Autores de primer nivel y amantes de la cultura iluminan La Noche de los Libros en Málaga

Tras ello, la artista gráfica tuvo un encuentro en la sala 001 del centro cultural con su público, moderado por el escritor Gustavo Martín Garzo y con aforo completo. Esta sala albergó el Escenario Malagueta, dedicado a la poesía y el ensayo. Mientras, otros esperaban en el escenario principal al escritor David Trueba, quien conversó con Luis Alegre sobre el cine, la literatura y la vida. Cita que tuvo lugar en el Escenario Ora Marítima, ubicado junto al Escenario 451, donde se disfrutó de música.

En la conversación entre Trueba y Alegre salieron a relucir diversas anécdotas de la vida del periodista, como cuando hizo que el director de cine Billy Wilder «estuviera en crisis. No es que no lo llamara por desinterés, era por educación. Siempre he sido muy tímido», confesó. Sin embargo, su hermano Fernando Trueba, enlace para que se diera este encuentro, lo convenció para realizar la llamada. «Me preguntó qué hacía y fui inmediatamente aunque estaba en clases», narró.

También hubo espacio para hablar sobre la nueva obra que estrenará el autor, que narra su experiencia en el 69, año en el que nació. «Hablo del 69, pero no hablo mucho. Siempre decepcionando al público», bromeó con fina ironía. Un libro en el que cuenta lo que le rodea cuándo nace y cómo tiene influencia sobre él. «La gente suele insistir mucho en que se ha hecho a sí misma, pero valoran muy poco lo que les hizo ser cuando ya estaban: familia, el país... Tengo muchos amigos de los que lo único que me diferencia es el país de nacimiento», aseguró.

La jornada siguió con otros nombres destacados, como el escritor Alexis Díaz Pimienta y el cantautor Javier Ruibal, que improvisaron décimas espinelas en homenaje al cuarto centenario de su creador, el rondeño Vicente Espinel. El autor cubano dejó al público boquiabierto con su capacidad de versar en directo. El autor fue capaz de crear un poema con palabras propuestas por los asistentes, como 'espeto', 'Malagueta', 'Cádiz', 'Bart Simpson' y 'rocambolesco'. «Es un artista que te eriza la piel y te deja el alma calentita», relató una de las trabajadoras de la librería Luces. En este punto, también se dejó ver el encuentro entre Enrique Vila-Matas, Juan Tallón y el periodista José María de Loma, así como un diálogo entre Elvira Sastre, una de las poetas más leídas en la actualidad, y la profesora Inma Aguilera.

Cómo no, los libros fueron también protagonistas de la tarde-noche gracias a las ocho librerías malagueñas —Rayuela, Luces, Proteo, Suburbia, Isla Negra, Casa del Libro, Mapas y Compañía y Cómic Stores— que estuvieron presentes con un 5% de descuento en los ejemplares. «La gente no sólo mira, también compra. Suelen preguntar por los libros de los autores que acaban de terminar de hablar», aseguró Noelia, librera de Rayuela. Por su parte, desde la librería Luces afirmaron que la gente busca «sorprenderse y muchas recomendaciones. Málaga necesita más cultura, más libros y más librerías», reivindicaron en un evento dedicado a lectores y amantes de la cultura. Cabe recordar que este festival literario llevaba un par de años sin celebrarse. «Nos encanta que el evento se haga aquí. Ya se echaba de menos, es de mis eventos favoritos», señaló Noelia. A pesar de tener la misma esencia, el formato se ha convertido en algo más íntimo.

Una intimidad que, sobre todo, se notó en la Sala 001, donde recitales de poesía y performances deleitaron al público más selecto. Lorenzo Oliván y Beatriz Russo ofrecieron un recital de poesía a dos voces, mientras que los escritores Eloy Fernández Porta y Miriam Reyes protagonizaron una performance, y la peruana Gabriela Wiener y Lara Moreno leyeron versos. Como cierre, la poeta malagueña Lidia Bravo ofreció una representación junto al pianista Curro Bautista de su obra 'La muerte de Cristopher Reeve', ganadora del Premio Unicaja de Poesía.

La música no faltó en el festival de una manera diferente. El conjunto malagueño Raquel Pelayo Jazz Quartet abrió el fuego, seguido del escritor y periodista Javier Gallego con una lectura teatralizada de su novela 'La caída del imperio', acompañado de la música de Seward. La compositora y cantante María Rodés continuó con un concierto a dúo con Isabelle Laudenbach, y finalmente, el granadino Chico Blanco cerró con un concierto desde la electrónica al pop.