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ANABEL NIÑO
MÁLAGA.
Viernes, 30 de septiembre 2022, 00:00
En los versos de un rap que huye de la censura estipulada. En la armonía que marca el compás de una canción y que resuena con fuerza entre cuatro paredes. En los colores de numerosos grafitis que envuelven los diferentes vagones de un tren abandonado. En los gestos de un movimiento de baile que tiene lugar en el centro de un gran círculo de personas. El hip hop se esconde en muchos lugares, algunos incluso forman parte de nuestro día a día. Están ahí, pero a veces pasan desapercibidos. Y ahora también tienen cabida dentro de las instituciones artísticas o al menos lo harán durante unos días gracias a las Jornadas de Cultura Urbana, que se inauguraron ayer.
Este tipo de cultura surge en la década de los años 60 en el conocido barrio norteamericano del Bronx. Un suburbio puramente obrero sumido en la precarieda, pero cuyo mestizaje entre sus propios vecinos -fundamentalmente afroamericanos y latinoamericanos- vio nacer un potente intercambio cultural que marcaría un antes y un después dentro de esa cutural urbana que comenzaba a hacerse patente de una firma artística compuesta por un doble vertiente: la reivindicación y la propia evasión de sus residentes. Un arte que ha ido forjándose con el paso del tiempo hasta llegar a lo que es a día de hoy, una nueva forma de expresión pero que no pierde esa esencia y fuerza artística, y que bebe del DJing (música), el MCing (poesía), el Grafiti (pintura) y el B-Boying (artes escénicas).
Es por ello que desde ayer, el Centre Pompidou y la Colección del Museo Ruso acogen una serie de actividades que se engloban dentro de las Jornadas de Cultura Urbana, que arrancaron ayer con la conferencia 'La cultura urbana en Málaga, un panorama', que corrió a cargo del historiador del arte Sebastián Arteaga.
A través de su intervención, en la que aseguró «no poder resumir toda la cultura urbana en tan solo 20 minutos», trató de conectar el hip hop con el contexto de la historia del arte del siglo XX, es decir, establecer un hilo que enlazase esos grandes períodos con el conjunto de prácticas artísticas. «La historia del arte puede ser una disciplina artística que reescriba y enfoque desde otras perspectivas, movimientos culturales que por suerte o por desgracia no han tenido el rigor académico que otros períodos artísticos», explicaba Arteaga.
Uno de los momentos más esperados de la tarde fue el coloquio-debate que, bajo el título 'Cultura urbana vs Institución Arte', reunió a María José Escriba, conocida como La Eme, Germán Bel 'Fasim', y al popular rapero Miguel Ángel Soler, conocido artísticamente como Sicario, quien tuvo que intervenir de manera virtual al haber tenido un percance en su viaje a Málaga. Durante la hora y media de debate, al que acudieron algunos creadores -entre ellas el creador de contenidos Spok Sponha- se trataron numerosos temas, como las influencias artísticas de las que se han nutrido los impulsores de este género para la creación de sus trabajos, la autocensura, la intención de cambiar la forma de pensar de la ciudadanía que este arte mantuvo desde su creación hasta la década de los 80 o la manera en que las instituciones podrían ayudar a acoger un arte que se ha calificado en alguna ocasión de «incorrecto».
Este último bloque fue uno de los que propició mayor debate entre los participantes, que dejaron bien clara su postura: «Las instituciones deben dejar ser a los artistas, mientras no seas una persona de mierda, porque así no te van a dejar ser ni dentro de las instituciones ni en tu casa. No estoy aquí para ser experta en nada, pero estoy dispuesta a ser lo que soy y a lo que venga. Las calles son nuestros lugares, vamos a utilizarlos y vamos a seguir compartiendo», expresaba La Eme.
Y es que el arte puede cambiar la conciencia de aquel que lo observa, independientemente del estilo o la forma en la que se muestre, algo que compartía el artista urbano Fasim. «La importancia del arte es transmitir este tipo de idea. Expandir la conciencia granito a granito, libro a libro, cuadro a cuadro, música a música. La conciencia llega a un nivel de expansión con una visión muy abierta, que de alguna manera es muy benigno, lo demás sería cerrado y putrefacto. El artista debe buscar esa luz que nos ilumina a todos y que nos llevará por el buen sendero», sentenció.
A pesar de los problemas de conexión que se produjeron durante el debate, estos no consiguieron que Sicario dejase algunas pinceladas sobre su trabajo creativo, y así explicó que nunca se ha «autocensurado». Insistió también en el concepto de comunidad dentro de la cultura del hip hop, ya que aseguró que el trabajo que sale de él no es solamente suyo «sino que va a aportar algo a la gente», concluyó el MC malagueño.
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