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El escenario del Teatro del Soho estaba preparado para el momento. Tres mesas de madera, sillas negras y un pie de micro en el centro indicaban que algo diferente estaba por llegar. Fuera, en los alrededores, la comunidad de artistas de Villanueva del Rosario hacía ... de las suyas con las performances y creatividad que les caracterizan para marcar la fiesta inaugural de Autóctonxs. Dentro, el patio de butacas se empezaba a llenar para vivir la inauguración de la segunda edición de este festival malagueño que busca potenciar el talento local y poner sobre la mesa nuevos lenguajes y formas de ver las artes escénicas. Y ayer hizo honores de su esencia transformando el Teatro del Soho CaixaBank en un tribunal con un juicio real de la mano de 'Hamlet, continúe', basada en los hechos de la obra de William Shakespeare.
Uniformados como cuando van al trabajo: la magistrada Lourdes García Ortiz, el fiscal Francisco Montijano, el abogado Paco Fortes, la médica forense Esperanza López Hidalgo, el psiquiatra forense Antonio García de Gálvez y la agente judicial Mariví Cervi aparecieron en el escenario del Soho. Se notaba que había muchos de sus compañeros y familiares entre el patio de butacas: «¡Abogado, abogado!», «¡Ese es mi padre!», exclamaban desde sus asientos. Todos profesionales malagueños, hasta los únicos tres actores que estuvieron en escena: Alessandra García, directora y creadora del festival Autóctonxs, junto a los reconocidos Ignacio Montes y Laura Baena.
Una obra que, como apuntó su director Roger Bernat –presente en todo momento en el juicio–, no había sido ensayada antes entre ninguno de ellos. «No hemos hecho ningún ensayo ni hemos escrito ningún guión, lo único que hemos hecho es preparar un dossier con información para que todos los profesionales que están participando aquí pudiesen prepararse el caso para abordar este juicio. Ni vosotros ni nosotros sabemos cómo acabará la función ni cuál será el veredicto», apuntó el director de la obra.
Los artistas malagueños pusieron el toque de la tierra y la esencia en un juicio en el que el público no pudo evitar las carcajadas ante algunos de los comentarios de los actores. Palabras como «enritao', 'mentar', 'perrerías', 'campero'» o expresiones como «'qué leches le pasaba' y 'lo iba a matar a palos'» hicieron recordar el vocabulario más malagueño con humor. Pero no se perdieron todos los pasos y fases de un juicio real llegando a involucrar al público, que por sorteo dejó que salieran al escenario nueve personas para decidir si Hamlet era culpable o inocente. Finalmente fue declarado inocente por cinco votos a favor. El público se fue dividido entre abucheos y aplausos. De lo que no cabe duda es de que el teatro y sus nuevos lenguajes sí que fueron los que ganaron este juicio.
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