Borrar
Marilú Báez
Ana Pavón: «El propio acto de pintar ya es rebelarse»
'Rebelión en la Fábrica'. 10 de abril

Ana Pavón: «El propio acto de pintar ya es rebelarse»

La artista, que participa en la exposición efímera 'Rebelión en la Fábrica', construye un imaginario de estampados que juegan con la idea de lo oculto

Miércoles, 2 de abril 2025, 00:26

En el salón de su casa hay dos partes totalmente diferenciadas. A un lado, la zona de descanso. Al otro, su estudio con lienzos, paletas, pinceles y botes de pintura con más orden del que en principio podría parecer. Cada cosa tiene su lugar. Allí es donde Ana Pavón entra en su imaginario de estampados que ocultan algo, que solo cuentan una parte de la historia para que quien mire complete el resto. La artista expondrá uno de esos tejidos al óleo ('miss me') el próximo 10 de abril en 'Rebelión en la Fábrica', la primera exposición efímera de artistas malagueños que organiza el Aula de Cultura de SUR en la Fábrica de Cervezas Victoria, con el patrocinio de Cervezas Victoria y Fundación Unicaja (19.00 horas. Entrada libre previa inscripción en forossur@diariosur.es).

–Leo sobre ti: Ana Pavón es una artista plástica que ha centrado su trabajo en explorar las capacidades pictóricas de la idea de lo oculto como método de seducción. Explícame esto.

–Es lo que llevo haciendo desde hace años. En 2016 empecé a pintar cortinas y a partir de ahí me centré en estampados y telas ocultando algo. Por eso lo de explorar las capacidades plásticas de la idea del oculto. Niego la imagen porque la estoy tapando pero a la vez lo estoy mostrando porque lo que se ve es la propia pintura. El fin de todo es crear una erótica de la pintura que consiga atraer la mirada del espectador a la superficie pictórica. Porque lo que está oculto siempre atrae más que lo que vemos.

–¿Y siempre relacionado de alguna forma con la mujer?

–Eso ha venido de manera natural, no era la intención principal. Pero al final hay una idea de la feminidad muy amplia que siempre está ahí presente. En los últimos proyectos, además, me he centrado en el imaginario femenino de la lírica grecorromana escrita solo por mujeres. He estado investigando en distintas poetisas romanas y griegas. Hay muy pocas y a veces lo que quedan son solo fragmentos de sus poemas, pero me inspiran mucho para trabajar.

–Detrás de ese trabajo, ¿hay una reivindicación o una crítica?

–Todo. Al final todo se va uniendo de manera natural y hay reivindicación, para empezar, de la propia pintura, porque lo importante no es lo que hay detrás sino lo que te estoy enseñando: la pintura. Al pintar cosas que no se enseñan explícitamente estoy dando pistas para que tú termines de completar la idea. Y al traer al presente estos fragmentos de las poetisas grecorromanas, traducidos del romano y del griego antiguo, lo que nos llega también son pistas de lo que podría haber sido. Me gusta combinar estos textos tan antiguos con la pintura contemporánea y que todo sea un poco incompleto, y tú tengas que rellenar ese hueco.

–¿Puedes vivir del arte?

–Eso es un sueño, es muy complicado. Para sobrevivir he estado trabajando en diseño gráfico a la vez que pintaba. Ahora estos últimos meses estoy solo pintando porque no tengo tiempo para más y he dejado lo anterior, pero en cuanto haga falta lo tendré que retomar. Ojalá no. Al final esto es estar ahí, ser muy pesada y no irte… Es una carrera de fondo. Me da igual estar diez años más pluriempleada si después consigo ya vivir de esto.

Marilú Báez

–Y aún así, en estos últimos años, has puesto en muchísimos sitios, incluso en Tokio.

–Justo hace un año con Nanzuka, sí. Es muy satisfactorio porque cada año hay más proyectos nuevos en más sitios. Cuando parece que ya han dejado de llamarte te avisan para cuatro cosas más. Es lo bueno, no parar de hacer proyectos y que te den oportunidades.

–Una de las últimas exposiciones se llamaba 'Resistencia'.

–Por la resistencia propia de la imagen, que no se deja ver porque es opaca y no sabes lo que hay detrás. Por la resistencia del texto, y ahí sí me basé en un himno a Afrodita de Safo de Lesbos, la más conocida de todas las figuras que he trabajado. No es que me ponga a ilustrar ningún poema, ni mucho menos, pero me sirve de inspiración y ese poema ronda toda la obra. Es la resistencia del propio texto que no se deja leer en profundidad, de la imagen que no se deja ver y también de esas figuras que siguen sirviendo de inspiración aún en 2025. Hay un fragmento de esa autora que usé en la exposición que dice «te aseguro que alguien se acordará de nosotras».

«Muchos se rinden y es normal, porque este trabajo seguridad te da cero y precariedad, un montón»

–El arte también es resistencia.

–Totalmente, porque para poder seguir pintando he tenido que estar liadísima desde 2017. Y confiar en mí misma. Muchos se rinden y es normal, porque esto seguridad te da cero y precariedad, un montón. Pero como ahora todo es así, no pasa nada si haces esto.

–¿Crees que el haber crecido en la Málaga de los museos influye?

–Yo no creo que sea por los museos de la ciudad de Málaga, si no por la Facultad de Bellas Artes de aquí, por los profesores. Me siento mucho más conectada con la gente que ha hecho la carrera aquí, de alguna manera lo noto. Creo que eso es lo que me ha influido a hacer las cosas así como las hago.

–¿Qué crees que hay de rebelde en tu obra?

–Intento resistirme a la temática que es ahora más contemporánea de lo digital, lo virtual. No porque haga óleo sobre lienzos, que mucha gente lo hace, sino por lo que pinto, por el estampado, por lo cursi, es un poco resistencia a lo más moderno que es lo que vivo y estoy un poco harta de eso. Me intento alejar de la imagen virtual y meterme aquí en este imaginario rarísimo de estampado, de viejo, de corazones y de cosas así. Y apostar por los textos antiguos y darles esa profundidad, creo que también eso es rebelarse. El propio acto de pintar ya es rebelarse. Y dedicarle tiempo a la pintura es rebelarse. Porque cuando estás ahí en el estudio te puedes tirar ocho horas pintando y no estás haciendo nada más. La gente hace cosas productivas, como trabajar, pero tú no sabes si eso te va a dar siquiera algún beneficio económico. Simplemente lo haces porque te da la gana.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariosur Ana Pavón: «El propio acto de pintar ya es rebelarse»