CM Málaga

ID Art: la app de Interpol para encontrar más de 52.000 obras de arte robadas

Es una deliciosa escena cargada de costumbrismo. Se titula 'Le chevrier, environs de Malaga' (El cabrero, alrededores de Málaga, c. 1957) y lleva la firma de Pierre Ladureau, pintor de paisajes, particularmente de la Bretaña francesa. En un viaje por España, retrató esta estampa malagueña que forma parte de la colección del Centro Nacional de Artes Plásticas de Francia. O más bien, formaba, ya que la obra fue robada. Esta es una de las 52.000 piezas que integran el último arma policial contra el expolio y el robo de piezas de arte. Una herramienta en la que la colaboración ciudadana es más que bienvenida ya que está disponible a solo un golpe de móvil con la aplicación ID Art, que ha desarrollado la Interpol y que se ha presentado este lunes en las jornadas técnicas del foro CM Málaga, que se celebra en el Palacio de Congresos.

Solo con escanear una obra con el teléfono ya es posible saber si estamos ante una obra denunciada. «Estamos ante una herramienta fácil y útil de usar que con solo estar delante del objeto te dice si ha sido robado», ha destacado Tiziano Coiro, coordinador de la Unidad de Obras de Arte de Interpol, que participó en la mesa 'Sostenibilidad y protección de la cultura', en la que ha expuesto el avance que ha supuesto la accesibilidad a la base de datos de las diferentes policías, ya que 134 países participan en este programa de recuperación de arte y objetos valiosos, que van desde pinturas a antigüedades, pasando por esculturas o joyas.

Y aunque parezca que lo del robo en los museos es más propio de un argumento de película o de serie, lo cierto es que no es tan extraño como lo demuestra el reciente golpe de guante blanco de 49 esculturas y joyas de oro del escultor italiano Umberto Mastroianni, valoradas en 1,2 millones de euros, que fueron hurtadas el día de la clausura de una exposición temporal en la provincia de Brescia (Italia). Un espectacular caso al que se ha referido el policía Tiziano Coiro, que ha añadido que estas valiosas piezas ya forman parte del catálogo de la app ID Art, que está accesible en español, inglés, francés y árabe para museos, casas de subastas, profesionales y periodistas, pero también para todo el público en general. Y además, al tratarse de una aplicación, también implica «a los jóvenes porque es una herramienta que usan».

El reto de la lucha contra el tráfico de estas obras robadas está en la escasa unidad entre las diferentes legislaciones en materia artística. «En muchos países hay falta de conocimiento de las leyes culturales, por lo que es importante que se destine personas al trabajo en exclusivo en este área, además de catalogar el patrimonio cultural y trabajar el estándar en el que funciona nuestra base de datos», ha indicado Coiro, que ha destacado que la gran base de datos de la que dispone Interpol surge de la premisa de «compartir información», algo fundamental ya que este tipo de actividad criminal tiene distribución internacional más allá de las fronteras los diferentes estados.

En este panel sobre seguridad también ha intervenido Víctor Amadeo Bañuls, catedrático de la Universidad Pablo de Olavide, especialista en los planes de evacuación de los museos, que ha abogado por el uso de los gemelos digitales de los centros culturales como herramientas de prevención ya que «nos permite anticiparnos a circunstancias adversas cuando se materialicen». Así, la tecnología permite contemplar casos improbables, pero no imposibles para establecer las obras artísticas que primero hay que desalojar ante un incendio sin necesidad de haber experimentado previamente esa catástrofe.

Por último, Alejandro Klecker, director general Real Fábrica de Tapices, ha puesto sobre la mesa otros delitos como las falsificaciones en la era digital. «Ya casi es imposible que hagan una fotografía, la cuelguen y que en oriente reproduzcan alfombras con robots y las vendan como originales de la Real Fábrica», ha alertado.

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