La única mezquita funeraria de Al-Andalus abre al fin más de tres décadas después de su hallazgo

Una apertura que no solo se había reclamado desde los ámbitos arqueológicos, sino también desde la propia sociedad civil tras los años de olvido y abandono de estas mezquitas y el mausoleo situados en el cementerio Yabal Faruh de la Málaga islámica (siglos X al XV), que se extendía en la ladera del monte de Gibralfaro, en lo que hoy ocupa parte el barrio de la Victoria. Desde su descubrimiento a finales de los 80, durante las obras de construcción del edificio de calle Agua 22, se vio que se estaba ante un hallazgo relevante, que se confirmó con las investigaciones arqueológicas que identificaron las estructuras como mezquitas funerarias únicas.

Esta singularidad hizo que la Junta de Andalucía adquiriera entre 2003 y 2004 los bajos del edificio para preservar y musealizar los restos, que además fueron protegidos con el máximo grado de conservación al reconocerse como Bien de Interés Cultural como zona arqueológica. Tras el proyecto del arquitecto Ignacio Dorao, este sótano ha logrado adaptarse a la legislación de seguridad y accesibilidad, uno de sus grandes escollos, además de construirse pasarelas sobre el yacimiento para observar más de cerca algunos de sus grandes tesoros, como los zócalos del mausoleo, que datan de época del califato almohade (siglo XI) y son la primera muestra aparecida en Málaga de la decoración conocida como sebka. Estos dibujos geométricos, que incluyen un árbol de la vida, se convirtieron en la principal decoración parietal a partir de ese momento, conectándolo con las decoraciones de la Giralda de Sevilla o los alminares de Salares y Archez en la provincia de Málaga.

Al mausoleo se unen los restos de las dos mezquitas funerarias, en las que residen la singularidad del conjunto. «No se tratan de mezquitas de culto, sino usadas para enterramientos, lo que es un 'unicum' no solo en Al-Andalus, sino en el resto del mundo islámico», ha descrito la arqueóloga Carmen Íñiguez, que se encargará de las visitas guiadas al yacimiento que, por razones de conservación y seguridad, permite solo la presencia de un máximo 25 personas en el interior del yacimiento. El acceso es gratuito y, por el momento, se realizará una visita al día con cita previa. Durante la Semana Santa y desde el Miércoles Santo, el pase se realizará a diario a las 12,30 horas, mientras que a partir de la semana que viene las entradas tendrán dos turnos, 11 y 12,30 horas, bajo reserva en el teléfono 646082999 y en el correo electrónico mezquitasmalaga.ctcd@juntadeandalucia.es.

Al estar en un sótano, el proyecto del arquitecto Ignacio Dorado también ha tratado de dar visibilidad exterior a este yacimiento único en Al-Andalus con una fachada que distingue esta nueva zona visitable del resto del edificio de viviendas en el que se integra. Uno de los inconvenientes que ha tenido que superar la apertura final público de este enclave es el cumplimiento de la normativa seguridad y la accesibilidad universal a las instalaciones, que en la actualidad es mucho más restrictiva que la que se aplicaba hace décadas cuando se realizó la obra original del edificio, ha explicado la delegada de Cultura de la Junta, Gemma del Corral, que ha inaugurado la instalación junto al alcalde de Málaga, Francisco de la Torre.

La responsable autonómica ha recordado la insistencia y el apoyo de los colectivos Asociación Victoriana de Capuchinos y de la Fuente, y Zegrí, y de ciudadanos como Coco Jurado, Fran Segovia, Antonio Marquez y Germán Gil, para que el yacimiento de las mezquitas funerarias se pusiera en valor y se abriera al público. «Cuando llegamos a la Junta de Andalucía, este proyecto no era del interés del Gobierno socialista que no impulsó ninguna de las inversiones que el Gobierno de Juanma Moreno ha hecho», ha afirmado en clave política y preelectoral Del Corral, que ha añadido que esta «joya» se encontraba en un «limbo administrativo». La delegada ha admitido también algún retraso en la anterior legislatura por la pandemia. Con quien sí ha repartido los méritos de la apertura es con el Ayuntamiento de Málaga, cuya «colaboración» ha agradecido para hacer realidad la inauguración de un yacimiento que se había proyectado para hace más de una década.