Me acuerdo (de 2020)
Línea de Fuga ·
La alarma, los museos, la música, una mañana con Brinkmann, el confinamiento, algunos amigos, Genalguacil...Secciones
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Línea de Fuga ·
La alarma, los museos, la música, una mañana con Brinkmann, el confinamiento, algunos amigos, Genalguacil...Lo más parecido a una tradición que hay en este recorte del diario es dedicar la última fuga del año a repasar lo dejado atrás, emulando aquel 'Me acuerdo' de Georges Perec. Veamos.
Me acuerdo de la tensión compartida durante el estreno de la nueva ... colección del Centre Pompidou Málaga, barruntando la declaración, aquella misma tarde, del estado de alarma.
Me acuerdo de lo bien que olía el café recién hecho en la cocina de Teresa Lanero.
Me acuerdo de la risa de Chicano y del llanto de Mariluz.
Me acuerdo del queso de cabra que compramos en una cooperativa de Almogía después de visitar el taller veraniego de grabado que hicieron los amigos de Gravura. Y de la botella de aceite que me regaló Marian.
Me acuerdo del papel higiénico.
Me acuerdo de aquella mañana con Brinkmann en su casa de Churriana.
Me acuerdo de M en la boda de Iván y Antonio, de su vestido rojo y de que estaba tan buena como la novia de un futbolista.
Me acuerdo de los músicos de la Filarmónica tocando con mascarillas en el auditorio de la Diputación.
Me acuerdo de Javi Calleja y de Alicia.
Me acuerdo de que Genalguacil se parece mucho a la idea que tengo de la felicidad.
Me acuerdo del segundo cumpleaños de m con los cuatro en el salón y la familia en seis pantallas, de los vecinos cantándole 'Cumpleaños feliz' desde las terrazas y aplaudiendo después de los aplausos de las ocho.
Me acuerdo de Belén Bermejo sin haberla conocido.
Me acuerdo de Carlos Álvarez como Simon Boccanegra.
Me acuerdo de las bibliotecas de la Casa Natal y del Museo Picasso.
Me acuerdo de la excursión a lo alto de un risco en Pizarra para ver los restos de un yacimiento arqueológico.
Me acuerdo de los gritos y las lágrimas en el cuarto de baño.
Me acuerdo de haberme quedado con las ganas de escuchar a Marta Sanz en el centro cultural La Malagueta.
Me acuerdo del calendario de los alumnos de San Telmo sobre la mesa del periódico, detenido en el mes de marzo cuando regresé a finales de octubre.
Me acuerdo de Isabel Bono y sonrío.
Me acuerdo de la sonrisa de V y todo se me olvida.
Me acuerdo de Cincoechegaray.
Me acuerdo de los nervios por volver a un museo después de más de dos meses.
Me acuerdo de Pablo Aranda cada día.
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