Amenábar: «Ha sido la película en la que más he rechazado mi propia música»

Málaga. Llueve sobre mojado a las ocho y media la noche de un viernes frío y húmedo, pero en la recoleta callejuela que da acceso a auditorio del Museo Picasso Málaga desde la calle Alcazabilla la cola roza los jardines de Ibn Gabirol. Paraguas y conversaciones animadas a la espera de una competida butaca para asistir al encuentro de los compositores nominados a la mejor música original en la edición número 34 de los Premios Goya que en apenas unas horas se celebrará en la ciudad. Comparecen Arturo Cardelús ('Buñuel en el laberinto de las tortugas'), Pascal Gaigne ('La trinchera infinita') y Alejandro Amenábar ('Mientras dure la guerra'), ya que Alberto Iglesias ('Dolor y gloria') se ha perdido la cita por una neumonía, como explica el compositor y miembro de la Academia de Cine, Luis Ivars, que actúa como maestro de ceremonias.

Director, guionista y compositor, Amenábar firma con 'Mientras dure la guerra' la cinta con más nominaciones en la velada de esta noche con 17 opciones de llevarse un Goya. En su vertiente como músico, Amenábar confesaba anoche: «Ha sido la película en la que más claramente he rechazado mi propia música». Así, el cineasta compartió que en esta historia sobre la guerra civil ha sido cuando más ha «desnudado» el montaje final de sus propias composiciones. «El tema para Unamuno no funcionaba y adapté la música a partir de sólo dos temas», brindó el director sobre el proceso creativo de su película más reciente.

«Soy muy musical. Me paso la vida tarareando y en concreto el tema central de la película, lo que yo llamaba el 'tema de España', me surgió antes de rodar. Generalmente es al revés», añadía el cineasta antes de abrochar: «Tenía claro que en esta película no había cabida para nada electrónico, tenía que resolverse desde el punto de vista orquestal». Porque, para Amenábar, «la música te permite dar unidad y mucho ritmo a la película».

Un ritmo que en el caso de 'La trinchera infinita' hunde sus raíces en el propio territorio donde se desarrolla la historia. «La película se sitúa en Andalucía y propuse a los directores el uso de la guitarra como un elemento que ayudase a situar la historia geográficamente de una manera sencilla y eficaz», planteaba Gaigne. Así, el autor de la banda sonora original de esta cinta, también con la guerra civil como telón de fondo, ofreció una de las claves de su trabajo: «La primera música entra en el minuto 30 y cuando lo hace es de una manera brutal. Los silencios también son algo fundamental, porque la banda sonora es una globalidad y no sólo la música».

Una globalidad que, en el caso de la música de 'Buñuel en el laberinto de las tortugas', llevó a Cardelús a buscar el tuétano de la trama: «Lo que más me interesa es saber cuál es el tema principal de la historia. Creía que la película iba sobre el rodaje de Buñuel en Las Hurdes, pero el director me insistió en que era una película que trataba sobre la amistad entre Luis Buñuel y el productor Ramón Acín».

Antes de los compositores, el Museo Picasso acogió un coloquio con los representantes de la películas nominadas a la mejor cinta latinoamericana: Andrés Wood, Antonella Sudasassi, Sebastián Borenzstein y Alejandro Landes, directores de manera respectiva de 'Araña', 'El despertar de las hormigas', 'La odisea de los giles' y 'Monos'.