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Si es triste perder los recuerdos, más duro aún es tener ganas de recordarlos. La crudeza del Alzheimer no está solo en olvidar algunos episodios ... de la vida, sino en ser consciente de que eso sucede y que ya no hay vuelta atrás. El coreógrafo Fernando Hurtado transforma en baile la realidad de quien vive entre la lucidez y la oscuridad en 'El arte de perder cada día', lo nuevo del laboratorio municipal de Factoría Echegaray (hasta el 16 de octubre) y la primera propuesta del ciclo Danza Málaga 2021.
Hurtado hace al espectador testigo de la distorsión de la mente de una mujer con Alzheimer prematuro que lucha por «intentar dominar el arte de perder». De perderse dentro de una misma, de no saber quién se es ni hacia dónde se va. Fiel a su estilo, el coreógrafo malagueño dota de teatralidad a su obra, recurre a la danza para contar una historia con un sentido que va más allá del puramente estético (que, por supuesto, nunca se descuida).
Le dan cuerpo con gran acierto las bailarinas Belén Mañas, Elena Castro y Elena Castellanos y la actriz Ana Moreno. Ella es la única que habla al público, y lo hace mirándole a los ojos, pero no solo se comunica con las palabras. Moreno hace un gran trabajo de expresión corporal, una de sus especialidades, y se suma a las demás en las diferentes coreografías de la pieza. Mañas, Castro y Castellanos representan los 'yo' del pasado de esta mujer y su pareja actual. Con un baile elegante y físico a la vez, delicado en unos momentos y desenfrenado en otros. De fondo, marcan el ritmo músicas de géneros diversos, desde melodías con toques circenses hasta el rock, pasando por canciones que remiten al folclore de otros países.
Danza Málaga 2021 continúa con La Phármaco, que pondrá en escena en 'Toná', una obra que indaga en la memoria colectiva y los imaginarios populares (19 de octubre). Le seguirá una figura indispensable de la vanguardia flamenca: el granadino Manuel Liñán, Premio Nacional de Danza 2017, enseñará el 21 de octubre su ¡Viva!, con el que recibió el Max del Público. El mismo día, en el Echegaray, Danza Málaga recibirá el segundo estreno, 'Las furias', creación de la malagueña Nieves Rosales, que ayudada en los textos por José Carlos Cuevas plasma en escena la cólera de «un infierno lleno de brujas, arpías, féminas vengativas que se levantan en armas contra una sociedad patriarcal».
La escena se construye con pocos elementos, los imprescindibles, con unos paneles espejados que componen los espacios, una mesa y una pantalla de televisión para proyectar la memoria (o la falta de ella). Y ya. La iluminación y los sonidos son aquí una parte fundamental de la dramaturgia, los que transforman el ambiente de un entorno amable a otro claustrofóbico cuando la mente entra en bucle. Todo esto lo hace posible un trabajo en equipo. Hurtado, con Inma Montalvo en la ayudantía de dirección, cuenta con Manu Castillo en las luces, Inmaculada Pardo en el vestuario, Pepa Muñoz al frente de las máscaras y Miguel Fernández y Manu Bajo en la edición de los vídeos.
Hay momentos desgarradores, pero también mucha ternura dentro del dolor con un divertido número a lo Elvis Presley. Porque, pese a todo, 'El arte de perder cada día' huye de dramatismos para apostar por un mensaje: también entre olvido y olvido hay que aprender a vivir.
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