Antonio Banderas ya tiene su «catedral» en Málaga: Sohrlin Andalucía

«Sohrlin es un conjunto de diferentes artes escénicas en un mismo espacio que acoge la exhibición y producción de espectáculos, incluido el circo, las nuevas tecnologías y una escuela técnica que no es común encontrar porque casi todas son artísticas», ha definido Antonio Banderas este nuevo gran proyecto todavía en desarrollo que es a la vez un centro de formación de especialidades escénicas, unas instalaciones de alto rendimiento y ensayos, un complejo de exhibición para espectáculos de hasta mil personas y una residencia artística. «No conozco un edificio que albergue todo lo que nosotros acogemos en esta caja de zapatos enorme», ha asegurado el actor y promotor malagueño, que no podía evitar una sonrisa indisimulable al mostrar su nuevo sueño. Un proyecto que no solo aspira a ser un referente nacional e internacional, sino también a integrar el talento y la producción local en su día a día.

El propio Antonio Banderas y Domingo Sánchez han ejercido de cicerones por estas renovadas instalaciones industriales que albergaron la empresa siderúrgica Tamese, la textil Arabesco, un silo de grano y, ahora, un centro escénico y cultural que surge de la unión de las empresas de ambos empresarios: Teatro del Soho Caixabank y Merlín Producciones. Esa colaboración mutua la han simbolizado ambos socios en las respectivas camisetas que han lucido para esta presentación en la que, sobre fondo negro y letras corporativas amarillas, se podía leer 'Soh' (Banderas) y 'rlin' (Sánchez), y al unirse ambos protagonistas para las fotos completaban el puzzle de letras que da nombre al proyecto: Sohrlin.

Bajo ese espíritu industrial que el tándem ha llevado a la cultura, como han insistido varias veces, los promotores han explicado durante la visita que estos 8.000 metros cuadrados están divididos en dos edificios. El 'noble' y más pequeño es el que sirve de entrada principal por la calle Almonte -a la espalda de La Térmica-, donde también se encuentran la recepción, las oficinas y un gran piano de cola de bienvenida.

Subiendo por las escaleras de este primer inmueble que conserva su diseño original de los años 50 se llega a la primera planta, donde se encuentran las aulas de formación de Sohrlin School, mientras que el segundo nivel alberga un coqueto y moderno alojamiento de artistas y estudiantes con capacidad para 30 personas. Una doble condición formativa y residencial, que será lo primero que entre en funcionamiento el próximo octubre y que emparenta este proyecto de Banderas-Sánchez con la Academia de Rafa Nadal en Manacor, pero en el ámbito deportivo.

Con aspecto de hotel urbano de última generación, la hospedería de Sohrlin saca partido del color negro y cuanta con diez habitaciones que van de las suites individuales a las estancias compartidas dobles y triples para estudiantes. Todas ellas nominadas con los oficios del mundo del espectáculo (escenografía, guion, producción…), decoradas con actividades del Teatro del Soho y Merlín, y con toques personalizados. Como la bautizada con el nombre de 'Dirección', una lujosa y amplia habitación en esquina hacia el mar presidida por una foto de Antonio Banderas supervisando los ensayos del musical 'A Chorus Line'.

La gran sorpresa de la visita ha comenzado cuando desde este primer edificio se ha accedido de forma interna a la gran nave con cubierta de dientes de sierra que es lo que convierte Sohrlin Andalucía en una iniciativa única, en una futura cadena de montaje de producciones audiovisuales y espectáculos en vivo. Hasta cinco montajes se podrán desarrollar a la vez. Y para ilustrar sus posibilidades ya estaba esperando allí la Orquesta Larios Pop del Soho al completo que ha recibido a toda la comitiva de prensa con una banda sonora muy especial, 'Sohrlinfonía', una pieza compuesta por Arturo Díez Boscovich que se estrenará mañana, sábado, oficialmente en la puesta de largo al público de este nuevo espacio con la presencia de los máximos dirigentes de la Junta de Andalucía, la Diputación y el Ayuntamiento de Málaga, Juanma Moreno, Francisco Salado y Francisco de la Torre, respectivamente.

Con la música a toda pastilla, la cara de Banderas y Sánchez no podían esconder la ilusión que les generaba este gran espacio y su proyecto. Una renovación arquitectónica que ha respetado la singularidad de su diseño industrial a mediados del siglo pasado, pero adaptándolo a los nuevos tiempos y la cultura. Una inversión «millonaria» han concedido los promotores ante las insistentes preguntas, que no obstante han evitado poner una cifra al proyecto ya que está todavía en desarrollo. Por parte pública, Sohrlin Andalucía cuenta ya con un patrocinio de dos millones de euros que aporta la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte con fondos europeos.

Bajo la gran nave han explicado como estos miles de metros se pueden moldear y subdividir, según las necesidades de los tipos de montajes. En el centro se instalará el escenario para el auditorio con capacidad para más de 1.000 personas, en el que está previsto que las respectivas marcas de los socios, Cirque des Sens y Teatro del Soho, desarrollen proyectos escénicos tanto circenses como dramatúrgicos. De hecho, el reciente musical 'Tocando nuestra canción' que se encuentra en estos momentos en la cartelera del espacio escénico de calle Córdoba ya ha usado Sohrlin para los ensayos.

Además, Sohrlin también está desarrollando diferentes instalaciones, como 'Inmersoh', un gran laboratorio digital para experiencias inmersivas y producciones multidisciplinares; 'Black Box', un espacio de ensayo de propuestas teatrales vanguardistas y experimentales que rompen la cuarta pared del escenario y que puede situar el escenario en el centro de los espectadores, y un 'show business center' destinado a la industria del entretenimiento. Elementos que además estarán directamente conectados con la academia en la que se impartirán contenidos y oficios técnicos relacionados con el sector audiovisual y las artes escénicas que otorgarán grados y master class privados.

La oferta de enseñanzas son fundamentalmente técnicas, con especializaciones en caracterización, iluminación, regiduría, producción, sonido, vestuario, maquinaria o escenografía, entre otros. «Vamos a traer a los mejores que, en muchos casos, son técnicos españoles», ha prometido un convencido Antonio Banderas bajo la sala principal de su nueva y gran «catedral» de la cultura escénica en Málaga.