Elton John, durante el concierto que ofreció en Málaga en 2015.

Música para adultos

La zona más costera de Málaga se posiciona cada año como un caluroso festival de música y la temporada se eleva hasta el firmamento para resarcirnos de la falta de estabilidad sonora de calidad durante el resto del año

Txema Martín

Sábado, 29 de abril 2017, 01:36

La zona más costera de nuestra provincia se posiciona cada año como un caluroso festival de música y la temporada se eleva hasta el firmamento para resarcirnos de la falta de estabilidad sonora de calidad durante el resto del año. El plantel de 2017 es majestuoso: Elton John, Sting, Ellen Alien, Michael Bolton, Jamie Cullum, The Beach Boys, Michael Nyman o The Cranberries son sólo algunos nombres que ya están anunciados para este verano en la Costa del Sol. Hay para todos los gustos aunque se observa la clara determinación de atrapar al sector extranjero de clase alta y tirando a mayorcete que cada vez viene a la costa a algo más que tostarse al sol. O, por lo menos, se tuestan al sol y después van a ver un concierto.

Publicidad

Todo esto lo explicó muy bien hace unos días Regina Sotorrío con un reportaje, y cada vez se acentúa más esta tendencia: mientras que la provincia tiene en su punto de mira a artistas internacionales, preferentemente con éxito en listas anglosajonas, de larga trayectoria o fácil escucha, en la capital malagueña se sigue apostando por el género nacional y se pisa sobre seguro. Puede que demasiado: este año se repiten músicos que tenemos ya vistos y que seguramente habrán supuesto un éxito para las arcas de sus promotores en anteriores ediciones. Y ahí está la clave, y donde tenemos que cargar con parte de la responsabilidad. Si determinados artistas llenan cada vez que vienen, véase Raphael o cantantes tipo Bisbal, los promotores privados están en todo su derecho de traerlos con insistencia, máxime cuando no todos los intentos por innovar han salido precisamente rentables. Esperemos que la bajada del IVA de los conciertos palíe de alguna manera esta falta de riesgo.

Terral

Los aficionados a la música en nuestra provincia tienen que estar verdaderamente agradecidos de vivir en un lugar al que han venido extranjeros de cierto nivel. En la capital, el único contendor musical que depara esperanzas de lanzar una programación que mezcle los dos ambientes era el Terral, organizado por los teatros públicos municipales y que el año pasado nos dio más de una alegría, por ejemplo con sus conciertos en la plaza de toros y con otros momentos puntuales de verdadero interés. Sin embargo, y mira que seguro que traen alguna bomba, no podemos siquiera valorar su importancia en la apretada agenda veraniega porque a día de hoy no sabemos nada de su programación. ¿Estarán esperando a que llegue el terral para hacer un guiño de marketing? Esperemos que no.

Starlite

Mientras que al principio poca gente daba un duro por él, el Starlite de Marbella se ha revelado como todo un éxito y con relevancia en todo el país. Por varios motivos. Para empezar, por su espíritu es decididamente antifestivalero: fuera aglomeraciones, nada de colas, abajo el low cost y olvídate de ver a lo lejos un puntito blanco que es tu cantante favorito. Con un aforo máximo de 2.200 localidades, el festival marbellí por excelencia apuesta por artistas de mucha altura a los que puedes ver a un máximo de 40 metros. A cambio, eso sí, el precio de las entradas puede alcanzar altitudes disuasorias, pero se pueden encontrar pases aceptables que rondan los 70 euros. Además este año el Starlite ha anunciado un nuevo ciclo, Sessions, con un precio único de 25 euros que no está nada mal aunque a mí se me antoja clase turista.

Popurrí

En los festivales de música puedes ver 30 o 50 grupos en dos o tres días por unos 100 euros en total. El precio no es comparable, pero la experiencia tampoco. Obviando los de flamenco, en la provincia se mantienen con buen tino varias ofertas festivaleras como el Weekend Beach Festival y es notable mezcla de géneros enfocada con claridad hacia el público joven, el Ojeando como representación del territorio indie junto al Fuengirola Pop, y otros de electrónica como Los Álamos Beach, aunque ya estamos mayores para eso, o el South Moon que se celebra en Sohail con un cartel sobresaliente. Nos falta por saber el contenido del selecto Portón del Jazz de Alhaurín de la Torre, pendiente de anuncio. Si juntamos toda esta programación nos saldría un festival muy ecléctico, algo loco y que dura dos meses. Ojalá fuera así siempre y no sólo en verano.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad