Una avería obliga a cerrar de nuevo el ascensor de la Alcazaba de Málaga

Hace justo un año, dos grupos de turistas se quedaron encerrados en el ascensor un mismo día, pero en diferentes viajes. La situación se resolvió de forma rápida y sin más consecuencias tras avisar a la empresa responsable a través del botón de emergencias que hay en el interior, pero el suceso obligó a reponer dos piezas de grandes dimensiones que tuvieron que encargarse al extranjero.

Mientras permanezca cerrado, el único acceso a la Alcazaba es el tradicional, las escaleras de la calle Alcazabilla que dan paso a una subida progresiva hasta la zona del palacio. Esto complica la accesibilidad a personas con movilidad reducida o a familias con niños pequeños y en carrito. «Los guías de turismo y touroperadores ya estamos desesperados rechazando visitar el monumento hasta que se solucione la incidencia», escribía Victor G. Leiro en Twitter.

Aunque su uso no es masivo, apenas el 10% de los visitantes recurren a este servicio, lo cierto que es muy recomendado en las páginas web y portales de turismo. «Imprescindible, sube en el ascensor», se lee en un comentario en Internet. «La mejor forma de acceder a la Alcazaba. Te lleva casi a lo más alto de la visita», indica otro usuario. Y otro señala: «Una gran apuesta incluida en la entrada que mejora la accesibilidad a personas que nunca tienen acceso a estos monumentos. Vale la pena».

El ascensor, inaugurado en los años 90 en base a un proyecto presentado por Emilio Miranda Lafuente en 1946, tiene una capacidad para quince personas, aunque por protocolo no suben más de nueve.