Andrés Lima desenreda con buen oficio 'La comedia de los enredos' de Shakespeare

Lima y Boronat demuestran su gran oficio teatral presentando una versión dramatúrgica muy ágil y dinámica, sin miedo a cortar grandes parlamentos del texto del dramaturgo inglés, -que aunque provoque que pierda algo de riqueza literaria, facilita un ritmo trepidante que acompaña muy bien la trama de enredos- y se permiten algunas licencias como la introducción de un narrador, que ayuda en algunos momentos a situar la acción y aclarar qué está ocurriendo exactamente. Además, el director de escena demuestra también su talento en la dirección de actores, utilizando todas las herramientas a su alcance para potenciar y sacar lo mejor de los intérpretes, siendo esto uno de los grandes elementos a destacar de la producción. El elenco, formado por rostros conocidos como Antonio Pagudo, Fernando Soto, Rulo Pardo, Avelino Piedad, Esteban Garrido y el malagueño Pepón Nieto, consiguen sin esfuerzo arrancar la risa al espectador desde prácticamente el comienzo de la obra encarnando los seis actores a los más de quince personajes que forman parte de la historia para lo que se valen de numerosos cambios de vestuario, juegos vocales e imitaciones, poniendo también de manifiesto su potencia creativa.

La propuesta juega con recursos típicos de la comedia que el elenco domina como la ruptura de la cuarta pared teatral, apelando continuamente al público, el metateatro, el clown o la improvisación, que parece impregnar muchas de las escenas que se suceden a lo largo de las casi dos horas de representación, dando vida y frescura a la propuesta. Incluso juegan con la incursión de los técnicos del teatro como si fueran un personaje más, llamándolos al escenario para sorpresa y diversión del público. También añaden transiciones al ritmo de la música electrónica con los actores haciendo de DJs y transformando el escenario en una rave, donde bailan, hacen voguing, ríen, deliran e incluso beben unas cervezas, invitando al público a la fiesta y a beber, haciéndolo partícipe de la acción dramática, ayudando estos recursos a crear un ambiente extremadamente jocoso y ligero. Sed bienvenidos a la casa de los líos.