El Thyssen de Málaga viaja al arte japonés

Nació en Montevideo, de padre cántabro y madre bilbaína. A los 15 años regresó a la tierra materna. Allí estudió Derecho. Luego Arquitectura en Barcelona, donde se contagió de la pasión por el Lejano Oriente. Además, su fortuna le hizo inmune a tener que trabajar, así que se entregó al deseo de coleccionar las piezas más raras y exquisitas producidas en Japón. Viajaba a las subastas en París y allí se hacía con grabados y objetos diversos hasta componen una colección con más de 200 piezas. Aquel legado atesorado por José Palacio descansa desde 1954 en el Museo de Bellas Artes de Bilbao y desde allí sale ahora hasta el Museo Carmen Thyssen para componer la nueva propuesta de la pinacoteca malagueña.

Japón. Grabados y objetos de arte ofrece una selección de 24 obras sobre papel, una pintura y una veintena de piezas realizadas entre los siglos XVII y XIX. Una exposición breve pero muy importante, como la ha presentado esta mañana la directora artística del Thyssen de Málaga, Lourdes Moreno. El montaje podrá visitarse hasta el próximo 23 de abril y reúne una colección insólita en el panorama español, en palabras del director de Bellas Artes bilbaíno, Javier Viar.

Entre los fondos expuestos en el Museo Carmen Thyssen, Viar ha destacado las tsubas (las protecciones para las manos de las espadas japonesas), así como los pequeños netsuke, contrapesos tallados en madera y nácar que colgaban de los cinturones de los kimonos. Además, Viar se ha detenido en una de las rarezas del montaje: una pintura sobre seda realizada por Kawanabe Kyosai que representa una escena de luchadores de sumo.

Palacio tenía un ojo especial para buscar obras no sólo de gran calidad, sino verdaderas rarezas, ha apostillado esta mañana el director del Bellas Artes de Bilbao. Un gusto por la exquisitez que ahora desembarca en el Thyssen de Málaga.