restos arqueológicos visitables y edificio con menos impacto”. Dos 'líneas rojas' que parecen poco compatibles con la propuesta del Ayuntamiento -al menos la referente a la altura- y que distancia a los dos socios de gobierno a pocos meses de las elecciones. “Deben estudiarse todas las opciones técnicas. Si lo que quiere Urbanismo es tirar un Astoria para hacer otro y ocultar la historia, nos opondremos”, concluyó la edil, principal valedora del uso cultural de este espacio.

Eso en cuanto al continente. Sobre el contenido, el nuevo recinto cultural se configura como un equipamiento centrado en las artes escénicas, con un centro coreográfico que responda a las demandas de la danza (una disciplina al alza en Málaga) y con posibilidad también de acoger congresos. El corazón del edificio será una sala polivalente que contará con un espacio escénico situado a cota cero con un escenario que tendrá un mínimo de 20 metros de ancho (entre paredes), 11 metros de fondo y 12 metros de ancho de boca de escenario. En este nivel se ubicará también el vestíbulo, con taquilla, guardarropa y aseos.

La capacidad de la sala estará en torno a los 600 y 700 espectadores, un aforo intermedio entre el Cervantes (con mil butacas) y el Echegaray (297 localidades). Habrá anfiteatros en las plantas superiores y el graderío será retráctil para ofrecer la posibilidad de tener al público en pie. Este mecanismo posibilitará también su uso como espacio para congresos, ofreciendo la opción de dejar la planta diáfana para colocar expositores en ferias de pequeño formato. Para reforzar esta función, se proyectan cuatro oficinas y una sala de usos múltiples (formación, reuniones, talleres, etc.) en la planta baja.

Además, la primera planta contará con una cabina de proyección insonorizada de 20 metros cuadrados como mínimo y a una distancia de la embocadura del escenario de entre 15 y 20 metros, habrá una sala de control de luces y sonido en la tercera planta y camerinos individuales y colectivos con sus respectivos aseos en las plantas primera y segunda. Por último, con el reto de convertir este espacio en el centro coreográfico de referencia de la ciudad, se habilitarán tres salas de ensayo de distintos tamaños (una grande de aproximadamente 150 metros cuadrados y dos medianas de 60 metros) y oficinas.