La Aduana ya es de Málaga

El palacio de la Aduana recibe a más de 300 invitados en la inauguración oficial de la institución que expone las colecciones provinciales de Arqueología y Bellas Artes

Antonio Javier López

Lunes, 12 de diciembre 2016, 14:46

Faltaban dos horas para el mediodía y una hilera de escolares uniformados cruzaba la calle Alcazabilla desde el Paseo del Parque en dirección al Museo Picasso Málaga. Le seguía otra poco después, que enfilaba el camino hacia la plaza de la Merced, donde se levanta la Casa Natal del artista. Dentro de poco, esos niños podrán conocer las colecciones provinciales de Arqueología y Bellas Artes.

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Un catálogo almacenado durante dos décadas que da cuenta de la riqueza artística y patrimonial de la provincia, desde las cuevas neandertales hasta la pintura vinculada a movida de los años 80; desde el esplendor romano y fenicio hasta las manifestaciones de mediados del siglo XX. Es el extraordinario legado que atesora y expone el Museo de Málaga, inaugurado esta mañana, justo 19 años después de la primera manifestación que bajo el grito La Aduana para Málaga reclamó el uso cultural del mayor edificio civil de la ciudad.

Más de 300 invitados han acudido a un acto que dará paso mañana a la apertura al público del museo provincial a partir de las nueve de la mañana. Eso sí, pocos curiosos se han acercado al palacio de la Aduana, a cuyas puertas esperaban el ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo; la consejera de Cultura, Rosa Aguilar; el nuevo secretario de Estado de Cultura, Fernando Benzo y el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, la llegada de la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, que ocho minutos después de la hora señalada hacía acto de presencia en el estreno del gran museo de Málaga.

Porque tanto por sede (más de 18.400 metros cuadrados), por extensión de sus fondos (más de 17.000 referencias) como por amplitud de su arco cronológico (desde la Prehistoria hasta casi tocar el siglo XXI), el Museo de Málaga se presenta como el gran equipamiento expositivo de la ciudad, el más vinculado a su historia y a su identidad cultural. Una institución que cierra el círculo emprendido hace más de tres décadas con el nacimiento de la Fundación Picasso-Museo Casa Natal (1988), que dio el salto de calidad en 2003 con las inauguaciones del Museo Picasso Málaga y del CAC Málaga, que acoge desde 2011 el Museo Carmen Thyssen Málaga y que desde hace algo más de año y medio cuenta con las delegaciones del Centro Georges Pompidou y del Museo Estatal de Arte Ruso de San Petersburgo.

A esa nutrida oferta expositiva se une ahora el Museo de Málaga. Un escenario glosado esta mañana en la inauguración por el ministro Méndez de Vigo, quien ha recordado que el de Málaga es el mayor museo estatal en Andalucía. Por su parte, la presidenta de la Junta ha reiterado el papel jugado por la plataforma ciudadana que entre 1997 y 2001 catalizó la reivindicación del uso cultural del inmueble que hasta entonces se empleó como sede del Gobierno central en Málaga y comisaría de Policía.

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Un uso bien distinto al que ahora brinda el palacio de la Aduana, cuyos fondos empezaban a conocer esta mañana los invitados que por grupos han ido descubriendo algunos de los tesoros de las colecciones provinciales. ...¡Y tenía corazón! (1890) en Enrique Simonet ha confirmado su papel como icono del museo, sirviendo de telón de fondo preferido para quienes han querido inmortalizar su presencia en la inauguración. Por su parte, el conjunto conocido como Las matronas sedentes, esculpido en el siglo II con mármol de las canteras de Mijas, se ha llevado muchas de las fotografías y de los comentarios de los asistentes a un acto con el que Málaga recupera su gran museo.

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