'Aquí también los árboles son verdes': teatro para «dejar de tenerle miedo a la vida»

Ayllón en el rol de la madre enferma, Vizán como su joven hija y Peralta en el papel del doctor reproducen en las tablas una suerte de danza de eternos retornos entre la vida y la muerte, un «viaje hacia la redención» que la autora y directora ha afrontado con «una voluntad formal plagada de correspondencia y simetrías». Paz Palau pretende con su texto «inventar un lugar para alguien que se fue», y para ello ha planificado una puesta en escena geométrica que ilumina Jorge Colomer y a la que pone música Jose Gas y con la que retrata «el mosaico de emociones y sentimientos que nos conforman y que nos hacen tan frágiles como poderosos».

María Beltrán como ayudante de dirección y el personal técnico habitual de Factoría Echegaray completan el equipo de 'Aquí también los árboles son verdes', una creación con la que la dramaturga, escritora y directora levantina (Castelló de la Plana, 1980) no solo quiere normalizar nuestra relación con la muerte, ayudando a vivirla con naturalidad, sino también «dejar de tenerle miedo a la vida».

'Aquí también los árboles son verdes' se representará entre el 8 y el 17 de mayo, de jueves a sábado, en el Teatro Echegaray de Málaga. Las entradas para las seis funciones de la obra están ya a la venta por un precio único de 15 euros, con oferta de dos entradas por una en todos los pases.

En la propuesta de Paz Palau, una chica joven vive con su madre enferma. La madre afronta la enfermedad con serenidad, sabe que la muerte está próxima y quiere vivirla como un amable discurrir hacia otro mundo. La hija no lo acepta. Aparece un doctor. La madre muere. Y lo hace muchas veces. Tras cada muerte, vuelve a la vida. En esta danza de eternos retornos, ninguna de las dos podrá posponer por más tiempo su personal ajuste de cuentas con la vida para enfrentarse a las preguntas importantes.