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Si 'Segundo premio' no es una película sobre Los Planetas; 'La planta baja', su diario de rodaje, tampoco es un libro sobre la película de Los Planetas. Nada de lo que rodea al filme que arrasó en el pasado Festival de Málaga es simple, hay ... muchas capas, quizás demasiadas. Todo empezó con Jonás Trueba y su idea de contar la historia de la banda más emblemática del indie español, un reto al que sumó a su amigo Alejandro Simón Partal (Estepona, 1983): él escribiría el diario de rodaje. Pero Jota, el carismático líder del grupo, no es de los tipos que ponen las cosas fáciles; y Jonás desistió y se apartó. También Simón Partal. Entonces Isaki Lacuesta retomó el proyecto con un nuevo enfoque, y el escritor malagueño volvió a ilusionarse con acompañarle en el proceso.
Y en ese momento sucede lo peor, lo más incomprensible y duro de este relato: la hija de Isaki Lacuesta fue diagnosticada de leucemia, justo un día antes de comenzar el rodaje (fallecería poco después de terminarlo). Tras el shock inicial, el equipo se recompone: Lacuesta dirige en remoto desde una habitación de hospital de Barcelona mientras Pol Rodríguez da las órdenes 'in situ'. Cambio tras cambio, Simón Partal sigue ahí, en Nueva York y en Granada, entregándose a la vida primero y contándola después mientras toma forma una película generacional y para algunos maldita. Todo eso que no se ve en pantalla, y más, es 'La planta baja' (Penguin Random House), desde hoy a la venta.
–No es un diario de rodaje al uso, apenas se habla del rodaje.
–No es un diario de rodaje al uso, la película es el motivo del libro pero no el destino. Mi proyecto siempre fue acompañar a un amigo, a Jonás Trueba, a rodar una película. Me ilusionaba aprender algo de cine y vivir en Granada, pero fueron sucediéndose acontecimientos inesperados y la escritura me exigió otra forma de de narrar. Hubo muchos cambios de dirección y yo me encontré con un equipo al que no conocía, un equipo estupendo pero con el que yo no tenía confianza. Eso, unido a sentirme externo al proyecto y también a mi timidez, hizo que el diario tomara una forma mucho más personal. Siempre desde la ficción, me gusta lo que decía Fellini: «Lo verosímil me interesa cada vez menos».
–¿Se sentía un intruso?
–Es que yo me siento un intruso en casi todo lo que hago. Me aparté para verlo todo de otra manera. No quería ser un testigo que contase milimétricamente qué pasaba ahí porque, honestamente, pensaba que para mi libro no iba a ser interesante. No quería hacer un librito que acompañase a la película en estos 'packs' que hace la FNAC. Era un libro de mi experiencia en ese contexto. El libro dejará insatisfecho a los fans de Los Planetas y a los amantes de esta película, y esa quizás sea su mayor virtud.
–De hecho, cuenta mucho sobre usted. ¿Ya no hay pudor?
–El pudor está cuando ya está realizado, es decir, cuando la gente lo está leyendo es cuando yo siento pudor. Cuando lo estoy escribiendo no pienso en nada. De hecho, he tenido que modificar después algunas cosas porque era tan directo que algunas personas se podían sentir incómodas. Pero sin hacer daño, sin entrar en la intimidad de nadie, creo que he conseguido hacer un libro visceral. Mi intención era escribir un libro desde las entrañas y con el gaznate, y no pensando que tenía que hacer un libro para elogiar a una película o un grupo. Ahora entiendo por qué los diarios se publican siempre de forma póstuma, porque así te libras de problemas.
–¿Y qué le parece la película?
–La película me ha sorprendido, me ha gustado mucho. Con todas las dificultades que ha pasado, me parece un milagro cuando la veo anunciada en los cines. Lo milagroso de la película es que ha trascendido la propia historia, la propia trama. Va mucho más allá de todo de lo que estaba previsto. El éxito obedece también a la humildad que han tenido las personas implicadas en ella. Se olvidaron de sí mismas. Sobre todo en el momento de la enfermedad de la hija de Isaki, el equipo se unió y prevalecía ante todo la película sobre lo que iba a pasar con ellos. Lo único importante era que la película tenía que salir y tenía que ser la película que el director quería que fuese. El equipo pasó lo vivido por el corazón, como decía San Lucas. A mí la película me ha emocionado. Retrata una era que ya no dialoga con nuestro tiempo, porque es una era pasada, y sin embargo sigue explicando nuestro tiempo. Esta película va a permanecer en la memoria de la gente.
–¿Es una película maldita?
–Bueno, es una película viva y todo lo que está vivo pasa por el malditismo, por los tropezones de la vida. Pero yo no la consideraría maldita, porque se ha hecho con toda la pretensión de luminosidad. Me parece maldito lo que la gente no sabe de la película, pero eso está inevitablemente vinculado con lo vivo. Es una película que cuando sales del cine te dan ganas de vivir, de cantar, de viajar. Sales con esperanza.
–Isaki Lacuesta le manda un mensaje en ese sentido: «La idea de hacer una película maldita estaba bien, pero no hacía falta ser tan literales».
–Sí, porque en un proyecto tan grande, con tantas personas, con tanta urgencia, era muy difícil que la película fuese sencilla. Pero creo que ese sacrificio, ese esfuerzo, ha hecho que la película haya tenido el destino que está teniendo y que va a tener, porque va a ganar el Goya y tendrá seguramente más premios. Añade algo al cine de género musical, al cine basado en el pop o el rock, que no estaba creado en España.
–Vaticina el Goya, pero ya acertó con la Biznaga de Oro del Festival de Málaga.
–Me arriesgué. La gente puede pensar que fue a posteriori, pero no. Lo vaticinaba porque ya intuía viendo el rodaje que la película iba a ser estupenda. Y pensé que el Festival de Málaga necesitaba esta película, y esta película necesitaba al Festival de Málaga. Acerté, acertaré con el Goya y no voy a atreverme con lo de candidata de España a los Oscar porque eso...
–Sabemos que a Jota la película no le ha gustado demasiado, o al menos eso dice. ¿Qué piensa del diario?
–Le habrá llegado estos días, no tengo reacciones todavía. Pero a mí todo el comportamiento inesperado de Jota me parece que es justificable y yo lo celebro. Si aguantamos las estupideces de tantos mediocres, vamos a soportar los caprichos de los que son geniales. Vamos a ser más permisivos con los geniales y más duros con los idiotas. Me parece perfecto si no le parece bien la película, aunque yo creo que sí le ha gustado. Es una persona que tiene un don indiscutible. Hablando de premios, pronto tendrían que hacerle un reconocimiento como uno de los grandes letristas y compositores en español y que le den el Princesa de Asturias. Y lo digo de verdad. Nunca he sido fan de Los Planetas, en mi adolescencia he estado obsesionado lamentablemente con la música anglosajona y atendía a poco más. No ha sido una banda que haya estado presente en mi crecimiento, pero sí he escuchado mucho, y lo sigo haciendo, sus dos últimos discos, que tienen canciones prodigiosas.
–Y con esa visceralidad con la que está escrito, ¿cree que alguien se podrá sentir ofendido?
–Bueno, si alguien se ofende, le diría que tenemos que pensar menos en nosotros mismos, que nada es tan importante y que todo se ha hecho con amor. Y sobre todo que tengan en cuenta que la gente que se dedica a narrar algo, tiene que tener un compromiso con lo percibido y en ese compromiso con lo percibido aparecen personas. No podemos hacer una floritura de cada persona, sino buscar la forma en que lo autobiográfico y la ficción creen algo distinto e inesperado. Así que las personas que aparecen no son del todo ellas, que estén tranquilas.
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